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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Salmos 19

Las obras y la palabra de Dios

Al músico principal. Salmo de David

19 Los cielos cuentan la gloria de Dios
y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
Un día emite palabra a otro día
y una noche a otra noche declara sabiduría.
No hay lenguaje ni palabras
ni es oída su voz.
Por toda la tierra salió su voz
y hasta el extremo del mundo sus palabras.

En ellos puso tabernáculo para el sol;
y éste, como esposo que sale de su alcoba,
se alegra cual gigante para correr el camino.
De un extremo de los cielos es su salida
y su curso hasta el término de ellos.
Nada hay que se esconda de su calor.

La ley de Jehová es perfecta:
convierte el alma;
el testimonio de Jehová es fiel:
hace sabio al sencillo.
Los mandamientos de Jehová son rectos:
alegran el corazón;
el precepto de Jehová es puro:
alumbra los ojos.
El temor de Jehová es limpio:
permanece para siempre;
los juicios de Jehová son verdad:
todos justos.
10 Deseables son más que el oro,
más que mucho oro refinado;
y dulces más que la miel,
la que destila del panal.
11 Tu siervo es, además, amonestado con ellos;
en guardarlos hay gran recompensa.

12 ¿Quién puede discernir sus propios errores?
Líbrame de los que me son ocultos.
13 Preserva también a tu siervo de las soberbias,
que no se enseñoreen de mí.
Entonces seré íntegro
y estaré libre de gran rebelión.

14 ¡Sean gratos los dichos de mi boca
y la meditación de mi corazón delante de ti,
Jehová, roca mía y redentor mío!

Proverbios 21:1-17

21 Como aguas que se reparten
es el corazón del rey en la mano de Jehová:
él lo inclina hacia todo lo que quiere.
Todo camino del hombre es recto en su propia opinión,
pero Jehová pesa los corazones.
Hacer justicia y juicio es para Jehová
más agradable que el sacrificio.
Los ojos altivos, el corazón orgulloso
y el pensamiento de los malvados, todo es pecado.
Los planes del diligente ciertamente tienden a la abundancia,
y ciertamente va a la pobreza todo el que alocadamente se apresura.
Amontonar tesoros por medio de la mentira
es fugaz ilusión de aquellos que buscan la muerte.
La rapiña de los malvados los destruirá,
por cuanto no quisieron actuar conforme a derecho.
El camino del hombre perverso es torcido y extraño,
pero los hechos del que es puro son rectos.
Mejor es vivir en un rincón del terrado
que en casa espaciosa con mujer pendenciera.
10 El alma del malvado desea el mal;
su prójimo no halla favor en sus ojos.
11 Cuando el escarnecedor es castigado, el simple se hace sabio;
cuando se amonesta al sabio, aprende ciencia.
12 Observa el justo la casa del malvado,
cómo los malvados son trastornados por el mal.
13 El que cierra su oído al clamor del pobre
tampoco será oído cuando clame.
14 La dádiva en secreto calma el enojo;
el regalo discreto, la fuerte ira.
15 Alegría es para el justo practicar la justicia,
pero un desastre para los que cometen iniquidad.
16 El hombre que se aparta del camino de la sabiduría
vendrá a parar en la compañía de los muertos.
17 Caerá en la pobreza el hombre que ama los placeres;
y el que ama el vino y los perfumes no se enriquecerá.

Mateo 21:23-32

La autoridad de Jesús(A)

23 Cuando llegó al Templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se acercaron a él mientras enseñaba, y le preguntaron:

—¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Quién te dio esta autoridad?

24 Respondiendo Jesús, les dijo:

—Yo también os haré una pregunta, y si me la contestáis, también yo os diré con qué autoridad hago estas cosas. 25 El bautismo de Juan, ¿de dónde era? ¿Del cielo o de los hombres?

Ellos entonces discutían entre sí, diciendo:

—Si decimos, “del cielo”, nos dirá: “¿Por qué, pues, no le creísteis?” 26 Y si decimos, “de los hombres”, tememos al pueblo, porque todos tienen a Juan por profeta.

27 Respondiendo a Jesús, dijeron:

—No lo sabemos.

Entonces él les dijo:

—Tampoco yo os digo con qué autoridad hago estas cosas.

Parábola de los dos hijos

28 »Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero le dijo: “Hijo, vete hoy a trabajar en mi viña.” 29 Respondiendo él, dijo: “¡No quiero!” Pero después, arrepentido, fue. 30 Y acercándose al otro le dijo lo mismo; y respondiendo él, dijo: “Sí, señor, voy.” Pero no fue. 31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre?

Dijeron ellos:

—El primero.

Jesús les dijo:

—De cierto os digo que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios, 32 porque vino a vosotros Juan en camino de justicia y no le creísteis; en cambio, los publicanos y las rameras le creyeron. Pero vosotros, aunque visteis esto, no os arrepentisteis después para creerle.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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