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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Salmos 53

Insensatez y maldad de los hombres(A)

Al músico principal; sobre Mahalat. Masquil de David

53 Dice el necio en su corazón:
«No hay Dios.»
Se han corrompido e hicieron abominable maldad;
¡no hay quien haga el bien!

Dios, desde los cielos, miró
sobre los hijos de los hombres,
para ver si había algún entendido
que buscara a Dios.

Cada uno se había vuelto atrás;
todos se habían corrompido;
no hay quien haga el bien,
no hay ni aun uno.

¿No tienen conocimiento todos los que hacen lo malo,
que devoran a mi pueblo como si comieran pan
y a Dios no invocan?

Allí se sobresaltaron de pavor
donde no había miedo,
porque Dios esparció los huesos del que puso asedio contra ti.
Los avergonzaste porque Dios los desechó.

¡Ah, si saliera de Sión la salvación de Israel!
Cuando Dios haga volver de la cautividad a su pueblo,
se gozará Jacob, se alegrará Israel.

1 Samuel 13:23-14

23 Mientras tanto, un destacamento de los filisteos avanzó hasta el paso de Micmas.

14 Aconteció un día, que Jonatán hijo de Saúl, dijo al criado que le traía las armas:

«Ven y pasemos a la guarnición de los filisteos, que está de aquel lado.»

Pero no lo hizo saber a su padre. Saúl se hallaba al extremo de Gabaa, debajo de un granado que hay en Migrón, y las gentes que estaban con él eran como seiscientos hombres. Ahías hijo de Ahitob, hermano de Icabod hijo de Finees hijo de Elí, sacerdote de Jehová en Silo, llevaba el efod.

El pueblo no sabía que Jonatán se había ido. Entre los desfiladeros por donde Jonatán procuraba pasar a la guarnición de los filisteos, había un peñasco agudo de un lado, y otro del otro lado; uno se llamaba Boses y el otro Sene. El primer peñasco estaba situado al norte, hacia Micmas, y el segundo al sur, hacia Gabaa. Dijo, pues, Jonatán a su paje de armas:

—Ven, pasemos a la guarnición de estos incircuncisos; quizá haga algo Jehová por nosotros, pues no es difícil para Jehová dar la victoria, sea con muchos o con pocos.

Su paje de armas le respondió:

—Haz todo lo que tu corazón te dicte; ve, pues aquí estoy a tu disposición.

Dijo entonces Jonatán:

—Vamos a pasar hacia esos hombres para que ellos nos vean. Si nos dicen: “Esperad hasta que lleguemos a vosotros”, entonces nos quedaremos en nuestro lugar, y no subiremos adonde están ellos. 10 Pero si nos dicen: “Subid hacia nosotros”, entonces subiremos, porque Jehová los ha entregado en nuestras manos; esto nos servirá de señal.

11 Los dos se dejaron ver por la guarnición de los filisteos, y estos dijeron: «Mirad a los hebreos que salen de las cavernas donde se habían escondido.» 12 Y los hombres de la guarnición, dirigiéndose a Jonatán y a su paje de armas, les dijeron:

«Subid a nosotros, y os haremos saber una cosa.»

Entonces Jonatán dijo a su paje de armas:

«Sube detrás de mí, porque Jehová los ha entregado en manos de Israel.»

13 Subió Jonatán trepando con sus manos y sus pies, seguido de su paje de armas. A los que caían delante de Jonatán, su paje de armas, que iba detrás de él, los remataba. 14 En esta primera matanza que hicieron Jonatán y su paje de armas cayeron como veinte hombres, y todo en el espacio de una media yugada de tierra. 15 Cundió el pánico en el campamento y por el campo, y entre toda la gente de la guarnición; a los que habían salido en la avanzada también los asaltó el pánico, y la tierra tembló; hubo, pues, gran consternación.

16 Los centinelas de Saúl vieron desde Gabaa de Benjamín cómo la multitud estaba turbada, iba de un lado a otro y se dispersaba. 17 Entonces Saúl dijo al pueblo que estaba con él:

«Pasad ahora revista y ved quién se haya ido de los nuestros.»

Pasaron revista, y vieron que faltaban Jonatán y su paje de armas. 18 Entonces Saúl dijo a Ahías:

«Trae el Arca de Dios.»

Porque el Arca de Dios estaba entonces con los hijos de Israel.

19 Pero aconteció que mientras aún hablaba Saúl con el sacerdote, el alboroto que había en el campamento de los filisteos aumentaba, e iba creciendo cada vez más. Entonces dijo Saúl al sacerdote: «Detén tu mano.»

20 Luego Saúl reunió a todo el pueblo que con él estaba y llegaron hasta el lugar de la batalla. Allí vieron que cada uno había desenvainado su espada contra su compañero y que había gran confusión. 21 Los hebreos que desde tiempo antes habían estado con los filisteos, y que desde los alrededores habían subido con ellos al campamento, se pusieron también del lado de los israelitas que estaban con Saúl y con Jonatán. 22 Asimismo todos los israelitas que se habían escondido en los montes de Efraín, al oír que los filisteos huían, también los persiguieron en aquella batalla, 23 que se extendió hasta Bet-Avén. Así salvó Jehová aquel día a Israel.

Gálatas 6:11-18

Pablo se gloría en la cruz de Cristo

11 Mirad con cuán grandes letras os escribo de mi propia mano. 12 Todos los que quieren agradar en la carne, esos os obligan a que os circuncidéis, solamente para no padecer persecución a causa de la cruz de Cristo, 13 porque ni aun los mismos que se circuncidan guardan la Ley; pero quieren que vosotros os circuncidéis, para gloriarse en vuestra carne. 14 Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo, 15 porque, en Cristo Jesús, ni la circuncisión vale nada ni la incircuncisión, sino la nueva criatura. 16 A todos los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea a ellos, y al Israel de Dios.

17 De aquí en adelante nadie me cause molestias, porque yo llevo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús.

Bendición final

18 Hermanos, la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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