Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
La serpiente de bronce
4 Después partieron del monte Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom. Pero se desanimó el pueblo por el camino 5 y comenzó a hablar contra Dios y contra Moisés:
«¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y estamos cansados de este pan tan liviano.»
6 Entonces Jehová envió contra el pueblo unas serpientes venenosas que mordían al pueblo, y así murió mucha gente de Israel. 7 Entonces el pueblo acudió a Moisés y le dijo:
«Hemos pecado por haber hablado contra Jehová y contra ti; ruega a Jehová para que aleje de nosotros estas serpientes.»
Moisés oró por el pueblo, 8 y Jehová le respondió:
«Hazte una serpiente ardiente y ponla sobre una asta; cualquiera que sea mordido y la mire, vivirá.»
9 Hizo Moisés una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta. Y cuando alguna serpiente mordía a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y vivía.
LIBRO 5
Dios libra de la aflicción
107 Alabad a Jehová, porque él es bueno,
porque para siempre es su misericordia.
2 Díganlo los redimidos de Jehová,
los que ha redimido del poder del enemigo
3 y los ha congregado de las tierras,
del oriente y del occidente,
del norte y del sur.
17 Fueron afligidos los insensatos
a causa del camino de su rebelión
y a causa de sus maldades;
18 su alma rechazó todo alimento
y llegaron hasta las puertas de la muerte.
19 Pero clamaron a Jehová en su angustia
y los libró de sus aflicciones.
20 Envió su palabra y los sanó;
los libró de su ruina.
21 ¡Alaben la misericordia de Jehová
y sus maravillas para con los hijos de los hombres!
22 ¡Ofrezcan sacrificios de alabanza
y publiquen sus obras con júbilo!
Salvos por gracia
2 Él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia. 3 Entre ellos vivíamos también todos nosotros en otro tiempo, andando en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos; y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos). 6 Juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús, 8 porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. 9 No por obras, para que nadie se gloríe, 10 pues somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.
14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado, 15 para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.
De tal manera amó Dios al mundo
16 »De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna. 17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 18 El que en él cree no es condenado; pero el que no cree ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. 19 Y ésta es la condenación: la luz vino al mundo, pero los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas, 20 pues todo aquel que hace lo malo detesta la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean puestas al descubierto. 21 Pero el que practica la verdad viene a la luz, para que se ponga de manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
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