Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Dios cuida de mí
SALMO 23 (22)
Himno de David.
23 Tú, Dios mío, eres mi pastor;
contigo nada me falta.
2 Me haces descansar en verdes pastos,
y para calmar mi sed
me llevas a tranquilas aguas.
3 Me das nuevas fuerzas
y me guías por el mejor camino,
porque así eres tú.
4 Puedo cruzar lugares peligrosos
y no tener miedo de nada,
porque tú eres mi pastor
y siempre estás a mi lado;
me guías por el buen camino
y me llenas de confianza.
5 Aunque se enojen mis enemigos,
tú me ofreces un banquete
y me llenas de felicidad;
¡me das un trato especial!
6 Estoy completamente seguro
de que tu bondad y tu amor
me acompañarán mientras yo viva,
y de que para siempre
viviré donde tú vives.
Jacob y José se encuentran
28 Antes de salir de Canaán, Jacob envió a Judá para que le preguntara a José cómo llegar a la región de Gosen. Cuando todos ellos llegaron allá, 29 José mandó que le prepararan su carro, y salió a encontrarse con su padre. En cuanto José lo vio, corrió a sus brazos y se soltó a llorar un buen rato. 30 Y Jacob le dijo:
—Con mis propios ojos te he visto, y sé que estás vivo. ¡Ya puedo morir en paz!
31 José les dijo a sus hermanos y a todos sus familiares:
—Voy a hablar con el rey. Le diré que toda mi familia, que vivía en Canaán, ha venido a quedarse conmigo. 32 Le diré que ustedes crían ovejas, y que se han traído sus rebaños y ganado, y todo lo que tienen. 33 Cuando el rey los llame y les pregunte a qué se dedican, 34 respóndanle que siempre han sido pastores, como nuestros abuelos. Así los dejará quedarse en la región de Gosen.
Y es que a los egipcios no les gusta vivir cerca de los pastores.
Jacob ante el rey de Egipto
47 1-2 José eligió a cinco de sus hermanos y se los presentó al rey. Le dijo:
—Mi padre y mis hermanos han venido desde Canaán, y ahora están en Gosen. Han venido con sus rebaños y ganados, y con todo lo que tienen.
3 El rey les preguntó:
—¿Y ustedes a qué se dedican?
Ellos le respondieron:
—Su Majestad, nosotros somos pastores, como lo fueron nuestros abuelos. 4 Hemos venido a quedarnos aquí por algún tiempo, porque falta comida en Canaán y ya no tenemos pastos para nuestros ganados. Le rogamos a usted que nos deje vivir en Gosen.
5 Entonces el rey le dijo a José:
—Ya que tu padre y tus hermanos han venido a quedarse contigo, 6 puedes elegir el lugar que quieras para que vivan en este país. Dales los mejores terrenos; déjalos vivir en Gosen. Y si algunos de ellos tienen alguna habilidad especial, que se dediquen a cuidar mi propio ganado.
Pedro y Juan hablan ante la Junta Suprema
4 Pedro y Juan estaban hablando todavía con la gente cuando se acercaron algunos sacerdotes y saduceos, y el jefe de los guardias del templo. 2 Estaban muy enojados porque Pedro y Juan enseñaban que los muertos podían resucitar, así como Jesús había sido resucitado. 3 Entonces apresaron a Pedro y a Juan; pero como ya estaba anocheciendo, los encerraron en la cárcel hasta el día siguiente.
4 Sin embargo, al escuchar el mensaje que daban los apóstoles, muchos creyeron en Jesús. Ese mismo día, el grupo de los seguidores de Jesús llegó como a cinco mil personas.
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