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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Salmos 139:13-18

13 Tú formaste mis entrañas;
me hiciste en el vientre de mi madre.
14 Te alabaré, porque formidables y maravillosas son tus obras;
estoy maravillado
y mi alma lo sabe muy bien.
15 No fue encubierto de ti mi cuerpo,
aunque en oculto fui formado
y entretejido en lo más profundo de la tierra.
16 Mi embrión vieron tus ojos,
y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
que fueron luego formadas,
sin faltar ni una de ellas.
17 ¡Cuán preciosos, Dios, me son tus pensamientos!
¡Cuán grande es la suma de ellos!
18 Si los enumero, se multiplican más que la arena.
Yo despierto y aún estoy contigo.

Génesis 32:3-21

Envió Jacob mensajeros por delante al encuentro de su hermano Esaú, a la tierra de Seir, campo de Edom. Y los mandó diciendo: «Diréis a mi señor Esaú: “Así dice tu siervo Jacob: ‘Con Labán he vivido, y con él he estado hasta ahora; tengo vacas, asnos, ovejas, siervos y siervas; y envío este mensaje a mi señor, para hallar gracia en tus ojos.’”»

Los mensajeros regresaron a Jacob, y le dijeron:

—Fuimos a ver a tu hermano Esaú; él también viene a recibirte, y cuatrocientos hombres vienen con él.

Jacob tuvo entonces gran temor y se angustió; distribuyó en dos campamentos el pueblo que tenía consigo, y las ovejas, las vacas y los camellos, porque pensó: «Si viene Esaú contra un campamento y lo ataca, el otro campamento escapará.»

Luego dijo Jacob: «Dios de mi padre Abraham y Dios de mi padre Isaac, Jehová, que me dijiste: “Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y yo te haré bien”, 10 ¡no merezco todas las misericordias y toda la verdad con que has tratado a tu siervo!; pues con mi cayado pasé este Jordán, y ahora he de atender a dos campamentos. 11 Líbrame ahora de manos de mi hermano, de manos de Esaú, porque le temo; no venga acaso y me hiera a la madre junto con los hijos. 12 Y tú has dicho: “Yo te haré bien, y tu descendencia será como la arena del mar, que por ser tanta no se puede contar.”»

13 Durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un regalo para su hermano Esaú: 14 doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros, 15 treinta camellas paridas con sus crías, cuarenta vacas y diez novillos, veinte asnas y diez borricos. 16 Lo entregó a sus siervos, cada manada por separado, y dijo a sus siervos:

—Pasad delante de mí y poned espacio entre manada y manada.

17 Mandó al primero, diciendo:

—Si mi hermano Esaú te encuentra y te pregunta: “¿De quién eres? ¿Y adónde vas? ¿Y para quién es esto que llevas delante de ti?”, 18 entonces dirás: “Es un regalo que tu siervo Jacob envía a mi señor Esaú. También él viene detrás de nosotros.”

19 Mandó también al segundo, al tercero y a todos los que iban detrás de aquellas manadas, diciendo:

—Esto mismo diréis a Esaú, cuando lo halléis. 20 Y diréis también: “Tu siervo Jacob viene detrás de nosotros.”

Pues Jacob pensó: «Apaciguaré su ira con el regalo que va delante de mí, y después veré su rostro. Quizá así me acepte.» 21 Pasó, pues, el regalo delante de él, y él durmió aquella noche en el campamento.

Apocalipsis 14:12-20

12 Aquí está la perseverancia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.

13 Y oí una voz que me decía desde el cielo: «Escribe: “Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor.” Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.»

La tierra es segada

14 Miré, y vi una nube blanca. Sentado sobre la nube, uno semejante al Hijo del hombre, que llevaba en la cabeza una corona de oro y en la mano una hoz aguda. 15 Y otro ángel salió del templo gritando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: «¡Mete tu hoz y siega, porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura!» 16 El que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra y la tierra fue segada.

17 Otro ángel salió del templo que está en el cielo, llevando también una hoz aguda. 18 Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que llevaba la hoz aguda, diciendo: «¡Mete tu hoz aguda y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras!» 19 El ángel metió su hoz en la tierra, vendimió la viña de la tierra y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. 20 El lagar fue pisado fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre que llegó hasta los frenos de los caballos en una extensión de mil seiscientos estadios.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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