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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
2 Samuel 6:1-5

Intento de llevar el arca a Jerusalén

David volvió a reunir a todos los escogidos de Israel, treinta mil en total. Entonces David se levantó, y con todo el pueblo que estaba con él, partió de Baala de Judá para subir desde allí el arca de Dios, sobre la cual es invocado el nombre[a] del SEÑOR de los Ejércitos, que tiene su trono entre los querubines. Luego colocaron el arca de Dios sobre una carreta nueva y se la llevaron de la casa de Abinadab, que estaba en la colina. Uza y Ajío, hijos de Abinadab, guiaban la carreta nueva con el arca de Dios, y se la llevaron de la casa de Abinadab, que estaba en la colina. Ajío iba delante del arca. David y toda la casa de Israel se regocijaban delante del SEÑOR, con toda clase de instrumentos de madera de ciprés: arpas, liras, panderetas, sistros y címbalos.

2 Samuel 6:12-19

David traslada el arca a Jerusalén

12 Se le informó al rey David diciendo: “El SEÑOR ha bendecido la familia de Obed-edom y todo lo que tiene, a causa del arca de Dios”. Entonces David fue e hizo subir con regocijo el arca de Dios de la casa de Obed-edom a la Ciudad de David. 13 Y sucedió que cuando los que llevaban el arca de Dios habían dado seis pasos, David sacrificó un toro y un carnero engordado. 14 David danzaba con toda su fuerza delante del SEÑOR, y David estaba vestido con un efod de lino. 15 David y toda la casa de Israel subían el arca del SEÑOR, con gritos de júbilo y sonido de corneta.

16 Sucedió que cuando el arca del SEÑOR llegó a la Ciudad de David, Mical hija de Saúl miró por la ventana; y al ver al rey David saltando y danzando delante del SEÑOR, lo menospreció en su corazón.

17 Así trajeron el arca del SEÑOR y la colocaron en su lugar, en medio de la tienda que David había erigido para ella. Luego David ofreció holocaustos y sacrificios de paz delante del SEÑOR.

18 Cuando David acabó de ofrecer los holocaustos y los sacrificios de paz, bendijo al pueblo en el nombre del SEÑOR de los Ejércitos. 19 Entonces repartió a todo el pueblo, a toda la multitud de Israel, tanto a hombres como a mujeres, a cada uno una torta de pan, una de dátiles[a] y una de pasas. Y todo el pueblo se fue, cada uno a su casa.

Salmos 24

El SEÑOR: el Rey de gloria

24 Salmo de David.

Del SEÑOR es la tierra y todo lo que hay en ella;
el mundo y los que lo habitan.
Porque él la fundó sobre los mares
y la afirmó sobre los ríos.
¿Quién subirá al monte del SEÑOR? ¿Quién permanecerá en su lugar santo?
El limpio de manos y puro de corazón que no ha elevado su alma a la vanidad ni ha jurado con engaño.
Él recibirá la bendición del SEÑOR
y la justicia del Dios de su salvación.
Tal es la generación de los que
le buscan,
de los que buscan tu rostro,
oh Dios de Jacob. Selah[a]
¡Levanten, oh puertas, su cabeza! Levántense, oh puertas eternas,
y entrará el Rey de gloria.
¿Quién es este Rey de gloria? ¡El SEÑOR, el fuerte y poderoso! ¡El SEÑOR, el poderoso en la batalla!
¡Levanten, oh puertas, su cabeza! Levántense, oh puertas eternas,
y entrará el Rey de gloria.
10 ¿Quién es este Rey de gloria? ¡El SEÑOR de los Ejércitos!
¡Él es el Rey de gloria! Selah[b]

Efesios 1:3-14

Bendiciones de Dios en Cristo

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha bendecido en Cristo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales. Asimismo, nos escogió en él desde antes de la fundación del mundo para que fuéramos santos y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó por medio de Jesucristo para adopción como hijos suyos, según el beneplácito de su voluntad, para la alabanza de la gloria de su gracia que nos dio gratuitamente en el Amado. En él tenemos redención por medio de su sangre, el perdón de nuestras transgresiones, según las riquezas de su gracia que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría y entendimiento. Él nos ha dado a conocer el misterio de su voluntad, según el beneplácito que se propuso en Cristo, 10 a manera de plan[a] para el cumplimiento de los tiempos: que en Cristo sean reunidas bajo una cabeza todas las cosas, tanto las que están en los cielos como las que están en la tierra. 11 En él también recibimos herencia, habiendo sido predestinados según el propósito de aquel que realiza todas las cosas conforme al consejo de su voluntad, 12 para que nosotros, que primero hemos esperado en Cristo, seamos para la alabanza de su gloria. 13 En él también ustedes, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de su salvación, y habiendo creído en él, fueron sellados con el Espíritu Santo que había sido prometido, 14 quien[b] es la garantía de nuestra herencia para la redención de lo adquirido, para la alabanza de su gloria.

Marcos 6:14-29

La muerte de Juan el Bautista

14 El rey Herodes oyó de Jesús, porque su nombre había llegado a ser muy conocido. Unos decían: “Juan el Bautista ha resucitado de los muertos, y por esta razón operan estos poderes en él”. 15 Otros decían: “Es Elías”. Mientras otros decían: “Es profeta como uno de los profetas”. 16 Pero cuando Herodes oyó esto, dijo: “¡Juan, a quien yo decapité, ha resucitado!”. 17 Porque Herodes mismo había mandado prender a Juan y lo había encadenado en la cárcel por causa de Herodía, la mujer de su hermano Felipe; porque se había casado con ella. 18 Pues Juan le decía a Herodes: “No te es lícito tener a la mujer de tu hermano”.

19 Pero Herodía lo acechaba y deseaba matarlo, aunque no podía 20 porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era hombre justo y santo, y lo protegía. Y al escucharlo quedaba muy perplejo, pero le oía de buena gana.

21 Llegó un día oportuno cuando Herodes, en la fiesta de su cumpleaños, dio una cena para sus altos oficiales, los tribunos y las personas principales de Galilea. 22 Entonces la hija de Herodía entró y danzó, y agradó a Herodes y a los que estaban con él a la mesa; y el rey le dijo a la muchacha:

—Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré.

23 Y le juró mucho:

—Todo lo que me pidas te daré, hasta la mitad de mi reino.

24 Ella salió y dijo a su madre:

—¿Qué pediré?

Y esta dijo:

—La cabeza de Juan el Bautista.

25 En seguida ella entró con prisa al rey y le pidió diciendo:

—Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan el Bautista.

26 El rey se entristeció mucho pero, a causa del juramento y de los que estaban a la mesa, no quiso rechazarla. 27 Inmediatamente el rey envió a uno de la guardia y mandó que fuera traída la cabeza de Juan. Este fue, lo decapitó en la cárcel 28 y llevó su cabeza en un plato; la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre.

29 Cuando sus discípulos oyeron esto, fueron y tomaron su cuerpo, y lo pusieron en un sepulcro.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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