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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Jueces 4:1-7

Débora y Barac derrotan a Sísara

Después de la muerte de Aod, los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, así que Jehová los entregó en manos de Jabín, rey de Canaán, quien reinaba en Hazor. El capitán de su ejército se llamaba Sísara y vivía en Haroset-goim. Entonces los hijos de Israel clamaron a Jehová, porque Jabín tenía novecientos carros de hierro y había oprimido con crueldad a los hijos de Israel por veinte años.

Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, mujer de Lapidot, la cual acostumbraba sentarse bajo una palmera (conocida como la palmera de Débora), entre Ramá y Bet-el, en los montes de Efraín; y los hijos de Israel acudían a ella en busca de justicia.

Un día, Débora envió a llamar a Barac hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo:

—¿No te ha mandado Jehová, Dios de Israel, diciendo: “Ve, junta a tu gente en el monte Tabor y toma contigo diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de Zabulón. Yo atraeré hacia ti, hasta el arroyo Cisón, a Sísara, capitán del ejército de Jabín, con sus carros y su ejército, y lo entregaré en tus manos”?

Salmos 123

Plegaria pidiendo misericordia

Cántico gradual

123 A ti alcé mis ojos,
a ti que habitas en los cielos.
Como los ojos de los siervos miran la mano de sus señores,
y como los ojos de la sierva, la mano de su señora,
así miran nuestros ojos a Jehová, nuestro Dios,
hasta que tenga misericordia de nosotros.

Ten misericordia de nosotros, Jehová, ten misericordia de nosotros,
porque estamos muy hastiados del menosprecio.
Hastiada está nuestra alma de la burla de los que están satisfechos,
y del menosprecio de los soberbios.

1 Tesalonicenses 5:1-11

Acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba, porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche. Cuando digan: «Paz y seguridad», entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.

Pero vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás, sino vigilemos y seamos sobrios, pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de la fe y del amor, y con la esperanza de salvación como casco. Dios no nos ha puesto para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, 10 quien murió por nosotros para que ya sea que vigilemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él. 11 Por lo cual, animaos unos a otros y edificaos unos a otros, así como lo estáis haciendo.

Mateo 25:14-30

Parábola de los talentos

14 »El reino de los cielos es como un hombre que, yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. 15 A uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. 16 El que recibió cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. 17 Asimismo el que recibió dos, ganó también otros dos. 18 Pero el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.

19 »Después de mucho tiempo regresó el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos. 20 Se acercó el que había recibido cinco talentos y trajo otros cinco talentos, diciendo: “Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos.” 21 Su señor le dijo: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor.” 22 Se acercó también el que había recibido dos talentos y dijo: “Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos.” 23 Su señor le dijo: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor.” 24 Pero acercándose también el que había recibido un talento, dijo: “Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; 25 por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo.” 26 Respondiendo su señor, le dijo: “Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré y que recojo donde no esparcí. 27 Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros y, al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. 28 Quitadle, pues, el talento y dadlo al que tiene diez talentos, 29 porque al que tiene, le será dado y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. 30 Y al siervo inútil echadlo en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.”

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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