Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Salmo de David.
1 Del SEÑOR es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan.
2 Porque él la fundó sobre los mares, y sobre los ríos la afirmó.
3 ¶ ¿Quién subirá al monte del SEÑOR? ¿Y quién estará en el lugar de su santidad?
4 El limpio de manos, y limpio de corazón; el que no tomó en vano mi Nombre, ni juró con engaño.
5 El recibirá bendición del SEÑOR, y justicia del Dios de salud.
6 Esta es la generación de los que le buscan, de los que buscan tu rostro, oh Jacob. (Selah.)
7 ¶ Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria.
8 ¿Quién es este Rey de gloria? El SEÑOR el fuerte y valiente, el SEÑOR el valiente en batalla.
9 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria.
10 ¿Quién es este Rey de gloria? El SEÑOR de los ejércitos, él es el Rey de la gloria. (Selah.)
37 ¶ Hizo también Bezaleel el arca de madera de cedro: su longitud era de dos codos y medio, y de codo y medio su anchura, y su altura de otro codo y medio;
2 y la recubrió de oro puro por dentro y por fuera, y le hizo una cornisa de oro alrededor.
3 Además fundió para ella cuatro anillos de oro a sus cuatro esquinas; en un lado dos anillos y en el otro lado dos anillos.
4 Hizo también las varas de madera de cedro, y las recubrió de oro.
5 Y metió las varas por los anillos a los lados del arca, para llevar el arca.
6 Hizo asimismo el asiento de la reconciliación de oro puro: su longitud de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio.
7 Hizo también los dos querubines de oro, los hizo labrados a martillo, a los dos extremos del asiento de la reconciliación:
8 Un querubín de este lado al extremo, y el otro querubín al otro lado al extremo del asiento de la reconciliación; hizo los querubines a sus dos extremos.
9 Y los querubines extendían sus alas por encima, cubriendo con sus alas el asiento de la reconciliación; y sus rostros el uno enfrente del otro, hacia la cubierta los rostros de los querubines.
10 ¶ Hizo también la mesa de madera de cedro; su longitud de dos codos, y su anchura de un codo, y de codo y medio su altura;
11 y la recubrió de oro puro, y le hizo una cornisa de oro alrededor.
12 Le hizo también una moldura alrededor, del ancho de una mano, a la moldura hizo la cornisa de oro en circunferencia.
13 Le hizo asimismo de fundición cuatro anillos de oro, y los puso a las cuatro esquinas que correspondían a los cuatro pies de ella.
14 Delante de la moldura estaban los anillos, por los cuales se metían las varas para llevar la mesa.
15 E hizo las varas de madera de cedro para llevar la mesa, y las recubrió de oro.
16 También hizo los vasos que habían de estar sobre la mesa, sus platos, y sus cucharas, y sus cubiertos y sus tazones con que se había de cubrir el pan, de oro fino.
2 ¶ Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias;
3 orando también juntamente por nosotros, que el Señor nos abra la puerta de la palabra, para que hablemos el misterio del Cristo, (por el cual aun estoy preso),
4 para que lo manifieste como me conviene hablar.
5 ¶ Andad en sabiduría para con los extraños, ganando la ocasión.
6 Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal; para que sepáis cómo os conviene responder a cada uno.
7 ¶ Todos mis negocios os lo hará saber Tíquico, hermano amado y fiel ministro y conesclavo en el Señor,
8 el cual os he enviado a esto mismo, para que entienda vuestros negocios, y consuele vuestros corazones;
9 con Onésimo, amado y fiel hermano, el cual es de vosotros. Todo lo que acá pasa, os lo harán saber.
10 Aristarco, mi compañero en la prisión, os saluda, y Marcos, el sobrino de Bernabé (acerca del cual habéis recibido mandamientos; si fuere a vosotros, recibidle),
11 y Jesús, el que se llama el Justo; los cuales son de la circuncisión, éstos solos son los que me ayudan en el Reino de Dios, y me han sido consuelo.
12 Os saluda Epafras, el cual es de vosotros, esclavo de Cristo, siempre solícito por vosotros en sus oraciones, para que estéis firmes, perfectos y cumplidos en todo lo que Dios quiere.
13 Porque les doy testimonio, que tiene gran celo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y los que están en Hierápolis.
14 Os saluda Lucas, el médico amado, y Demas.
15 Saludad a los hermanos que están en Laodicea, y a Ninfas, y a la Iglesia que está en su casa.
16 Y cuando esta carta fuere leída entre vosotros, haced que también sea leída en la Iglesia de los laodicenses; y la de Laodicea que la leáis también vosotros.
17 Y decid a Arquipo: Mira que cumplas el ministerio que has recibido en el Señor.
18 La salutación de mi mano, de Pablo. Acordaos de mis prisiones. La gracia sea con vosotros. Amén.
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