Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Salmos 41

Dios ayuda al que ayuda

Al director. Canción de David.

Afortunados los que ayudan al pobre a salir adelante
    porque cuando estén en peligro, el SEÑOR los salvará.
El SEÑOR los protegerá
    y los mantendrá con vida.
Serán felices en la tierra
    y no los dejará caer en manos de sus enemigos.
El SEÑOR les dará fortaleza cuando se sientan débiles.
    Los sanará cuando estén enfermos y en cama.

Yo dije: «SEÑOR, he pecado contra ti,
    pero por favor ten compasión de mí y alíviame».
Pero mis enemigos decían contra mí:
    «¿Cuándo morirá y pasará al olvido?»
Venían a verme,
    pero no me decían lo que en realidad estaban pensando,
    sino que venían a recoger calumnias y salir a contarlas.
Todos mis rivales murmuraban
    y planeaban cosas en mi contra.
Ellos decían: «Debe haber hecho algo malo ya que está enfermo
    y no puede recuperarse».
Hasta mi mejor amigo en quien yo confiaba,
    con el que compartí mi comida, se puso en mi contra.

10 Así que te pido SEÑOR que tengas compasión de mí;
    ayúdame a levantarme para poder pagarles lo que merecen.
11 Sólo así podré saber que no estás enojado conmigo
    y que no incitaste a mis enemigos a que me atacaran.
12 Sabré que era inocente, que tú me ayudaste
    y me permitiste servirte siempre.

13 Alaben al SEÑOR, el Dios de Israel,
    que ha existido desde el principio de los siglos
    y que existirá por toda la eternidad.

¡Qué así sea!

Isaías 39

Ezequías y los enviados de Babilonia

(2 R 20:12-19; 2 Cr 32:27-31)

39 En esos días, el rey Merodac Baladán hijo de Baladán, rey de Babilonia, había oído que Ezequías estaba enfermo y se había recuperado. Entonces, envió mensajeros con cartas y regalos a Ezequías, quien los recibió gustoso y les mostró sus tesoros: el oro y la plata, las especias, el aceite fino, su arsenal y todo lo que había en la tesorería real. No hubo nada que no les mostrara en su palacio y en todo el reino. Entonces vino el profeta Isaías a Ezequías y le dijo:

—¿Qué dijeron estos hombres y de dónde vinieron?

Ezequías le respondió:

—Ellos vinieron de muy lejos, de Babilonia.

Luego Isaías le dijo:

—¿Qué vieron ellos del palacio?

Ezequías le dijo:

—Ellos vieron todo lo que hay en el palacio y en los depósitos. No dejé nada sin mostrarles.

Entonces Isaías le dijo a Ezequías:

—Oye el mensaje del SEÑOR Todopoderoso: “Llegará el día en que se llevarán a Babilonia todo lo que hay en tu palacio y todo lo que tus antepasados guardaron hasta el día de hoy. No dejarán nada, dice el SEÑOR. Se llevarán incluso hasta a algunos de tus descendientes los castrarán y los pondrán de funcionarios[a] en el palacio del rey de Babilonia”.

Ezequías le dijo a Isaías:

—El mensaje que me trajiste de parte del SEÑOR es bueno.

Dijo esto porque pensó: «Por lo menos en mis días habrá paz y seguridad».

Lucas 4:38-41

Jesús sana a la suegra de Pedro

(Mt 8:14-15; Mr 1:29-31)

38 Jesús salió de la sinagoga y fue a casa de Simón[a]. La suegra de Simón tenía una fiebre muy alta y le rogaron a Jesús que la ayudara. 39 Jesús se acercó y le ordenó a la fiebre que saliera de ella, y la fiebre la dejó. En ese mismo instante se puso de pie y empezó a atenderlos a todos.

Jesús sana a mucha más gente

(Mt 8:16-17; Mr 1:32-34)

40 Al ponerse el sol, la gente llevó a Jesús a todos los que padecían de diversas enfermedades. Él impuso las manos sobre cada uno de ellos y los sanó. 41 También de muchos de ellos salieron demonios que gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios». Sin embargo, Jesús reprendía a los demonios y no los dejaba hablar porque ellos sabían que él era el Mesías.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

© 2005, 2015 Bible League International