Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Al Vencedor, en Neginot: Salmo de David.
1 Respóndeme cuando llamo, oh Dios de mi justicia. Estando en angustia, tú me hiciste ensanchar; ten misericordia de mí, y oye mi oración.
2 Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia, amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? (Selah.)
3 Sabed pues, que el SEÑOR hizo apartar al pío para sí; el SEÑOR oirá cuando yo a él clamare.
4 Temblad, y no pequéis. Meditad en vuestro corazón sobre vuestra cama, y desistid. (Selah.)
5 Ofreced sacrificios de justicia, y confiad en el SEÑOR.
6 ¶ Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh SEÑOR, la luz de tu rostro.
7 Tú diste alegría en mi corazón, al tiempo que el grano y el mosto de ellos se multiplicó.
8 En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, SEÑOR, me harás estar confiado.
3 ¶ Pedro y Juan subían juntos al Templo a la hora novena, la de la oración.
2 Y un hombre que era cojo desde el vientre de su madre, era traído; al cual ponían cada día a la puerta del Templo que se llama la Hermosa, para que pidiera {lit. misericordia} de los que entraban en el Templo.
3 Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el Templo, rogaba que le dieran limosna.
4 Y Pedro, con Juan, fijando los ojos en él, dijo: Míranos.
5 Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo.
6 Y Pedro dijo: No tengo plata ni oro; mas lo que tengo, esto te doy; en el Nombre de Jesús, el Cristo, el Nazareno, levántate y anda.
7 Y tomándole por la mano derecha le levantó; y luego fueron afirmados sus pies y piernas.
8 Y saltando, se puso en pie, y anduvo; y entró con ellos en el Templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.
9 Y todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios.
10 Y le conocían, que él era el que se sentaba a pedir la limosna a la puerta del Templo, la Hermosa; y fueron llenos de asombro y de espanto por lo que le había acontecido.
24 Y hubo entre ellos una contienda, quién de ellos parecía que había de ser el mayor.
25 Entonces él les dijo: Los reyes de los gentiles se enseñorean de ellos; y los que sobre ellos tienen potestad, son llamados bienhechores;
26 mas vosotros, no así; antes el que es mayor entre vosotros, sea como el más joven; y el que es príncipe, como el que sirve.
27 Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Y yo soy entre vosotros como el que sirve.
28 Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis tentaciones.
29 Yo pues os ordeno el Reino, como mi Padre me lo ordenó a mí,
30 para que comáis y bebáis en mi mesa en mi Reino, y os sentéis sobre tronos juzgando a las doce tribus de Israel.
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