Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Los creyentes comparten sus bienes
32 Todos los creyentes estaban unidos enteramente en alma y corazón, ninguno tenía por suyo lo que poseía, sino que lo compartía con los demás. 33 Y con gran poder predicaban los apóstoles acerca de la resurrección del Señor, y Dios les dio abundante gracia. 34-35 No existía entre ellos ningún necesitado, porque los dueños de haciendas o casas las vendían y entregaban el dinero a los apóstoles para repartirlo entre los pobres.
Cántico de los peregrinos. De David.
133 ¡Que admirable, que agradable es que los hermanos vivan juntos en armonía! 2 Es como el buen aceite que, desde la cabeza, va descendiendo por la barba, por la barba de Aarón, hasta el borde de sus vestiduras. 3 Es tan refrescante como el rocío del monte Hermón que cae sobre los montes de Jerusalén. Donde se da esta armonía, el Señor concede bendición y vida eterna.
El Verbo de vida
1 Les anunciamos a ustedes la Palabra de vida que desde el principio ya existía. ¡Nosotros mismos la oímos, la vimos con nuestros propios ojos y la palpamos con nuestras manos!
2 Esa vida, que estaba con el Padre, se ha dado a conocer; y nosotros, que la experimentamos, hemos testificado de ella. 3 La predicamos a ustedes para que junto con nosotros participen también de la comunión que disfrutamos con el Padre y con Jesucristo, su Hijo. 4 Les escribimos esto para que nuestra alegría sea completa.
Caminemos en la luz
5 Este es el mensaje que Dios nos ha dado para ustedes: Dios es luz y en él no hay tinieblas. 6 Por lo tanto, si afirmamos que somos amigos suyos y seguimos viviendo en las tinieblas, mentimos y no estamos poniendo en práctica la verdad. 7 Pero si, al igual que Cristo, vivimos en la luz, entre nosotros habrá compañerismo, y la sangre de Jesucristo el Hijo de Dios nos limpiará de todo pecado.
8 Si decimos que no tenemos pecado, estamos engañándonos a nosotros mismos y no tenemos la verdad. 9 Pero si confesamos a Dios nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará y nos limpiará de toda maldad. 10 Si afirmamos que no hemos pecado, estamos diciendo que Dios es mentiroso, y eso muestra que su palabra no habita en nosotros.
2 Hijitos míos, les digo esto para que no pequen; pero si alguno peca, tenemos un abogado ante el Padre: a Jesucristo el justo. 2 Él es el sacrificio que fue ofrecido por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
Jesús se aparece a sus discípulos
19 El primer día de la semana por la tarde, mientras los discípulos estaban reunidos a puerta cerrada por temor a los judíos, entró Jesús. Se puso en medio de ellos y los saludó diciendo:
―¡La paz sea con ustedes!
20 Después de decir esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor.
21 Jesús volvió a decir:
―¡La paz sea con ustedes! Como mi Padre me envió, así yo los envío a ustedes.
22 Luego sopló sobre ellos y les dijo:
―Reciban el Espíritu Santo. 23 A los que ustedes les perdonen sus pecados, les serán perdonados; a los que ustedes no se los perdonen, no les serán perdonados.
Jesús se aparece a Tomás
24 Tomás, uno de los doce, al que le decían el Gemelo, no había estado con los discípulos cuando Jesús llegó. 25 Así que los otros discípulos le dijeron:
―¡Hemos visto al Señor!
Tomás les respondió:
―Si no veo las heridas de los clavos en sus manos y meto en ellas mi dedo, y mi mano en su costado, no lo creeré.
26 Ocho días después, estaban los discípulos reunidos otra vez en la casa, y Tomás estaba con ellos. Las puertas estaban cerradas, pero Jesús entró, se puso en medio de ellos y los saludó diciendo:
―¡La paz sea con ustedes!
27 Luego le dijo a Tomás:
―Pon aquí tu dedo y mira mis manos. Trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino que debes creer.
28 Tomás dijo:
―¡Señor mío y Dios mío!
29 Jesús le dijo:
―Tú has creído porque me has visto; dichosos los que no han visto y aun así creen.
30 Jesús hizo muchas otras señales milagrosas delante de sus discípulos que no están escritas en este libro. 31 Pero estas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que al creer en su nombre tengan vida.
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