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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Salmos 124

Gratitud por las pruebas superadas

124 Canto de ascenso gradual[a]. De David. “Si el SEÑOR no hubiera estado por nosotros”,

dígalo, por favor, Israel,
“si el SEÑOR no hubiera estado por nosotros
cuando se levantaron contra nosotros los hombres,
entonces nos habrían tragado vivos cuando se encendió su furor
contra nosotros;
entonces las aguas nos habrían inundado; el torrente habría pasado sobre nosotros;
entonces las aguas tumultuosas habrían pasado sobre nosotros”.
Bendito sea el SEÑOR,
que no nos entregó como presa a los dientes de ellos.
Nuestra alma escapó como un pájaro
de la trampa de los cazadores.
Se rompió la trampa, y nosotros
escapamos.
Nuestro socorro está en el nombre del SEÑOR,
que hizo los cielos y la tierra.

Ester 1:1-21

La gloria de Persia y del rey Asuero

Esto aconteció en los días de Asuero[a] (el Asuero que reinó desde la India hasta Etiopía, sobre ciento veintisiete provincias). En aquellos días, cuando el rey Asuero se había sentado en su trono real que estaba en Susa, la capital, en el tercer año de su reinado, hizo un banquete para todos sus magistrados y servidores. Los jefes del ejército de Persia y de Media, los nobles y los magistrados de las provincias estaban ante él, mientras les mostraba por muchos días (ciento ochenta días) la gloriosa riqueza de su reino y el costoso esplendor de su grandeza.

Una vez cumplidos estos días, el rey hizo un banquete durante siete días para todo el pueblo que se hallaba en Susa, la capital, desde el mayor hasta el menor, en el patio de los jardines del palacio real. Había lienzos de lino blanco y azul, sujetados por cordones de lino y de púrpura a anillos de plata y a columnas de mármol. Los divanes de oro y de plata estaban sobre un pavimento de alabastro, de mármol, de madreperla y de ónice. Y conforme a la generosidad del rey daban a beber mucho vino real en vasos de oro, vasos diferentes unos de otros. La bebida era, de acuerdo con lo establecido, sin ninguna obligación; porque el rey había mandado a todos los mayordomos de su casa que se hiciera conforme al gusto de cada uno.

También la reina Vasti hizo un banquete para las mujeres en el palacio real del rey Asuero.

Vasti pierde su posición de reina

10 En el séptimo día, estando el corazón del rey alegre a causa del vino, mandó a Mehumán, a Bizta, a Harbona, a Bigta, a Abagta, a Zetar y a Carcas (los siete eunucos que servían personalmente al rey Asuero), 11 que trajeran a la presencia del rey a la reina Vasti con su corona real, para mostrar su belleza a los pueblos y a los gobernantes; porque ella era de hermosa apariencia. 12 Pero la reina Vasti rehusó comparecer, a pesar de la orden del rey enviada por medio de los eunucos.

El rey se indignó muchísimo, y se encendió su ira. 13 Entonces el rey, conforme a la costumbre real de consultar con los que conocían la ley y el derecho, preguntó a los sabios conocedores de los tiempos 14 (hizo que se acercaran[b] a él Carsena, Setar, Admata, Tarsis, Meres, Marsena y Memucán, siete magistrados de Persia y de Media que tenían acceso al rey y que ocupaban los primeros puestos en el reino):

15 —Según la ley, ¿qué se ha de hacer con la reina Vasti, por no haber cumplido la orden del rey Asuero dada por medio de los eunucos?

16 Entonces Memucán dijo ante el rey y los magistrados:

—La reina Vasti ha actuado mal, no solamente contra el rey, sino también contra todos los magistrados y contra todos los pueblos que están en todas las provincias del rey Asuero. 17 Porque la palabra de la reina llegará a todas las mujeres y las hará mirar con menosprecio a sus maridos diciendo: “El rey Asuero ordenó traer a su presencia a la reina Vasti, pero ella no fue”. 18 Y desde este día las damas de Persia y de Media que hayan oído las palabras de la reina dirán lo mismo a todos los magistrados del rey, y habrá mucho menosprecio e indignación. 19 Si al rey le parece bien, salga de su presencia un decreto real que sea escrito entre las leyes de Persia y de Media de modo que no sea abrogado: que Vasti no venga más a la presencia del rey Asuero, y que el rey dé su dignidad real a otra mejor que ella. 20 La sentencia que promulgue el rey será oída en todo su reino, inmenso como es; y todas las mujeres honrarán a sus maridos, desde el mayor hasta el menor.

21 Este consejo pareció bien al rey y a los magistrados, y el rey hizo conforme al dicho de Memucán.

Hechos 4:13-31

13 Y viendo la valentía de Pedro y de Juan, y teniendo en cuenta que eran hombres sin letras e indoctos, se asombraban y reconocían que habían estado con Jesús. 14 Pero, ya que veían de pie con ellos al hombre que había sido sanado, no tenían nada que decir en contra. 15 Entonces les mandaron que salieran fuera del Sanedrín y deliberaban entre sí, 16 diciendo:

—¿Qué hemos de hacer con estos hombres? Porque de cierto, es evidente a todos los que habitan en Jerusalén que una señal notable ha sido hecha por medio de ellos, y no lo podemos negar. 17 Pero para que no se divulgue cada vez más entre el pueblo, amenacémosles para que de aquí en adelante no hablen a ninguna persona en este nombre.

18 Entonces los llamaron y les ordenaron terminantemente que no hablaran ni enseñaran en el nombre de Jesús. 19 Pero respondiendo Pedro y Juan, les dijeron:

—Juzguen ustedes si es justo delante de Dios obedecerles a ustedes antes que a Dios. 20 Porque nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.

21 Y después de amenazarles más, ellos les soltaron, pues por causa del pueblo no hallaban ningún modo de castigarles; porque todos glorificaban a Dios por lo que había acontecido, 22 pues el hombre en quien había sido hecho este milagro de sanidad tenía más de cuarenta años.

Oración de los discípulos amenazados

23 Una vez sueltos, fueron a los suyos y les contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho. 24 Cuando ellos lo oyeron, de un solo ánimo alzaron sus voces a Dios y dijeron: “Soberano[a], tú eres el que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, 25 y que mediante el Espíritu Santo[b] por boca de nuestro padre David, tu siervo, dijiste:

¿Por qué se amotinaron las naciones

y los pueblos tramaron cosas vanas?

26 Se levantaron los reyes de la tierra

y sus gobernantes consultaron unidos contra el Señor y contra su Ungido[c].

27 Porque verdaderamente, tanto Herodes como Poncio Pilato con los gentiles y el pueblo de Israel se reunieron en esta ciudad contra tu santo Siervo Jesús, al cual ungiste, 28 para llevar a cabo lo que tu mano y tu consejo habían determinado de antemano que había de ser hecho. 29 Y ahora, Señor, mira sus amenazas y concede a tus siervos que hablen tu palabra con toda valentía. 30 Extiende tu mano para que sean hechas sanidades, señales y prodigios en el nombre de tu santo Siervo Jesús”.

31 Cuando acabaron de orar, el lugar en donde estaban reunidos tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban la palabra de Dios con valentía.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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