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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Salmos 107:1-16

LIBRO 5

Dios libra de la aflicción

107 Alabad a Jehová, porque él es bueno,
porque para siempre es su misericordia.
Díganlo los redimidos de Jehová,
los que ha redimido del poder del enemigo
y los ha congregado de las tierras,
del oriente y del occidente,
del norte y del sur.

Anduvieron perdidos por el desierto,
por soledad sin camino,
sin hallar ciudad en donde vivir.
Hambrientos y sedientos,
su alma desfallecía en ellos.
    Entonces clamaron a Jehová en su angustia
    y los libró de sus aflicciones.
Los dirigió por camino derecho,
para que llegaran a ciudad habitable.
    ¡Alaben la misericordia de Jehová
    y sus maravillas para con los hijos de los hombres!,
porque sacia al alma menesterosa,
y llena de bien al alma hambrienta.

10 Algunos moraban en tinieblas y en sombra de muerte,
aprisionados en aflicción y en hierros,
11 por cuanto fueron rebeldes a las palabras de Jehová,
y aborrecieron el consejo del Altísimo.
12 Por eso con el trabajo quebrantó sus corazones;
cayeron, y no hubo quien los ayudara.
13     Luego que clamaron a Jehová en su angustia,
    los libró de sus aflicciones;
14 los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte,
y rompió sus prisiones.
15     ¡Alaben la misericordia de Jehová
    y sus maravillas para con los hijos de los hombres!,
16 porque quebrantó las puertas de bronce
y desmenuzó los cerrojos de hierro.

Éxodo 15:22-27

El agua amarga de Mara

22 Moisés hizo partir a Israel del Mar Rojo. Salieron al desierto de Shur y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua. 23 Llegaron a Mara, pero no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.

24 El pueblo se puso a murmurar contra Moisés, diciendo: «¿Qué hemos de beber?» 25 Entonces Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron.

Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó. 26 Les dijo: «Si escuchas atentamente la voz de Jehová, tu Dios, y haces lo recto delante de sus ojos, das oído a sus mandamientos y guardas todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié sobre los egipcios traeré sobre ti, porque yo soy Jehová, tu sanador.»

27 Después llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas y setenta palmeras, y acamparon allí junto a las aguas.

Hebreos 3:1-6

El Hijo, superior a Moisés

Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y Sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús, el cual es fiel al que lo constituyó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios. Porque de tanta mayor gloria que Moisés es estimado digno éste, cuanto mayor honra que la casa tiene el que la hizo. Toda casa es hecha por alguien; pero el que hizo todas las cosas es Dios. Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir; pero Cristo, como hijo, sobre su casa. Y esa casa somos nosotros, con tal que retengamos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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