Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
1 Visión de Isaías hijo de Amoz, la cual vio sobre Judá y Jerusalén, en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá.
10 Príncipes de Sodoma, oíd la palabra del SEÑOR; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra.
11 ¿Para qué me sirve la multitud de vuestros sacrificios? dirá el SEÑOR. Hastiado estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.
12 ¿Quién demandó esto de vuestras manos, cuando venís a ver mi rostro, a hollar mis atrios?
13 No me traigáis más presente vano; el perfume me es abominación; luna nueva y sábado, el convocar asambleas, no las puedo sufrir; iniquidad y solemnidad.
14 Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma: me han sido carga; cansado estoy de llevarlas.
15 Cuando extendiereis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multiplicareis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos.
16 Lavaos, y limpiaos; quitad la maldad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo;
17 aprended a hacer el bien. Buscad juicio. Restituid al agraviado. Oíd en derecho al huérfano. Amparad a la viuda.
18 Venid luego, dirá el SEÑOR, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, serán tornados como la lana.
19 Si quisiereis, y oyereis, comeréis el bien de la tierra;
20 si no quisiereis, y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada, porque la boca del SEÑOR lo ha dicho.
Salmo a Asaf.
1 El Dios de dioses, el SEÑOR, ha hablado, y convocado la tierra desde el nacimiento del sol hasta donde se pone.
2 De Sion, perfección de hermosura, Dios ha resplandecido.
3 Vendrá nuestro Dios, y no callará; fuego consumirá delante de su presencia, y en derredor suyo habrá tempestad grande.
4 Convocará a los cielos de arriba, y a la tierra, para juzgar a su pueblo.
5 Juntadme mis misericordiosos; los que pactaron mi pacto sobre sacrificio.
6 Y denunciarán los cielos su justicia; porque Dios mismo es el juez. (Selah.)
7 ¶ Oye, pueblo mío, y hablaré; escucha, Israel, y testificaré contra ti: Yo soy el Dios, el Dios tuyo.
8 No te reprenderé sobre tus sacrificios, que tus holocaustos delante de mí están siempre.
22 Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios; no sea que os arrebate, y no haya quién os libre.
23 El que sacrifica alabanza me honrará; y al que ordenare su camino, le enseñaré la salud de Dios.
11 ¶ Es pues la fe, la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven.
2 Porque por ésta alcanzaron testimonio los ancianos.
3 Por la fe entendemos haber sido compuestos los siglos por la palabra de Dios, siendo hecho lo que se ve, de lo que no se veía.
8 Por la fe, Abraham siendo llamado, oyó para salir al lugar que había de recibir por heredad; y salió sin saber a dónde iba.
9 Por la fe, habitó en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en cabañas con Isaac y Jacob, herederos juntamente de la misma promesa;
10 porque esperaba la ciudad con fundamentos, el artífice y hacedor de la cual es Dios.
11 Por la fe también la misma Sara, (siendo estéril) recibió fuerza para concebir generación; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó ser fiel el que lo había prometido.
12 Por lo cual también de uno, y ese ya muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar.
13 En fe murieron todos éstos sin haber recibido las promesas; sino mirándolas de lejos, y creyéndolas, y abrazándolas; y confesando que eran peregrinos y advenedizos sobre la tierra.
14 Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan su patria natural.
15 Que si se acordaran de aquella de donde salieron, cierto tenían tiempo para volverse;
16 mas empero deseaban la mejor, es a saber, la celestial, por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les había aparejado ciudad.
32 No temáis, manada pequeña; porque al Padre ha placido daros el Reino.
33 Vended lo que poseéis, y dad limosna {lit. hacer actos de misericordia}; haceos bolsas que no se envejecen, tesoro en los cielos que nunca falta; donde ladrón no llega, ni polilla corrompe.
34 Porque donde está vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón.
35 Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas;
36 y vosotros semejantes a hombres que esperan cuando su señor ha de volver de las bodas; para que cuando viniere, y tocare, luego le abran.
37 Bienaventurados aquellos esclavos, a los cuales cuando el Señor viniere, hallare velando; de cierto os digo, que él se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y pasando les servirá.
38 Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, y los hallare así, bienaventurados son los tales esclavos.
39 Pero esto sabed, que si supiera el padre de familia a qué hora había de venir el ladrón, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa.
40 Vosotros pues también, estad apercibidos; porque a la hora que no pensáis, el Hijo del hombre vendrá.
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