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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Salmos 119:105-112

Nun

105 Lámpara es a mis pies tu palabra
y lumbrera a mi camino.
106 Juré y ratifiqué
que guardaré tus justos juicios.
107 ¡Afligido estoy en gran manera!
¡Vivifícame, Jehová, conforme a tu palabra!
108 Te ruego, Jehová, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca
y que me enseñes tus juicios.
109 Mi vida está de continuo en peligro,
pero no me he olvidado de tu Ley.
110 Me pusieron lazo los impíos,
pero yo no me desvié de tus mandamientos.
111 Por heredad he tomado tus testimonios para siempre,
porque son el gozo de mi corazón.
112 Mi corazón incliné a cumplir tus estatutos
de continuo, hasta el fin.

Proverbios 6:6-23

»Mira la hormiga, perezoso,
observa sus caminos y sé sabio:
Ella, sin tener capitán,
gobernador ni señor,
prepara en el verano su comida,
recoge en el tiempo de la siega su sustento.
Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir?
¿Cuándo te levantarás del sueño?
10 Un poco de sueño, dormitar otro poco,
y otro poco descansar mano sobre mano:
11 así te llegará la miseria como un vagabundo,
la pobreza como un hombre armado.

12 »El hombre malo, el hombre depravado,
es el que anda en perversidad de boca;
13 que guiña los ojos, que habla con los pies,
que hace señas con los dedos.
14 Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal en todo tiempo;
siembra las discordias.
15 Por tanto, su calamidad vendrá de repente;
súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio.

16 »Seis cosas aborrece Jehová,
y aun siete le son abominables:
17 los ojos altivos, la lengua mentirosa,
las manos que derraman sangre inocente,
18 el corazón que maquina pensamientos inicuos,
los pies que corren presurosos al mal,
19 el testigo falso, que dice mentiras,
y el que siembra discordia entre hermanos.

Amonestación contra el adulterio

20 »Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre
y no abandones la enseñanza de tu madre.
21 Átalos siempre a tu corazón,
enlázalos a tu cuello.
22 Te guiarán cuando camines,
te guardarán cuando duermas
y hablarán contigo cuando despiertes.
23 Porque el mandamiento es lámpara,
la enseñanza es luz,
y camino de vida son las reprensiones que te instruyen

Juan 8:12-30

Jesús, la luz del mundo

12 Otra vez Jesús les habló, diciendo:

—Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

13 Entonces los fariseos le dijeron:

—Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es válido.

14 Respondió Jesús y les dijo:

—Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es válido, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo ni a dónde voy. 15 Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie. 16 Y si yo juzgo, mi juicio es según la verdad, porque no soy yo solo, sino yo y el Padre que me envió. 17 Y en vuestra Ley está escrito que el testimonio de dos hombres es válido. 18 Yo soy el que doy testimonio de mí mismo. También el Padre que me envió da testimonio de mí.

19 Ellos le dijeron:

—¿Dónde está tu padre?

Respondió Jesús:

—Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocierais, también a mi Padre conoceríais.

20 Estas palabras habló Jesús en el lugar de las ofrendas, enseñando en el Templo; y nadie lo prendió, porque aún no había llegado su hora.

A donde yo voy, vosotros no podéis ir

21 Otra vez les dijo Jesús:

—Yo me voy, y me buscaréis, pero en vuestro pecado moriréis; a donde yo voy, vosotros no podéis ir.

22 Decían entonces los judíos:

—¿Acaso pensará matarse, que dice: “A donde yo voy, vosotros no podéis ir”?

23 Y les dijo:

—Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. 24 Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.

25 Entonces le dijeron:

—Tú, ¿quién eres?

Entonces Jesús les dijo:

—Lo que desde el principio os he dicho. 26 Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros; pero el que me envió es verdadero, y yo, lo que he oído de él, esto hablo al mundo.

27 Pero no entendieron que les hablaba del Padre.

28 Les dijo, pues, Jesús:

—Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces conoceréis que yo soy y que nada hago por mí mismo, sino que, según me enseñó el Padre, así hablo, 29 porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.

30 Al hablar él estas cosas, muchos creyeron en él.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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