Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Invitación a la alabanza
150 ¡Alabemos a nuestro Dios!
¡Alabemos a Dios en su santuario!
¡Alabemos su poder en el cielo!
2 ¡Alabemos sus grandes acciones!
¡Alabemos su incomparable grandeza!
3 ¡Alabémoslo con sonido de trompeta!
¡Alabémoslo con arpas y liras!
4 ¡Alabémoslo con panderos y danzas!
¡Alabémoslo con cuerdas y flautas!
5 ¡Alabémoslo con sonoros platillos!
¡Alabémoslo con platillos vibrantes!
6 ¡Que alaben a Dios
todos los seres vivos!
¡Alabemos a nuestro Dios!
14-15 »Yo atacaré a Israel y a Judá
con la misma furia de un león.
Los agarraré y los haré pedazos,
y no habrá quien los salve.
Luego los dejaré por un tiempo,
y esperaré a que se arrepientan;
cuando reconozcan que me han ofendido,
se llenarán de angustia y me buscarán.»
Los israelitas se arrepienten
6 Entonces los israelitas dijeron:
«¡Volvamos a Dios!
Aunque él nos ha castigado mucho,
también nos dará su perdón.
2 Dos o tres días le serán suficientes
para restaurarnos por completo.
3 »¡Volvamos a Dios!
Si lo hacemos así,
él vendrá a buscarnos;
vendrá como el sol de cada día,
¡como las primeras lluvias
que caen en primavera!»
Dios responde a Israel
4 Pero Dios respondió:
«Habitantes de Israel y de Judá:
¿qué voy a hacer con ustedes?,
¿cómo debo tratarlos?
Ustedes dicen que me aman,
pero su amor es como la niebla
y como el rocío de la mañana:
¡muy pronto desaparece!
5 »Por eso el mensaje que les di
por medio de mis profetas,
fue como un rayo destructor
que les trajo la muerte.
6 »Ustedes me traen ofrendas,
pero eso no es lo que quiero.
Lo que quiero es que me amen
y que me reconozcan como su Dios.
Saludo
1 Del líder y encargado de la iglesia, a los hermanos y hermanas que Dios ha elegido: Yo los amo, y no sólo yo, sino también todos los que han conocido la verdad, 2 la cual nos hace amarnos.
3 Les pido a Dios el Padre y a su Hijo Jesucristo que sean buenos con ustedes, que los traten con mucho amor, y que les den su paz. ¡Que hagan que en ustedes abunden la verdad y el amor!
El amor verdadero
4 Me alegré mucho al encontrar que algunos de ustedes viven de acuerdo con la verdad, como Dios el Padre nos mandó. 5 Ahora les pido que nos amemos los unos a los otros. Este mandamiento no es nuevo: es el mismo que se nos dio desde el principio. 6 El que ama de verdad también obedece los mandamientos de Dios. Y como ustedes lo han sabido desde el principio, Dios nos manda que vivamos amando siempre a los demás.
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