Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Mictam de David.
1 Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.
2 Di al SEÑOR: Señor tú eres mi bien; no tengo otro bien fuera de ti.
3 A los santos que están en la tierra, y a los íntegros; toda mi afición en ellos.
4 Multiplicarán sus dolores los que se apresuraren tras otro dios; no ofreceré yo sus libaciones de sangre, ni en mis labios tomaré sus nombres.
5 El SEÑOR es la porción de mi parte y de mi copa; tú sustentarás mi suerte.
6 Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, así mismo la heredad se hermoseó sobre mí.
7 Bendeciré al SEÑOR, que me aconseja; aun en las noches me enseña mis riñones.
8 ¶ Al SEÑOR he puesto siempre delante de mí; porque estando El a mi diestra, no seré conmovido.
9 Por tanto se alegró mi corazón, y se gozó mi gloria; también mi carne reposará segura.
10 Porque no dejarás mi alma en el Seol; ni darás tu Misericordioso para que vea corrupción.
11 Me harás saber la senda de la vida; plenitud de alegrías hay con tu rostro; deleites en tu diestra para siempre.
9 ¿Qué es tu amado más que los otros amados, oh la más hermosa de todas las mujeres? ¿Qué es tu amado más que los otros amados, que así nos conjuras?
10 Mi amado es blanco y rubio, señalado entre los diez millares del ejército.
11 Su cabeza, es como oro finísimo; sus cabellos crespos, negros como el cuervo.
12 Sus ojos, son como palomas junto a los arroyos de las aguas, que se lavan con leche; como palomas que están junto a la abundancia.
13 Sus mejillas, son como una era de especias aromáticas, como fragantes flores; sus labios, son como lirios que destilan mirra que trasciende.
14 Sus manos, son como anillos de oro engastados de jacintos; su vientre, es como blanco marfil cubierto de zafiros.
15 Sus piernas, son como columnas de mármol fundadas sobre basas de fino oro; su vista es como el Líbano, escogido como los cedros.
16 Su paladar, dulcísimo: y todo él codiciable. Tal es mi amado, tal es mi compañero, oh doncellas de Jerusalén.
6 ¿Donde se ha ido tu amado, oh, tú la más hermosa de todas las mujeres? ¿Adónde se apartó tu amado, y le buscaremos contigo?
2 Mi amado descendió a su huerto, a las eras de las especias, para apacentar en los huertos, y para recoger los lirios.
3 Yo soy de mi amado, y mi amado es mío; él apacienta entre los lirios.
15 ¶ Además os declaro, hermanos, el Evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también están firmes;
2 por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, estáis siendo salvos, si no creisteis en vano.
3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo yo aprendí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;
5 y que apareció a Cefas, y después a los doce.
6 Después apareció a más de quinientos hermanos juntos; de los cuales muchos viven aún, y otros ya han muerto.
7 Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles.
8 Y a la postre de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.
9 Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí la Iglesia de Dios.
10 Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia hacía mí no ha sido en vano para conmigo; antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios que fue conmigo.
11 Porque, o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído.
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