Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Salmo 11 (10)
En el Señor confío
11 Al maestro del coro. De David.
En el Señor confío, ¿cómo pueden decirme:
“Vuela a los montes como un pájaro,
2 si los malvados ya han tensado su arco
y tienen ya la flecha en la cuerda
para disparar en la penumbra a los honrados?
3 Cuando son arrasados los cimientos,
¿qué puede hacer el justo”?
4 El Señor está en su santo Templo,
el Señor tiene su trono en el cielo.
Sus ojos están observando,
su mirada sondea a los humanos:
5 el Señor sondea al justo y al malvado,
él detesta al que ama la violencia.
6 Hará llover sobre los malos brasas y azufre,
un viento ardiente será la porción de su copa.
7 Porque el Señor es justo y ama la justicia;
quien es recto podrá contemplar su rostro.
Alegría prematura y conmoción
14 Algunos gritan alegres,
cantan la grandeza del Señor,
lo vitorean desde occidente,
15 honran al Señor en oriente,
en las costas el nombre del Señor,
el nombre del Dios de Israel.
16 Desde el confín de la tierra
oímos cantos de alegría:
“Gloria al justo”.
Yo, en cambio, pensaba:
“Pobre de mí, pobre de mí,
ay de mí, los traidores traicionan,
los traidores traman traiciones”.
17 Terror, trampa y zanja
para ti, morador del país.
18 El que huya del grito aterrador
caerá de lleno en la trampa.
Aquel que salga de la trampa,
será apresado en la zanja.
Las compuertas celestes se abren,
tiemblan los cimientos del orbe;
19 se raja y resquebraja la tierra,
se quiebra y agrieta la tierra,
tiembla y retiembla la tierra.
20 La tierra se tambalea como un borracho,
insegura, lo mismo que una choza,
soportando el peso de sus faltas:
caerá sin volver a levantarse.
Juicio y reinado del Señor
21 Aquel día juzgará el Señor
al ejército del cielo en el cielo
y a los reyes de la tierra en la tierra.
22 Serán reunidos, amontonados,
encadenados en una mazmorra,
encerrados en un calabozo,
juzgados con el paso del tiempo.
23 La luna escapará avergonzada,
el sol se ocultará abochornado,
pues reina el Señor del universo
en el monte Sión y en Jerusalén,
honrado en medio de sus ancianos.
La fidelidad en el servicio (Mt 24,45-51)
41 Pedro le preguntó:
— Señor, esta parábola, ¿se refiere solamente a nosotros o a todos?
42 El Señor le contestó:
— Pórtense ustedes como el administrador fiel e inteligente a quien su amo pone al frente de la servidumbre para que a su hora les tenga dispuesta la correspondiente ración de comida 43 ¡Feliz aquel criado a quien su amo, al llegar, encuentre cumpliendo con su deber! 44 Les aseguro que le confiará el cuidado de toda su hacienda. 45 Pero si ese criado piensa para sí: “Mi señor se retrasa en llegar” y comienza a maltratar a los demás criados y criadas y a comer y beber hasta emborracharse, 46 un día, cuando menos lo espere, llegará su señor. Entonces lo castigará severamente dándole un lugar entre los que son sorprendidos en infidelidad. 47 El criado que sabe lo que su amo quiere, pero no se prepara para hacerlo, será castigado con severidad. 48 En cambio, el criado que, ignorando lo que quiere su amo, hace algo merecedor de castigo, será castigado con menos severidad. Al que mucho se le ha dado, mucho le será exigido; al que mucho se le confía, mucho más se le pedirá.
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España