Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Sólo tú eres Dios
(1a) Oración de David.
86 (1b) Señor, dígnate escucharme,
porque estoy muy triste y pobre;
2 protégeme, pues te soy fiel.
Tú eres mi Dios;
¡salva a este siervo tuyo que en ti confía!
3 Señor, ten compasión de mí,
que a ti clamo a todas horas.
4 Señor, alegra el ánimo de este siervo tuyo,
pues a ti dirijo mi oración.
5 Porque tú, Señor, eres bueno y perdonas;
eres todo amor con los que te invocan.
6 Señor, escucha mi oración,
¡atiende mi plegaria!
7 En mi angustia clamo a ti,
porque tú me respondes.
8 ¡No hay dios comparable a ti, Señor!
¡No hay nada que iguale a tus obras!
9 Oh Señor,
tú has formado a todas las naciones,
y ellas vendrán a ti para adorarte
y para glorificar tu nombre.
10 Porque sólo tú eres Dios;
¡tú eres grande y haces maravillas!
11 Oh Señor, enséñame tu camino,
para que yo lo siga fielmente.
Haz que mi corazón honre tu nombre.
12 Mi Señor y Dios,
te alabaré con todo el corazón
y glorificaré siempre tu nombre.
13 ¡Inmenso es tu amor por mí!
¡Me has librado de caer en el sepulcro!
14 Oh Dios,
una banda de insolentes y violentos,
que no te tienen presente,
se han puesto en contra mía y quieren matarme.
15 Pero tú, Señor,
eres Dios tierno y compasivo,
paciente, todo amor y verdad.
16 Mírame, ¡ten compasión de mí!
¡Salva a este siervo tuyo! ¡Dale tu fuerza!
17 Dame una clara prueba de tu bondad,
y que al verla se avergüencen los que me odian.
¡Tú, Señor, me das ayuda y consuelo!
Agar y su hijo Ismael
16 Sarai no podía darle hijos a su esposo Abram, pero tenía una esclava egipcia que se llamaba Agar. 2 Entonces le dijo a Abram:
—Mira, el Señor no me ha permitido tener hijos, pero te ruego que te unas a mi esclava Agar, pues tal vez tendré hijos por medio de ella.
Abram aceptó lo que Sarai le dijo, 3 y entonces ella tomó a Agar la egipcia y se la dio como mujer a Abram, cuando ya hacía diez años que estaban viviendo en Canaán. 4 Abram se unió a Agar, la cual quedó embarazada; pero cuando se dio cuenta de su estado comenzó a mirar a su señora con desprecio. 5 Entonces Sarai le dijo a Abram:
—¡Tú tienes la culpa de que Agar me desprecie! Yo misma te la di por mujer, y ahora que va a tener un hijo se cree más que yo. Que el Señor diga quién tiene la culpa, si tú o yo.
6 Y Abram le contestó:
—Mira, tu esclava está en tus manos; haz con ella lo que mejor te parezca.
Entonces Sarai comenzó a maltratarla tanto, que Agar huyó. 7 Pero un ángel del Señor la encontró en el desierto, junto al manantial que está en el camino de Sur, 8 y le preguntó:
—Agar, esclava de Sarai, ¿de dónde vienes, y a dónde vas?
—Estoy huyendo de mi señora Sarai —contestó ella.
9 Entonces el ángel del Señor le dijo:
—Regresa al lado de tu señora, y obedécela en todo.
10 Además el ángel del Señor le dijo:
«Aumentaré tanto tus descendientes,
que nadie los podrá contar.
11 Estás encinta y tendrás un hijo,
y le pondrás por nombre Ismael,
porque el Señor escuchó tu aflicción.
12 Será arisco como un potro salvaje;
luchará contra todos, y todos contra él;
pero él afirmará su casa
aunque sus hermanos se opongan.»
13 Como Agar había hablado con el Señor, le llamó «el Dios que ve», pues se decía: «Dios me ha visto y todavía estoy viva.» 14 También por eso el pozo se llama: «Pozo del que vive y me ve». Este pozo está entre Cadés y Béred.
Jesús bendice a los niños(A)
15 También le llevaban niñitos a Jesús, para que los tocara; pero cuando los discípulos lo vieron, comenzaron a reprender a quienes los llevaban. 16 Entonces Jesús los llamó y dijo:
—Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. 17 Les aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.