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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Salmos 129

Salmo 129 (128)

El Señor es justo

129 Cántico de peregrinación.
Desde mi juventud fueron muchos mis rivales,
—Israel es testigo—;
desde mi juventud fueron muchos mis rivales,
mas no han podido conmigo.
Labradores araron mi espalda,
abrieron sus largos surcos.
Pero el Señor es justo,
ha roto el yugo de los malvados.
¡Que se avergüencen y huyan
cuantos odian a Sión!
Que sean como hierba del tejado
que antes de arrancarla se seca
y no llena la mano del segador,
ni el regazo de quien ata las gavillas;
tampoco los que pasan dicen:
“¡Que los bendiga el Señor;
en nombre del Señor los bendecimos!”.

Jeremías 38:14-28

Última entrevista con Sedecías

14 El rey Sedecías mandó traer a su presencia al profeta Jeremías, a la tercera entrada del Templo del Señor y, una vez allí, le dijo:

— Te quiero preguntar una cosa. No me mientas en nada.

15 Jeremías respondió a Sedecías:

— Si te digo la verdad, seguramente me matarás; y si te doy un consejo, no me harás caso.

16 El rey Sedecías hizo un juramento a Jeremías, sin que nadie lo oyera:

— ¡Por vida del Señor, al que debemos la existencia, que no te mataré ni te entregaré en manos de esos hombres que quieren quitarte la vida!

17 Entonces Jeremías habló así a Sedecías:

— Así dice el Señor del universo, Dios de Israel: Si sales y te entregas a los oficiales del rey de Babilonia, conservarás la vida; y además esta ciudad no será entregada a las llamas. Conservarás la vida junto con tu familia. 18 Pero si no sales y te entregas a los oficiales del rey de Babilonia, esta ciudad será entregada en manos de los caldeos y acabará siendo pasto de las llamas. Y tú no conseguirás escapar de sus manos.

19 El rey Sedecías respondió a Jeremías:

— Tengo miedo de ser entregado a judaítas que se hayan pasado a los caldeos; pues me maltratarían.

20 Contestó Jeremías:

— No te entregarán en sus manos. Haz caso de lo que te dice el Señor a través de mí, pues te irá bien y conservarás la vida. 21 Pero si te niegas a salir y entregarte, escucha la palabra que me ha comunicado el Señor: 22 Todas las mujeres que quedan en el palacio del rey de Judá serán sacadas y entregadas a los oficiales del rey de Babilonia, y dirán así:

“Te han engañado y vencido
los que eran tus íntimos amigos:
tus pies se han hundido en el fango,
pero ellos se batieron en retirada”.

23 Todas tus mujeres y tus hijos caerán en poder de los caldeos, y tú no podrás escapar. Caerás en manos del rey de Babilonia, y esta ciudad será incendiada.

24 Dijo Sedecías a Jeremías:

— Que nadie se entere de esto que me acabas de decir, de lo contrario morirás. 25 Y si los dignatarios se enteran de que he hablado contigo y van a preguntarte: “¿Qué has hablado con el rey y qué te ha dicho?, si nos ocultas algo te mataremos”, 26 tú les responderás: “Le estaba suplicando al rey que no me hiciese volver a casa de Jonatán, pues moriría allí”.

27 Los dignatarios fueron a interrogar a Jeremías, y él les respondió conforme a las instrucciones del rey. Ellos callaron y se fueron, pues el asunto no había trascendido. 28 Jeremías se quedó en el patio de la guardia hasta que Jerusalén fue conquistada.

1 Corintios 6:1-11

Los pleitos entre cristianos

¿Cómo es que, cuando tienen un pleito entre ustedes, llevan el asunto a un tribunal no cristiano, en lugar de resolverlo entre creyentes? ¿Es que no saben que son los creyentes quienes juzgarán al mundo? Si, pues, van a ser jueces del mundo, ¿no serán competentes para tratar estos pleitos de menor cuantía? ¡Hasta a ángeles tendremos que juzgar! ¡Pues con mayor razón asuntos concernientes a la vida ordinaria! Y sin embargo, cuando tienen pleitos de este tipo, escogen para resolverlos a los que nada significan para la Iglesia. Se lo digo a ustedes para su propia vergüenza. ¿Es que no hay entre ustedes ni siquiera uno capaz de resolver estos litigios entre hermanos? ¡Pleitean hermano contra hermano y, por si fuera poco, ante jueces no cristianos! Ya es una lástima que se den pleitos entre ustedes, cuando deberían soportar pacientemente la injusticia y hacer la vista gorda si alguno los estafa. ¡Pero no! Son ustedes mismos los injustos y los estafadores, y, para colmo, lo son con sus propios hermanos.

¿Ignoran acaso que los que hacen el mal no tendrán parte en el reino de Dios? No se llamen a engaño: ni los lujuriosos, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios. 11 Y esto es lo que antes eran algunos de ustedes. Pero han sido purificados, consagrados y restablecidos por Dios en su amistad en nombre de Jesucristo, el Señor, y por la acción del Espíritu de nuestro Dios.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España