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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Salmos 40:1-11

Alabanza por la liberación divina(A)

Al músico principal. Salmo de David

40 Pacientemente esperé a Jehová,
y se inclinó a mí y oyó mi clamor,
y me hizo sacar del pozo de la desesperación,
del lodo cenagoso;
puso mis pies sobre peña
y enderezó mis pasos.
Puso luego en mi boca cántico nuevo,
alabanza a nuestro Dios.
Verán esto muchos y temerán,
y confiarán en Jehová.

¡Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza
y no mira a los soberbios
ni a los que se desvían tras la mentira!
Has aumentado, Jehová, Dios mío, tus maravillas
y tus pensamientos para con nosotros.
No es posible contarlos ante ti.
Aunque yo los anunciara y hablara de ellos,
no podrían ser enumerados.

Sacrificio y ofrenda no te agradan;
has abierto mis oídos;
holocausto y expiación no has demandado.
Entonces dije: «He aquí, vengo;
en el rollo del libro está escrito de mí;
el hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado,
y tu Ley está en medio de mi corazón.»

He anunciado justicia en la gran congregación;
he aquí, no refrené mis labios,
Jehová, tú lo sabes.
10 No encubrí tu justicia dentro de mi corazón;
he publicado tu fidelidad y tu salvación;
no oculté tu misericordia y tu verdad en la gran congregación.

11 Jehová, no apartes de mí tu misericordia;
tu misericordia y tu verdad me guarden siempre,

Génesis 27:30-38

30 Aconteció, luego que Isaac acabó de bendecir a Jacob, y apenas había salido Jacob de delante de su padre Isaac, que Esaú, su hermano, volvió de cazar. 31 E hizo él también un guisado, lo trajo a su padre y le dijo:

—Levántese mi padre y coma de la caza de su hijo, para que me bendiga.

32 Entonces Isaac, su padre, le dijo:

—¿Quién eres tú?

Y él le dijo:

—Yo soy tu hijo, Esaú, tu primogénito.

33 Entonces se estremeció Isaac grandemente, y dijo:

—¿Quién es el que vino aquí, que trajo caza, y me dio y comí de todo antes que tú vinieras? Yo lo bendije, y será bendito.

34 Cuando Esaú oyó las palabras de su padre, lanzó una muy grande y muy amarga exclamación, y le dijo:

—Bendíceme también a mí, padre mío.

35 Éste le dijo:

—Vino tu hermano con engaño y tomó tu bendición.

36 Esaú respondió:

—Bien llamaron su nombre Jacob, pues ya me ha suplantado dos veces: se apoderó de mi primogenitura y ahora ha tomado mi bendición.

Y añadió:

—¿No has guardado bendición para mí?

37 Isaac respondió a Esaú, diciéndole:

—Yo lo he puesto por señor tuyo, y le he dado por siervos a todos sus hermanos; de trigo y de vino lo he provisto; ¿qué, pues, haré por ti ahora, hijo mío?

38 Dijo entonces Esaú a su padre:

—¿No tienes más que una sola bendición, padre mío? ¡Bendíceme también a mí, padre mío!

Y alzó Esaú la voz, y lloró.

Hechos 1:1-5

La promesa del Espíritu Santo

En mi primer escrito, Teófilo, me referí a todas las cosas que Jesús hizo y enseñó desde el comienzo hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido. A ellos también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios.

Y estando juntos, les ordenó:

—No salgáis de Jerusalén, sino esperad la promesa del Padre, la cual oísteis de mí, porque Juan ciertamente bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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