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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
1 Samuel 2:1-10

Oración de Ana al dedicar a Samuel

Entonces Ana oró y dijo:

“Mi corazón se regocija en el SEÑOR;

mi poder se enaltece en el SEÑOR. Mi boca se ensancha

contra mis enemigos,

porque me he alegrado en tu salvación.

“No hay santo como el SEÑOR, porque no hay ninguno aparte de ti;

no hay roca[a] como nuestro Dios.

No multipliquen palabras altaneras; cesen en su boca las palabras insolentes. Porque el SEÑOR es un Dios

de todo saber;

por él son examinadas las acciones.

“Los arcos de los fuertes son quebrados, pero los que tropiezan se ciñen de poder.

Los que estaban saciados

se alquilan por comida,

pero los que estaban hambrientos dejan de estarlo.

Aun la que era estéril da a luz siete hijos, pero la que tenía muchos hijos languidece.

“El SEÑOR hace morir y hace vivir.

Él hace descender al Seol y hace subir.

El SEÑOR hace empobrecer

y hace enriquecer.

Él humilla y enaltece.

Él levanta del polvo al pobre,

y al necesitado enaltece desde la basura, para hacerlo sentar con los nobles

y hacerlo poseer un trono glorioso. Porque del SEÑOR son

las columnas de la tierra,

y sobre ellas asentó el mundo.

“Él guarda los pies de sus fieles, pero los impíos perecen en las tinieblas; porque nadie triunfará por

su propia fuerza.

10 El SEÑOR quebrantará

a sus adversarios[b];

contra ellos[c] tronará desde los cielos.

El SEÑOR juzgará los confines

de la tierra.

Él dará fortaleza a su rey

y enaltecerá el poder de su ungido”.

1 Samuel 3:1-18

El SEÑOR se revela al joven Samuel

El joven Samuel servía al SEÑOR delante de Elí. La palabra del SEÑOR escaseaba en aquellos días, y no había visiones con frecuencia. Pero aconteció cierto día, mientras Elí (cuyos ojos habían comenzado a debilitarse, de modo que no podía ver) estaba acostado en su aposento y Samuel dormía en el templo del SEÑOR donde estaba el arca de Dios, y antes que la lámpara de Dios fuera apagada, el SEÑOR llamó a Samuel, y él respondió:

—Heme aquí.

Y corrió a Elí diciendo:

—Heme aquí. ¿Para qué me has llamado?

Elí respondió:

—Yo no te he llamado. Vuelve a acostarte.

Él se volvió y se acostó, y el SEÑOR volvió a llamar:

—¡Samuel!

Samuel se levantó, fue a Elí y dijo:

—Heme aquí. ¿Para qué me has llamado?

Elí respondió:

—Hijo mío, yo no te he llamado. Vuelve a acostarte.

Samuel todavía no conocía al SEÑOR ni la palabra del SEÑOR le había sido aún revelada. El SEÑOR llamó por tercera vez a Samuel; y él se levantó, fue a Elí y dijo:

—Heme aquí. ¿Para qué me has llamado?

Entonces Elí entendió que el SEÑOR llamaba al joven. Y Elí dijo a Samuel:

—Ve y acuéstate; y sucederá que si te llama, dirás: “Habla, oh SEÑOR, que tu siervo escucha”.

Samuel se fue y se acostó en su sitio. 10 Entonces vino el SEÑOR, se paró y llamó como las otras veces:

—¡Samuel, Samuel!

Samuel respondió:

—Habla, que tu siervo escucha.

11 Y el SEÑOR dijo a Samuel:

—He aquí, yo voy a hacer algo en Israel, que a quien lo escuche le retiñirán ambos oídos. 12 Aquel día cumpliré contra Elí, de principio a fin, todas las cosas que he hablado contra su casa. 13 Yo le he declarado que juzgaré a su casa para siempre, por la iniquidad que él conoce; porque sus hijos han blasfemado contra Dios[a], y él no les ha reprochado. 14 Por tanto, he jurado a la casa de Elí que la iniquidad de su casa jamás será expiada ni con sacrificios ni con ofrendas.

15 Samuel permaneció acostado hasta la mañana. Luego abrió las puertas de la casa del SEÑOR, pero Samuel temía contar la visión a Elí. 16 Entonces Elí llamó a Samuel y le dijo:

—Hijo mío, Samuel.

Él respondió:

—Heme aquí.

17 Él le preguntó:

—¿Qué es lo que te ha hablado? Por favor, no me lo encubras. Así te haga Dios y aun te añada, si me encubres una palabra de todo lo que ha hablado contigo.

18 Samuel se lo contó todo sin encubrirle nada. Entonces él dijo:

—¡Él es el SEÑOR! Que haga lo que le parezca bien.

Marcos 12:1-12

Parábola de los labradores malvados

12 Entonces comenzó a hablarles en parábolas:

—Un hombre plantó una viña. La rodeó con una cerca, cavó un lagar, edificó una torre[a], la arrendó a unos labradores y se fue lejos. A su debido tiempo envió un siervo a los labradores para recibir de los labradores una parte del fruto de la viña. Pero ellos lo tomaron, lo hirieron y lo enviaron con las manos vacías. Volvió a enviarles otro siervo, pero a ese lo hirieron en la cabeza y lo afrentaron. Y envió otro, y a este lo mataron. Envió a muchos otros, pero ellos herían a unos y mataban a otros.

»Teniendo todavía un hijo suyo amado, por último, también lo envió a ellos diciendo: “Tendrán respeto a mi hijo”. Pero aquellos labradores dijeron entre sí: “Este es el heredero. Vengan, matémosle, y la heredad será nuestra”. Y lo prendieron, lo mataron y lo echaron fuera de la viña.

»¿Qué, pues, hará el señor de la viña? Vendrá, destruirá a los labradores y les dará la viña a otros. 10 ¿No han leído esta Escritura:

La piedra que desecharon los edificadores, esta fue hecha cabeza de ángulo.

11 De parte del Señor sucedió esto,

y es maravilloso en nuestros ojos?[b].

12 Ellos procuraban prenderle, pero temían a la multitud porque sabían que en aquella parábola se había referido a ellos. Y dejándole, se fueron.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano