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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
2 Samuel 18:5-9

Y el rey mandó a Joab, a Abisai y a Itai, diciendo:

—Traten benignamente al joven Absalón, por consideración a mí.

Y todo el pueblo escuchó cuando el rey dio orden a todos los jefes acerca de Absalón.

Derrota y muerte de Absalón

La gente salió al campo al encuentro de Israel, y se dio la batalla en el bosque de Efraín. Allí cayó el pueblo de Israel ante los servidores de David. Aquel día hubo allí una gran matanza de veinte mil hombres. La batalla se extendió por toda la región y aquel día el bosque devoró más gente que la que había devorado la espada.

Sucedió que Absalón se encontró con los servidores de David. Absalón iba montado sobre un mulo, y el mulo se metió por debajo del espeso ramaje de una gran encina. A Absalón se le enredó la cabeza en la encina, de modo que quedó colgado[a] entre el cielo y la tierra, mientras el mulo que estaba debajo de él siguió adelante.

2 Samuel 18:15

15 Luego lo rodearon diez jóvenes, escuderos de Joab, e hirieron a Absalón y lo remataron.

2 Samuel 18:31-33

31 Y he aquí el etíope llegó y dijo:

—Reciba mi señor el rey la buena noticia de que el SEÑOR ha defendido hoy tu causa ante todos los que se levantaron contra ti.

32 El rey preguntó al etíope:

—¿Está bien el joven Absalón?

El etíope respondió:

—Como aquel joven sean los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levantan contra ti para mal.

David llora a Absalón

33 El rey se estremeció. Subió a la sala que estaba encima de la puerta y lloró. Decía mientras subía:

—¡Hijo mío Absalón! ¡Hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera que yo muriera en tu lugar, Absalón, hijo mío, hijo mío!

Salmos 130

Esperanza en la redención divina

130 Canto de ascenso gradual[a].

De lo profundo de mi ser clamo a ti, oh SEÑOR.
Señor, escucha mi voz;
estén atentos tus oídos a la voz
de mi súplica.
Oh SEÑOR[b], si tienes presente los pecados,
¿quién podrá, oh Señor,
mantenerse en pie?
Pero en ti hay perdón
para que seas reverenciado.
Yo espero en el SEÑOR; mi alma espera. En su palabra he puesto mi esperanza.
Mi alma espera al SEÑOR
más que los centinelas a la mañana;
sí, más que los centinelas a la mañana.
Oh Israel, pon tu esperanza en el SEÑOR, porque en el SEÑOR hay misericordia
y en él hay abundante redención.
Él redimirá a Israel
de todos sus pecados.

Efesios 4:25-5:2

25 Por lo tanto, habiendo dejado la mentira, hablen la verdad cada uno con su prójimo[a], porque somos miembros los unos de los otros. 26 Enójense, pero no pequen[b]; no se ponga el sol sobre su enojo 27 ni den lugar al diablo. 28 El que robaba no robe más sino que trabaje esforzadamente, haciendo con sus propias manos lo que es bueno para tener qué compartir con el que tenga necesidad. 29 Ninguna palabra obscena salga de su boca sino la que sea buena para edificación, según sea necesaria, para que imparta gracia a los que oyen. 30 Y no entristezcan al Espíritu Santo de Dios en quien fueron sellados para el día de la redención.

31 Quítense de ustedes toda amargura, enojo, ira, gritos y calumnia, junto con toda maldad. 32 Más bien, sean bondadosos y misericordiosos los unos con los otros, perdonándose unos a otros como Dios también los perdonó a ustedes en Cristo.

Por tanto, sean imitadores de Dios como hijos amados, y anden en amor, como Cristo también nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros como ofrenda y sacrificio en olor fragante a Dios.

Juan 6:35

35 Jesús les dijo:

—Yo soy el pan de vida. El que a mí viene nunca tendrá hambre, y el que en mí cree no tendrá sed jamás.

Juan 6:41-51

41 Entonces los judíos murmuraban de él porque había dicho: “Yo soy el pan que descendió del cielo”. 42 Y decían:

—¿No es este Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo es que ahora dice: “He descendido del cielo”?

43 Jesús respondió y les dijo:

—No murmuren más entre ustedes. 44 Nadie puede venir a mí a menos que el Padre que me envió lo traiga; y yo lo resucitaré en el día final. 45 Está escrito en los Profetas: Y serán todos enseñados por Dios[a]. Así que todo aquel que oye y aprende del Padre viene a mí. 46 No es que alguien haya visto al Padre, sino que aquel que proviene de Dios, este ha visto al Padre. 47 De cierto, de cierto les digo: El que cree[b] tiene vida eterna. 48 Yo soy el pan de vida. 49 Sus padres comieron el maná en el desierto y murieron. 50 Este es el pan que desciende del cielo para que el que coma de él no muera. 51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré por la vida del mundo es mi carne.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano