Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Salmos 73:21-28

21 Se llenó de amargura mi alma
y en mi corazón sentía punzadas.
22 Tan torpe era yo, que no entendía;
¡era como una bestia delante de ti!
23 Con todo, yo siempre estuve contigo;
me tomaste de la mano derecha.
24 Me has guiado según tu consejo,
y después me recibirás en gloria.
25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?
Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
26 Mi carne y mi corazón desfallecen;
mas la roca de mi corazón y mi porción
es Dios para siempre.

27 Ciertamente los que se alejan de ti perecerán;
tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta.
28 Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien.
He puesto en Jehová el Señor mi esperanza,
para contar todas tus obras.

Proverbios 29

29 El hombre que, al ser reprendido, se vuelve terco,
de repente y sin remedio será quebrantado.
Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra;
cuando domina el malvado, el pueblo gime.
El hombre que ama la sabiduría alegra a su padre;
el que frecuenta rameras perderá los bienes.
El rey que actúa con justicia afirma el país;
el que sólo exige tributos, lo destruye.
El hombre que lisonjea a su prójimo
le tiende una red delante de sus pasos.
En la transgresión del hombre malo está su propia trampa,
pero el justo canta con alegría.
El justo está atento a la causa de los pobres;
el malvado no entiende que eso es sabiduría.
Los hombres escarnecedores alborotan la ciudad;
los sabios calman la ira.
Si el hombre sabio disputa con el necio,
sea que se enoje o que se ría, no tendrá reposo.
10 Los hombres sanguinarios aborrecen al íntegro,
pero los rectos procuran agradarle.
11 El necio da rienda suelta a toda su ira,
pero el sabio, al fin, la apacigua.
12 Si un gobernante hace caso a la mentira,
todos sus servidores serán malvados.
13 El pobre y el usurero tienen en común
que Jehová alumbra los ojos de ambos.
14 Para siempre será firme el trono del rey
que conforme a la verdad juzga a los pobres.
15 La vara y la corrección dan sabiduría,
pero el muchacho consentido avergüenza a su madre.
16 Cuando los malvados son muchos, mucha es la transgresión;
pero los justos verán la ruina de ellos.
17 Corrige a tu hijo y te dará descanso,
y dará alegría a tu alma.
18 Cuando falta la profecía, el pueblo se desenfrena,
pero el que guarda la Ley es bienaventurado.
19 Al siervo no se le corrige con palabras,
porque entiende, pero no hace caso.
20 ¿Has visto un hombre ligero de palabra?
Pues más puede esperarse de un necio que de él.
21 El siervo que desde la niñez es mimado por su amo,
a la postre será su heredero.
22 El hombre iracundo provoca contiendas;
el furioso, a menudo peca.
23 La soberbia del hombre le acarrea humillación,
pero al humilde de espíritu lo sustenta la honra.
24 El cómplice del ladrón se aborrece a sí mismo,
pues oye la maldición pero no le denuncia.
25 El temor del hombre le pone trampas;
el que confía en Jehová está a salvo.
26 Muchos buscan el favor del príncipe,
pero de Jehová procede la justicia para todos.
27 Abominable es para los justos el hombre inicuo,
y abominable es para el malvado el de caminos rectos.

Juan 7:25-36

¿Es éste el Cristo?

25 Decían entonces unos de Jerusalén:

—¿No es a éste a quien buscan para matarlo? 26 Pues mirad, habla públicamente y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido en verdad las autoridades que éste es el Cristo? 27 Pero éste, sabemos de dónde es; sin embargo, cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde es.

28 Jesús entonces, enseñando en el Templo, alzó la voz y dijo:

—A mí me conocéis y sabéis de dónde soy; no he venido de mí mismo, pero el que me envió, a quien vosotros no conocéis, es verdadero. 29 Pero yo lo conozco, porque de él procedo, y él me envió.

30 Entonces intentaban prenderlo; pero ninguno le echó mano, porque aún no había llegado su hora. 31 Y muchos de la multitud creyeron en él y decían:

—El Cristo, cuando venga, ¿hará más señales que las que éste hace?

Los fariseos envían guardias para detener a Jesús

32 Los fariseos oyeron a la gente que murmuraba de él estas cosas. Entonces los principales sacerdotes y los fariseos enviaron guardias para que lo prendieran. 33 Y Jesús dijo:

—Todavía estaré con vosotros algún tiempo, y luego iré al que me envió. 34 Me buscaréis, pero no me hallaréis, y a donde yo estaré, vosotros no podréis ir.

35 Entonces los judíos dijeron entre sí:

—¿Adónde se irá éste, que no lo hallaremos? ¿Se irá a los dispersos entre los griegos y enseñará a los griegos? 36 ¿Qué significa esto que dijo: “Me buscaréis, pero no me hallaréis, y a donde yo estaré, vosotros no podréis ir”?

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

Copyright © 1995 by United Bible Societies