Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Jehová da dominio al rey
Salmo de David
110 Jehová dijo a mi Señor:
«Siéntate a mi diestra,
hasta que ponga a tus enemigos
por estrado de tus pies.»
2 Jehová enviará desde Sión
la vara de tu poder:
«¡Domina en medio de tus enemigos!
3 Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente
en el día de tu mando,
en la hermosura de la santidad.
Desde el seno de la aurora
tienes tú el rocío de tu juventud.»
4 Juró Jehová
y no se arrepentirá:
«Tú eres sacerdote para siempre
según el orden de Melquisedec.»
7 Entonces regresó Moisés, llamó a los ancianos del pueblo y expuso en su presencia todas estas palabras que Jehová le había mandado. 8 Todo el pueblo respondió a una diciendo:
—Haremos todo lo que Jehová ha dicho.
Moisés refirió a Jehová las palabras del pueblo, 9 y Jehová le dijo:
—Yo vendré a ti en una nube espesa, para que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo, y así te crean para siempre.
Moisés refirió las palabras del pueblo a Jehová, 10 y Jehová le dijo:
—Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana. Que laven sus vestidos 11 y estén preparados para el tercer día, porque al tercer día Jehová descenderá a la vista de todo el pueblo sobre el monte Sinaí. 12 Señalarás límites alrededor del pueblo, y dirás: “Guardaos, no subáis al monte ni toquéis sus límites; cualquiera que toque el monte, de seguro morirá.” 13 No lo tocará mano alguna, porque será apedreado o muerto a flechazos; sea animal o sea hombre, no quedará con vida. Cuando resuene la bocina, subirán al monte.
14 Descendió, pues, Moisés del monte al pueblo, y santificó al pueblo y ellos lavaron sus vestidos. 15 Dijo al pueblo:
—Estad preparados para el tercer día, y absteneos de mujer.
16 Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, hubo truenos y relámpagos, una espesa nube cubrió el monte y se oyó un sonido de bocina muy fuerte. Todo el pueblo que estaba en el campamento se estremeció. 17 Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios, y ellos se detuvieron al pie del monte. 18 Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en medio del fuego. El humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía violentamente. 19 El sonido de la bocina se hacía cada vez más fuerte. Moisés hablaba, y Dios le respondía con voz de trueno.
20 Descendió Jehová sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre del monte. Llamó Jehová a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió. 21 Jehová dijo a Moisés:
—Desciende y ordena al pueblo que no traspase los límites para ver a Jehová, porque caerá multitud de ellos. 22 Que también se santifiquen los sacerdotes que se acercan a Jehová, para que Jehová no haga entre ellos estrago.
23 Moisés dijo a Jehová:
—El pueblo no podrá subir al monte Sinaí, porque tú nos has mandado diciendo: “Señala límites al monte y santifícalo.”
24 Pero Jehová le dijo:
—Ve, desciende, y luego subirás junto con Aarón; pero que los sacerdotes y el pueblo no traspasen el límite para subir adonde está Jehová, no sea que haga entre ellos estrago.
25 Entonces Moisés descendió, y se lo dijo al pueblo.
Una salvación tan grande
2 Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. 2 Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, 3 ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, 4 testificando Dios juntamente con ellos, con señales, prodigios, diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.
Copyright © 1995 by United Bible Societies