Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Al Vencedor: sobre Gitit: Salmo de Asaf.
1 Cantad a Dios, fortaleza nuestra; al Dios de Jacob celebrad con júbilo.
10 Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto; abre tu boca, y yo la llenaré.
11 Mas mi pueblo no oyó mi voz, e Israel no me quiso a mí.
12 Los dejé por tanto a la dureza de su corazón; caminaron en sus consejos.
13 ¡Oh, si mi pueblo me oyera, si Israel anduviera en mis caminos!
14 En una nada derribara yo sus enemigos, y volviera mi mano sobre sus adversarios.
15 Los aborrecedores del SEÑOR se le hubieran sometido; y el tiempo de ellos fuera para siempre.
16 Y Dios les hubiera sustentado con lo mejor del trigo; y de miel de la piedra te hubiera saciado.
12 Justo eres tú, oh SEÑOR, aunque yo dispute contigo; hablaré empero juicios contigo. ¿Por qué es prosperado el camino de los impíos? Tienen paz todos los que se rebelan completamente contra ti.
2 Los plantaste, y echaron raíces; progresaron, e hicieron fruto; cercano estás tú en sus bocas, mas lejos de sus riñones.
3 Y tú, oh SEÑOR, me conoces; me viste, y probaste mi corazón para contigo; arráncalos como a ovejas para el degolladero, y señálalos para el día de la matanza.
4 ¿Hasta cuándo estará desierta la tierra, y marchita la hierba de todo el campo por la maldad de los que en ella moran? Faltaron los ganados, y las aves; porque dijeron: No verá él nuestras postrimerías.
5 Si corriste con los de a pie, y te cansaron, ¿cómo contenderás con los caballos? Y si en la tierra de paz donde estabas quieto te cansaron, ¿cómo harás en la hinchazón del Jordán?
6 Porque aun tus hermanos y la casa de tu padre, aun ellos se levantaron contra ti, aun ellos dieron voces en pos de ti, oh congregación. No les creas, cuando bien te hablaren.
7 Dejé mi casa, desamparé mi heredad, entregué lo que amaba mi alma en manos de sus enemigos.
8 Fue para mí mi heredad como león en breña; contra mí dio su voz; por tanto la aborrecí.
9 ¿Me es por ventura mi heredad ave de muchos colores? ¿No están contra ella aves en derredor? Venid, reuníos, vosotras todas las bestias del campo, venid a devorarla.
10 Muchos pastores destruyeron mi viña, hollaron mi heredad, tornaron en desierto y soledad mi heredad preciosa.
11 La tornó en asolamiento, lloró contra mí, asolada; fue asolada toda la tierra, porque no hubo hombre que mirara.
12 Sobre todos los lugares altos del desierto vinieron disipadores; porque la espada del SEÑOR devorará desde un extremo de la tierra hasta el otro; no hay paz para ninguna carne.
13 Sembraron panes, y segarán espinas; tuvieron la heredad, mas no aprovecharon nada; se avergonzarán a causa de vuestros frutos por la ira del SEÑOR.
7 ¶ Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, templados, y velad en oración.
8 Y sobre todo, tened entre vosotros ferviente caridad; porque la caridad cubrirá multitud de pecados.
9 Hospedaos amorosamente los unos a los otros sin murmuraciones.
10 Cada uno según el don que ha recibido, adminístrelo a los otros, como buenos dispensadores de las diferentes gracias de Dios.
11 Si alguno habla, hable como los oráculos de Dios; si alguno ministra, ministre conforme a la virtud que Dios suministra; para que en todas las cosas sea Dios glorificado por Jesús el Cristo, al cual es gloria e imperio para siempre jamás. Amén.
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