Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
1 ¶ Alabad al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia.
2 Díganlo los redimidos del SEÑOR, los que ha redimido del poder del enemigo,
3 y los ha congregado de las tierras, del oriente y del occidente, del aquilón y del mar.
17 ¶ Los locos, a causa del camino de su rebelión; y a causa de sus iniquidades fueron afligidos,
18 su alma abominó toda vianda; y llegaron hasta las puertas de la muerte.
19 Mas clamaron al SEÑOR en su angustia; y los salvó de sus aflicciones.
20 Envió su palabra, y los curó, y los libró de sus sepulturas.
21 Alaben al SEÑOR por su misericordia, y sus maravillas para con los hijos de Adán.
22 Y ofrezcan sacrificios de alabanza, y publiquen sus obras con júbilo.
5 Y yo, Daniel, miré, y he aquí otros dos que estaban, el uno a este lado a la orilla del río, y el otro al otro lado a la orilla del río.
6 Y dijo uno al Varón vestido de lienzos, que estaba sobre las aguas del río: ¿Cuándo será el fin de estas maravillas?
7 Y oía al Varón vestido de lienzos, que estaba sobre las aguas del río, el cual alzó su diestra y su siniestra al cielo, y juró por el Viviente en los siglos, que será por tiempo, tiempos, y la mitad. Y cuando se acabare el esparcimiento del poder del pueblo santo, todas estas cosas serán cumplidas.
8 Y yo oí, mas no entendí. Y dije: Señor mío, ¿qué es el cumplimiento de estas cosas?
9 Y dijo: Anda, Daniel, que estas palabras serán cerradas y selladas hasta el tiempo del cumplimiento.
10 Muchos serán limpios, y emblanquecidos, y purgados. Y los impíos se empeorarán, y ninguno de los impíos entenderá, pero entenderán los entendidos.
11 Y desde el tiempo que fuere quitado el continuo sacrificio hasta la abominación de asolamiento, habrá mil doscientos noventa días.
12 Bienaventurado el que esperare, y llegare hasta mil trescientos treinta y cinco días.
13 Y tú irás al fin, y reposarás, y te levantarás en tu suerte (o en tu herencia) al fin de los días.
7 en el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados por las riquezas de su gracia,
8 que sobreabundó en nosotros en toda sabiduría y prudencia,
9 descubriéndonos el misterio de su voluntad, por el buen querer de su voluntad, según lo que se había propuesto en sí mismo,
10 de restaurar todas las cosas por el Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.
11 En él digo, en quien asimismo tuvimos herencia, quien nos señaló desde antes el camino conforme al propósito del que hace todas las cosas según el consejo de su voluntad,
12 para que seamos para alabanza de su gloria, nosotros que antes esperamos en el Cristo.
13 En el cual esperasteis también vosotros oyendo la Palabra de Verdad, el Evangelio de vuestra salud; en el cual también desde que creísteis, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la Promesa,
14 Que es las arras de nuestra herencia, para la redención de la posesión adquirida para alabanza de su gloria.
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