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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Job 42:1-6

Job responde al SEÑOR

42 Entonces Job respondió al SEÑOR y dijo:

—Reconozco que tú todo lo puedes
y que no hay plan que te sea
irrealizable.
“¿Quién es ese que encubre el consejo, con palabras sin entendimiento?[a]”. Ciertamente dije cosas que no entendía, cosas demasiado maravillosas para mí,
las cuales jamás podré comprender.
Escucha, por favor, y hablaré: “Yo te preguntaré, y tú me lo harás saber”[b].
De oídas había oído de ti
pero ahora mis ojos te ven.
Por tanto, me retracto
y me arrepiento en polvo y ceniza.

Job 42:10-17

10 El SEÑOR restauró a Job, cuando él oraba por sus amigos, y aumentó el SEÑOR al doble todo lo que le había pertenecido a Job. 11 Entonces vinieron a él todos sus hermanos, todas sus hermanas y todos los que le habían conocido antes, y comieron con él en su casa. Se compadecieron de él y lo consolaron por todo aquel mal que el SEÑOR había traído sobre él. Cada uno de ellos le dio una pieza de dinero[a] y un pendiente de oro.
12 El SEÑOR bendijo los últimos días de Job más que los primeros, y llegó a tener catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnos. 13 Tuvo también siete hijos y tres hijas. 14 A la primera le puso por nombre Jemima[b]; el nombre de la segunda era Quesia[c], y el nombre de la tercera, Queren-hapuj[d]. 15 No había en toda la tierra mujeres tan hermosas como las hijas de Job, y su padre les dio herencia entre sus hermanos.
16 Después de esto, Job vivió ciento cuarenta años y vio a sus hijos y a los hijos de sus hijos, hasta cuatro generaciones. 17 Y murió Job anciano y lleno de años.

Salmos 34:1-8

Evidencias de la bondad del SEÑOR[a]

34 Salmo de David, cuando cambió su conducta ante Abimelec[b], y este lo echó, y él se fue.

[c]Bendeciré al SEÑOR en todo tiempo;
su alabanza estará siempre en mi boca.
En el SEÑOR se gloriará mi alma;
lo oirán los mansos y se alegrarán.
Engrandezcan al SEÑOR conmigo; ensalcemos juntos su nombre.
Yo busqué al SEÑOR, y él me oyó
y de todos mis temores me libró.
Los que a él miran son iluminados; sus rostros no serán avergonzados.
Este pobre clamó, y el SEÑOR
le escuchó
y lo libró de todas sus angustias.
El ángel del SEÑOR acampa en derredor de los que le temen,
y los libra.
Prueben y vean que el SEÑOR
es bueno.
¡Bienaventurado el hombre que se
refugia en él!

Salmos 34:19-22

19 Muchos son los males del justo,
pero de todos ellos lo librará
el SEÑOR.
20 Él guardará todos sus huesos;
ni uno de ellos será quebrantado.
21 Al impío le matará la maldad,
y los que aborrecen al justo
serán desolados.
22 El SEÑOR redimirá el alma
de sus siervos.
No serán desolados cuantos
confían en él.

Hebreos 7:23-28

23 A la verdad, muchos fueron hechos sacerdotes porque, debido a la muerte, no podían permanecer. 24 Pero este, porque permanece para siempre, tiene un sacerdocio perpetuo. 25 Por esto también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios, puesto que vive para siempre para interceder por ellos.

26 Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, puro, apartado de los pecadores y exaltado más allá de los cielos. 27 Él no tiene cada día la necesidad, como los otros sumos sacerdotes, de ofrecer sacrificios, primero por sus propios pecados y luego por los del pueblo, porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. 28 La ley constituye como sumos sacerdotes a hombres débiles; pero la palabra del juramento, posterior a la ley, constituyó al Hijo, hecho perfecto para siempre.

Marcos 10:46-52

Jesús sana al ciego Bartimeo

46 Entonces llegaron a Jericó. Y cuando él iba saliendo de Jericó junto con sus discípulos y una gran multitud, el ciego Bartimeo, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. 47 Y cuando oyó que era Jesús de Nazaret, comenzó a gritar diciendo:

—¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!

48 Muchos lo regañaban para que se callara, pero él gritaba aun más fuerte:

—¡Hijo de David, ten misericordia de mí!

49 Entonces Jesús se detuvo y mandó llamarle. Llamaron al ciego diciéndole:

—Ten confianza. Levántate. Él te llama.

50 Entonces él, tirando su manto, se levantó y fue a Jesús. 51 Y Jesús le respondió diciendo:

—¿Qué quieres que te haga?

El ciego le dijo:

—Rabí, que yo recobre la vista.

52 Jesús le dijo:

—Vete. Tu fe te ha salvado.

Al instante recobró la vista y seguía a Jesús en el camino.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano