Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Salmo 139 (138)
Tú me sondeas y me conoces
139 Al maestro del coro. Salmo de David.
Señor, tú me sondeas y me conoces,
2 tú sabes si me siento o me levanto,
tú, desde lejos, conoces mis pensamientos.
3 Distingues si camino o reposo,
todas mis sendas te son familiares.
4 No está aún la palabra en mi lengua
y tú, Señor, la conoces bien.
5 Me rodeas por delante y por detrás,
posas tu mano sobre mí.
6 Me supera este saber admirable,
tan elevado que no puedo entenderlo.
13 Tú creaste mis entrañas,
en el seno de mi madre me tejiste.
14 Te alabo, pues me asombran tus portentos,
son tus obras prodigiosas: lo sé bien.
15 Tú nada desconocías de mí,
que fui creado en lo oculto,
tejido en los abismos de la tierra.
16 Veían tus ojos cómo me formaba,
en tu libro estaba todo escrito;
estaban ya trazados mis días
cuando aún no existía ni uno de ellos.
17 ¡Qué profundos me son tus pensamientos,
Dios mío, qué numerosos todos juntos!
18 Los contaría, pero son más que la arena;
yo me despierto y tú sigues conmigo.
El tema del nuevo éxodo
14 Vienen días —oráculo del Señor— en que ya no se jurará: “Por vida del Señor, que hizo subir a los israelitas del país de Egipto”, 15 sino: “Por vida del Señor, que hizo subir a los israelitas de un país del norte y de todos los países por donde los dispersó”. Y los haré volver a su tierra, la que di a sus antepasados.
Castigo de los culpables y conversión de los paganos
16 Voy a enviar a muchos pescadores —oráculo del Señor— a que los pesquen, y después enviaré a muchos cazadores a que los cacen por montes y colinas, y por las hendiduras de las rocas. 17 Vigilo su conducta, nada se me escapa; su maldad no puede esconderse a mis ojos. 18 Les haré pagar el doble por su culpa y su pecado, por haber profanado mi tierra con la carroña de sus ídolos y haber llenado mi heredad con sus abominaciones.
19 Señor, fuerza y fortaleza mías,
mi amparo cuando llega el peligro.
A ti acudirán los paganos
de todos los rincones de la tierra
diciendo: “Sólo mentira
es el legado de nuestros antepasados:
pura nadería, inutilidad completa”.
20 ¿Puede alguien fabricarse dioses?
¡Pero si esos no son dioses!
21 Por eso, voy a enseñarles,
esta vez voy a mostrarles
mi fuerza y mi poder,
y reconocerán que mi nombre es “el Señor”.
Pecado de Judá y fuego del Señor
17 El pecado de Judá está escrito
con un punzón de hierro,
grabado con punta de diamante
sobre la tabla de su corazón,
en los ángulos de los altares.
2 Lo que sus hijos recuerdan
son sus altares y Aseras
junto a todo árbol frondoso,
sobre elevadas colinas,
3 en los cabezos del campo.
Voy a entregar al pillaje
tu riqueza y tus tesoros
pues pecabas en tus cerros,
en todo tu territorio.
4 Haré que abandones tu tierra,
la heredad que te otorgué;
haré que sirvas a tus enemigos
en un país desconocido,
pues mi cólera arde como fuego
y ha prendido para siempre.
Noticias
7 De mi situación les informará Tíquico, el hermano querido y fiel compañero mío en el servicio cristiano. 8 Se lo envío expresamente para que tengan noticia de mis cosas y para que los anime. 9 Con él va Onésimo, paisano de ustedes, no menos fiel y querido. Ellos les informarán de todo cuanto sucede por aquí.
10 Los saluda Aristarco, mi compañero de prisión, y Marcos, el primo de Bernabé. En caso de que Marcos vaya a visitarlos, acójanlo con cariño según les indiqué. 11 Los saluda Jesús, de sobrenombre Justo. Entre los conversos del judaísmo, sólo estos tres trabajan conmigo en la extensión del reino de Dios, y no ha sido pequeña la satisfacción que me han proporcionado. 12 Saludos de Epafras, paisano de ustedes y siervo de Cristo Jesús; es de ver con qué ahínco ruega por ustedes para que se mantengan firmes en el pleno y perfecto cumplimiento de la voluntad de Dios. 13 Soy testigo de lo mucho que se preocupa por ustedes, y también por los de Hierápolis y Laodicea. 14 Los saludan Lucas, el médico tan querido, y Dimas.
15 Saludos a los hermanos de Laodicea, a Ninfa y a la iglesia que se reúne en su casa. 16 Cuando hayan leído esta carta, procuren que sea leída también en la iglesia de Laodicea; y, en cuanto a ustedes, lean también la que les llegue de Laodicea. 17 Díganle a Arquipo que desempeñe con esmero el ministerio que el Señor le ha encomendado.
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España