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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Salmos 39

La brevedad de la vida

39 Al músico principal. A Jedutún. Salmo de David.

Yo dije: “Cuidaré mis caminos para no pecar con mi lengua. Guardaré mi boca con freno
en tanto que el impío esté frente a mí”.
Enmudecí, quedé en silencio; me callé aun respecto de lo bueno, pero mi dolor se agravó.
Mi corazón se enardeció dentro de mí; fuego se encendió en mi suspirar,
y así hablé con mi lengua:
Hazme saber, oh SEÑOR, mi final,
y cuál sea la medida de mis días. Sepa yo cuán pasajero soy.
He aquí, has hecho que mis días sean breves;
mi existencia es como nada delante de ti. De veras, solo vanidad es todo hombre en su gloria. Selah[a]
En la oscuridad deambula el hombre; de veras, en vano se inquieta por acumular,
y no sabe quién lo recogerá.
Ahora, oh Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza está en ti.
Líbrame de todas mis rebeliones;
no me pongas por burla del insensato.
Enmudecí; no abrí mi boca
porque tú eres quien lo hizo.
10 Aparta de mí tu plaga;
por el movimiento de tu mano soy consumido.
11 Con castigos por el pecado
corriges al hombre
y deshaces como polilla su hermosura. Ciertamente vanidad es todo hombre.
Selah[b]
12 Escucha mi oración, oh SEÑOR; oye mi clamor y no calles
ante mis lágrimas.
Porque forastero soy para ti,
un advenedizo, como todos mis padres.
13 Aparta de mí tu mirada, de modo que me alegre
antes que me vaya y deje de ser.

Job 28:12-29:10

12 »Pero, ¿dónde se hallará la sabiduría? ¿Dónde está el lugar del entendimiento?
13 El hombre no conoce el valor[a] de ella;
no se halla en la tierra de los vivientes.
14 El océano dice: “Ella no está en mí”.
El mar dice: “Tampoco está conmigo”.
15 Por ella no se dará oro fino
ni por su precio se pesará plata.
16 No se puede pagar por ella
con oro de Ofir
ni con ónice precioso ni con zafiro.
17 Ni el oro ni el cristal son comparables
a ella;
no será dada a cambio de objetos de oro fino.
18 El coral y el cristal de roca,
ni mencionarlos;
pues el valor de la sabiduría es mayor que el de las perlas.
19 No será comparado con ella el topacio de Etiopía
ni se puede pagar por ella con oro fino.
20 »¿De dónde, pues, proviene la sabiduría? ¿Dónde está el lugar del entendimiento?
21 Está encubierto a los ojos de todo ser viviente;
les está oculto a todas las aves del cielo.
22 El Abadón[b] y la Muerte dicen: “Su fama hemos oído con
nuestros oídos”.
23 »Solo Dios entiende el camino de ella;
él conoce su lugar.
24 Porque él contempla los confines
de la tierra
y ve debajo de todos los cielos.
25 Cuando él le dio peso al viento
y determinó la medida de las aguas,
26 cuando le dio estatuto a la lluvia
y camino a relámpagos y truenos,
27 entonces él la vio y la declaró;
la estableció y también la escudriñó.
28 Y dijo al hombre:
“Ciertamente el temor del Señor es la sabiduría,
y el apartarse del mal es el entendimiento”.

29 Job continuó su discurso y dijo:


—¡Quién me concediese ser
como en los meses pasados,
como en los días cuando
Dios me guardaba!
Entonces él hacía resplandecer
su lámpara sobre mi cabeza,
y a su luz yo caminaba en la oscuridad.
Así fue en los días de mi vigor[c]. cuando la amistad íntima de Dios estaba sobre mi morada;
cuando el Todopoderoso aún estaba conmigo,
y mis hijos estaban alrededor de mí;
cuando mis pasos se bañaban en leche,
y la roca me vertía corrientes de aceite.
»Entonces yo iba al tribunal de la ciudad y alistaba mi asiento en la plaza.
Los jóvenes me veían
y se hacían a un lado;
los ancianos se levantaban
y permanecían de pie.
Los magistrados detenían sus palabras
y ponían la mano sobre su boca.
10 La voz de los nobles se apagaba
y su lengua se pegaba a su paladar.

Apocalipsis 8:1-5

El séptimo sello

Cuando él abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora. Y vi a los siete ángeles que estaban de pie delante de Dios, y les fueron dadas siete trompetas. Y otro ángel vino y se puso de pie delante del altar. Tenía un incensario de oro, y le fue dado mucho incienso para que lo añadiese a las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro, que estaba delante del trono. Y el humo del incienso con las oraciones de los santos subió de la mano del ángel en presencia de Dios. Y el ángel tomó el incensario, lo llenó con fuego del altar y lo arrojó sobre la tierra. Y se produjeron truenos y estruendos y relámpagos y un terremoto.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano