Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
107 Den gracias al Señor, porque él es bueno, su gran amor durará por siempre. 2 ¿Te ha redimido el Señor? ¡Pues dilo! Cuenta a otros que te ha salvado de tus enemigos.
3 Reunió a quienes estaban desterrados en muchos países, de oriente y de occidente, del norte y del sur. 4 Errantes y sin hogar andaban por el desierto, 5 hambrientos y sedientos casi se mueren. 6 «¡Señor, ayúdanos!», clamaron en su angustia, y él los libró de su dolor. 7 Los llevó a vivir a un lugar seguro hasta una ciudad donde ellos pudieran vivir.
33 Él convirtió los ríos en desierto, y los manantiales en tierra seca; 34 y transformó la tierra fértil en terrenos salitrosos, por la maldad de sus habitantes. 35 Pero también transformó los desiertos en fuentes de aguas, la tierra seca en abundantes manantiales. 36 Lleva a los hambrientos a establecerse allí y a edificar sus ciudades, 37 a cultivar sus campos y plantar sus viñas, y a recoger magníficas cosechas.
15 Como la casa de ella estaba sobre la muralla de la ciudad, ella los bajó por una ventana con una cuerda.
16 ―Huyan a las montañas; escóndanse allí tres días hasta que los hombres que los buscan hayan regresado, y luego podrán continuar su camino —les dijo.
17 Antes de irse los hombres le dijeron:
―No podemos hacernos responsables de lo que ocurra 18 si no dejas esta cuerda colgando en la ventana y si tus parientes, tu padre, tu madre, tus hermanos o cualquier otro no están dentro de la casa. 19 Si salen a la calle, no respondemos por ellos; pero te prometemos que ninguno que esté dentro de la casa será muerto ni sufrirá daño alguno. 20 Pero si nos delatas, este juramento ya no nos obligará de ninguna manera.
21 ―Acepto las condiciones —contestó ella, y dejó la cuerda escarlata colgando de la ventana cuando ellos se fueron.
22 Los dos espías subieron a las montañas y permanecieron allí tres días hasta que los hombres que los estaban buscando regresaron a la ciudad después de buscar inútilmente por todo el camino. 23 Entonces los dos espías, descendiendo de la montaña, cruzaron el río Jordán e informaron a Josué todo lo que les había sucedido. 24 «El Señor nos dará toda la tierra —dijeron—, porque el pueblo está muerto de miedo a causa de nosotros».
13 »¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque ni entran al reino de los cielos ni dejan entrar a nadie! 14 ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que por un lado hacen oraciones larguísimas en las calles y por el otro les roban las casas a las viudas! ¡Hipócritas! 15 ¡Ay de ustedes, hipócritas!, porque recorren el mundo en busca de conversos, y una vez que los encuentran los hacen dos veces más hijos del infierno que ustedes mismos. 16-17 ¡Guías ciegos, ay de ustedes!, porque dicen que no importa que se jure en vano por el templo de Dios, pero si alguien jura en vano por el oro del templo, lo condenan. ¡Ciegos insensatos! ¿Qué es más importante, el oro o el templo que santifica el oro? 18 Y dicen que se puede jurar en vano por el altar, pero si se jura en vano por lo que está sobre el altar, lo condenan. 19 ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda que se pone sobre el altar o el altar que santifica la ofrenda? 20 El que jura por el altar está jurando también por lo que está sobre él; 21 y el que jura por el templo está jurando por el templo y por Dios que habita en él. 22 Y cuando se jura por el cielo se está jurando por el trono de Dios y por Dios mismo.
23 »¡Ay de ustedes, fariseos y escribas hipócritas! Porque diezman hasta la última hojilla de menta del jardín y se olvidan de lo más importante, que es hacer justicia y tener misericordia y fe. Sí, hay que diezmar, pero no se puede dejar a un lado lo que es aun más importante.
24 »¡Guías ciegos, que cuelan el mosquito y se tragan el camello! 25 ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas!, porque limpian cuidadosamente el exterior del vaso y dejan el interior lleno de robo e injusticia. 26 Fariseos ciegos, limpien primero el interior del vaso, para que esté limpio por dentro y por fuera. 27 ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, pues son como sepulcros blanqueados: hermosos por fuera, pero dentro están llenos de huesos de muertos y podredumbre! 28 Así también son ustedes: por fuera se ven santos, pero bajo la apariencia de piedad hay un corazón manchado de hipocresía y pecado.
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