Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
El SEÑOR está alrededor de su pueblo
125 Canto de ascenso gradual[a].
Los que confían en el SEÑOR
son como el monte Sion, que no
se derrumba,
sino que está firme para siempre.
2 Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella,
así el SEÑOR está alrededor de su pueblo desde ahora y para siempre.
3 Porque el cetro de la impiedad
no reposará sobre la posesión de los justos,
no sea que los justos extiendan sus manos a la iniquidad.
4 Haz bien, oh SEÑOR, a los buenos,
a los que son rectos de corazón.
5 Pero a los que se apartan tras sus torcidos caminos,
el SEÑOR los llevará junto con los que obran iniquidad.
¡Sea la paz sobre Israel!
Tema y propósito del libro
1 Los proverbios de Salomón hijo de David, rey de Israel:
2 para conocer sabiduría y disciplina; para comprender los dichos
de inteligencia;
3 para adquirir disciplina y enseñanza, justicia, derecho y equidad;
4 para dar sagacidad a los ingenuos
y a los jóvenes conocimiento
y prudencia.
5 El sabio oirá y aumentará su saber,
y el entendido adquirirá habilidades.
6 Comprenderá los proverbios y los
dichos profundos,
las palabras de los sabios y sus enigmas.
7 El temor del SEÑOR es el principio
del conocimiento;
los insensatos desprecian la sabiduría y la disciplina.
Advertencia contra la codicia
8 Escucha, hijo mío, la disciplina
de tu padre
y no abandones la instrucción
de tu madre;
9 porque diadema de gracia serán
a tu cabeza
y collares a tu cuello.
10 Hijo mío, si los pecadores te quisieran persuadir, no lo consientas.
11 Si te dicen: “Ven con nosotros;
estemos al acecho para derramar sangre
y embosquemos sin motivo a los inocentes;
12 los tragaremos vivos como el Seol, enteros como los que descienden
a la fosa;
13 hallaremos riquezas de toda clase; llenaremos nuestras casas de ganancias;
14 echa tu suerte con nosotros;
tengamos todos una sola bolsa…”.
15 Hijo mío, no andes en el camino de ellos; aparta tu pie de sus senderos,
16 porque sus pies corren al mal
y se apresuran a derramar sangre.
17 Ciertamente en vano se tiende la red ante los ojos de toda ave.
18 Pero ellos ponen acechanzas
a su propia sangre;
a sus propias vidas ponen trampa.
19 Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia,
la cual quita la vida a los que la poseen.
El judío ante el juicio de Dios
2 Por lo tanto, no tienes excusa, oh hombre, no importa quién seas tú que juzgas, porque en lo que juzgas a otro te condenas a ti mismo, pues tú que juzgas haces lo mismo. 2 Pero sabemos que el juicio de Dios es según verdad contra los que practican tales cosas.
3 Oh hombre que juzgas a los que practican tales cosas y haces lo mismo, ¿supones que escaparás del juicio de Dios? 4 ¿O menosprecias las riquezas de su bondad, paciencia y magnanimidad, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento? 5 Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido acumulas sobre ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios. 6 Él recompensará a cada uno conforme a sus obras: 7 vida eterna a los que por su perseverancia en las buenas obras buscan gloria, honra e incorrupción; 8 pero enojo e ira a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad sino que obedecen a la injusticia; 9 tribulación y angustia sobre toda persona que hace lo malo (el judío primero, y también el griego); 10 pero gloria, honra y paz a cada uno que hace el bien (al judío primero, y también al griego).
11 Pues no hay distinción de personas delante de Dios.
Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano