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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Salmos 14

Necedad y corrupción del hombre(A)

Al músico principal. Salmo de David

14 Dice el necio en su corazón:
«No hay Dios.»
Se han corrompido, hacen obras despreciables,
no hay quien haga lo bueno.

Jehová miró desde los cielos
sobre los hijos de los hombres,
para ver si había algún entendido
que buscara a Dios.
Todos se desviaron,
a una se han corrompido;
no hay quien haga lo bueno,
no hay ni siquiera uno.

¿No tienen discernimiento todos los que cometen maldad,
que devoran a mi pueblo como si comieran pan
y no invocan a Jehová?
Ellos temblarán de espanto,
porque Dios está con la generación de los justos.
De los planes del pobre se han burlado,
pero Jehová es su esperanza.

¡Ah, si de Sión viniera la salvación de Israel!
Cuando Jehová haga volver a los cautivos de su pueblo,
se gozará Jacob, se alegrará Israel.

2 Samuel 10:13-19

13 Se acercó Joab, y el pueblo que con él estaba, para pelear contra los sirios; pero ellos huyeron delante de él. 14 Entonces los hijos de Amón, viendo que los sirios habían huido, huyeron también ellos ante Abisai y se refugiaron en la ciudad, mientras que Joab dejó de luchar contra los hijos de Amón y volvió a Jerusalén.

15 Pero los sirios, al ver que habían sido derrotados por Israel, se volvieron a reunir. 16 Hadad-ezer mandó a buscar a los sirios que estaban al otro lado del Éufrates, los cuales llegaron a Helam comandados por Sobac, general del ejército de Hadad-ezer. 17 Cuando le fue dado aviso, David reunió a todo Israel, pasó el Jordán y llegó a Helam. Los sirios se pusieron en orden de batalla contra David y pelearon contra él. 18 Pero los sirios huyeron delante de Israel, y David les mató a la gente de setecientos carros, y cuarenta mil hombres de a caballo. Hirió también a Sobac, general del ejército, quien murió allí. 19 Cuando todos los reyes que ayudaban a Hadad-ezer vieron cómo habían caído derrotados ante Israel, hicieron las paces con Israel y les quedaron sometidos. De ahí en adelante, los sirios temieron seguir ayudando a los hijos de Amón.

Juan 4:31-38

31 Entre tanto, los discípulos le rogaban, diciendo:

—Rabí, come.

32 Él les dijo:

—Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis.

33 Entonces los discípulos se decían entre sí:

—¿Le habrá traído alguien de comer?

34 Jesús les dijo:

—Mi comida es que haga la voluntad del que me envió y que acabe su obra. 35 ¿No decís vosotros: “Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega”? Yo os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega. 36 Y el que siega recibe salario y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra se goce juntamente con el que siega. 37 En esto es verdadero el dicho: “Uno es el que siembra y otro es el que siega.” 38 Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron y vosotros habéis entrado en sus labores.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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