Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Exhortación a la gratitud
Salmo de acción de gracias
100 Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.
2 Servid a Jehová con alegría;
venid ante su presencia con regocijo.
3 Reconoced que Jehová es Dios;
él nos hizo y no nosotros a nosotros mismos;
pueblo suyo somos y ovejas de su prado.
4 Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con alabanza.
¡Alabadlo, bendecid su nombre!,
5 porque Jehová es bueno;
para siempre es su misericordia,
y su fidelidad por todas las generaciones.
15 Y bendijo a José, diciendo:
«El Dios en cuya presencia
anduvieron mis padres Abraham e Isaac,
el Dios que me mantiene
desde que yo soy hasta este día,
16 el Ángel que me liberta de todo mal,
bendiga a estos jóvenes.
Sea perpetuado en ellos mi nombre
y el nombre de mis padres Abraham e Isaac,
y multiplíquense y crezcan en medio de la tierra.»
17 Al ver José que su padre ponía la mano derecha sobre la cabeza de Efraín, se sintió disgustado; y tomó la mano de su padre para cambiarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de Manasés. 18 Y dijo José a su padre:
—Así no, padre mío, porque éste es el primogénito; pon tu mano derecha sobre su cabeza.
19 Pero su padre no quiso hacerlo, y le respondió:
—Lo sé, hijo mío, lo sé; también él llegará a ser un pueblo, y será también grande; pero su hermano menor será más grande que él, y su descendencia formará multitud de naciones.
20 Y los bendijo aquel día, diciendo:
—Que con vuestro nombre se bendiga en Israel, y se diga: “Hágate Dios como a Efraín y como a Manasés.”
Y puso a Efraín antes de Manasés.
21 Luego dijo Israel a José:
—Yo muero; pero Dios estará con vosotros y os hará volver a la tierra de vuestros padres. 22 A ti te he dado una parte más que a tus hermanos, la cual tomé al amorreo con mi espada y con mi arco.
El cántico de los 144 mil
14 Después miré, y vi que el Cordero estaba de pie sobre el monte de Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. 2 Oí una voz del cielo como el estruendo de muchas aguas y como el sonido de un gran trueno. La voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. 3 Cantaban un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Nadie podía aprender el cántico, sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra. 4 Éstos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son vírgenes. Son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Éstos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero. 5 En sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios.
El mensaje de los tres ángeles
6 En medio del cielo vi volar otro ángel que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los habitantes de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo. 7 Decía a gran voz: «¡Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado. Adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas!»
8 Otro ángel lo siguió, diciendo: «Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación.»
9 Y un tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: «Si alguno adora a la bestia y a su imagen y recibe la marca en su frente o en su mano, 10 él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero. 11 El humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. No tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.»
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