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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Version
Habacuc 1:1-4

Este es el mensaje que el profeta Habacuc recibió en una visión.

Primera queja de Habacuc

¿Hasta cuándo debo pedir ayuda, oh Señor?
    ¡Pero tú no escuchas!
«¡Hay violencia por todas partes!», clamo,
    pero tú no vienes a salvar.
¿Tendré siempre que ver estas maldades?
    ¿Por qué debo mirar tanta miseria?
Dondequiera que mire,
    veo destrucción y violencia.
Estoy rodeado de gente
    que le encanta discutir y pelear.
La ley se ha estancado
    y no hay justicia en los tribunales.
Los perversos suman más que los justos,
    de manera que la justicia se ha corrompido.

Habacuc 2:1-4

Subiré a mi torre de vigilancia
    y montaré guardia.
Allí esperaré hasta ver qué dice el Señor
    y cómo responderá[a] a mi queja.

Respuesta del Señor

Entonces el Señor me dijo:

«Escribe mi respuesta con claridad en tablas,
    para que un corredor pueda llevar a otros el mensaje sin error.
Esta visión es para un tiempo futuro.
    Describe el fin, y este se cumplirá.
Aunque parezca que se demora en llegar, espera con paciencia,
    porque sin lugar a dudas sucederá.
    No se tardará.

»¡Mira a los orgullosos!
    Confían en sí mismos y sus vidas están torcidas.
    Pero el justo vivirá por su fidelidad a Dios.[b]

Salmos 119:137-144

Tsade

137 Oh Señor, tú eres recto,
    y tus ordenanzas son justas.
138 Tus leyes son perfectas
    y absolutamente confiables.
139 La indignación me agobia,
    porque mis enemigos despreciaron tus palabras.
140 Tus promesas fueron sometidas a una prueba rigurosa;
    por eso las amo tanto.
141 Soy insignificante y despreciado,
    pero no olvido tus mandamientos.
142 Tu justicia es eterna,
    y tus enseñanzas son totalmente ciertas.
143 Cuando la presión y el estrés se me vienen encima,
    yo encuentro alegría en tus mandatos.
144 Tus leyes siempre tienen razón;
    ayúdame a entenderlas para poder vivir.

2 Tesalonicenses 1:1-4

Saludos de Pablo

Nosotros, Pablo, Silas[a] y Timoteo, escribimos esta carta a la iglesia en Tesalónica, a ustedes que pertenecen a Dios nuestro Padre y al Señor Jesucristo.

Que Dios nuestro Padre[b] y el Señor Jesucristo les den gracia y paz.

Ánimo durante la persecución

Amados hermanos, no podemos más que agradecerle a Dios por ustedes, porque su fe está floreciendo, y el amor de unos por otros, creciendo. Con orgullo les contamos a las demás iglesias de Dios acerca de la constancia y la fidelidad de ustedes en todas las persecuciones y privaciones que están sufriendo.

2 Tesalonicenses 1:11-12

11 Así que seguimos orando por ustedes, pidiéndole a nuestro Dios que los ayude para que vivan una vida digna de su llamado. Que él les dé el poder para llevar a cabo todas las cosas buenas que la fe los mueve a hacer. 12 Entonces el nombre de nuestro Señor Jesús será honrado por la vida que llevan ustedes, y serán honrados junto con él. Todo esto se hace posible por la gracia de nuestro Dios y Señor, Jesucristo.[a]

Lucas 19:1-10

Jesús y Zaqueo

19 Jesús entró en Jericó y comenzó a pasar por la ciudad. Había allí un hombre llamado Zaqueo. Era jefe de los cobradores de impuestos de la región y se había hecho muy rico. Zaqueo trató de mirar a Jesús pero era de poca estatura y no podía ver por encima de la multitud. Así que se adelantó corriendo y se subió a una higuera sicómoro que estaba junto al camino, porque Jesús iba a pasar por allí.

Cuando Jesús pasó, miró a Zaqueo y lo llamó por su nombre: «¡Zaqueo!—le dijo—. ¡Baja enseguida! Debo hospedarme hoy en tu casa».

Zaqueo bajó rápidamente y, lleno de entusiasmo y alegría, llevó a Jesús a su casa; pero la gente estaba disgustada, y murmuraba: «Fue a hospedarse en la casa de un pecador de mala fama».

Mientras tanto, Zaqueo se puso de pie delante del Señor y dijo:

—Señor, daré la mitad de mi riqueza a los pobres y, si estafé a alguien con sus impuestos, le devolveré cuatro veces más.

Jesús respondió:

—La salvación ha venido hoy a esta casa, porque este hombre ha demostrado ser un verdadero hijo de Abraham. 10 Pues el Hijo del Hombre[a] vino a buscar y a salvar a los que están perdidos.

Nueva Traducción Viviente (NTV)

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