Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
30 Salmo cantado en la dedicación de la Casa: GLORIFICARTE he, oh Jehová; porque me has ensalzado, Y no hiciste á mis enemigos alegrarse de mí.
2 Jehová Dios mío, A ti clamé, y me sanaste.
3 Oh Jehová, hiciste subir mi alma del sepulcro; Dísteme vida, para que no descendiese á la sepultura.
4 Cantad á Jehová, vosotros sus santos, Y celebrad la memoria de su santidad.
5 Porque un momento será su furor; Mas en su voluntad está la vida: Por la tarde durará el lloró, Y á la mañana vendrá la alegría.
6 Y dije yo en mi prosperidad: No seré jamás conmovido;
7 Porque tú, Jehová, por tu benevolencia has asentado mi monte con fortaleza. Escondiste tu rostro, fuí conturbado.
8 A ti, oh Jehová, clamaré; Y al Señor suplicaré.
9 ¿Qué provecho hay en mi muerte, cuando yo descienda al hoyo? ¿Te alabará el polvo? ¿anunciará tu verdad?
10 Oye, oh Jehová, y ten misericordia de mí: Jehová, sé tú mi ayudador.
11 Has tornado mi endecha en baile; Desataste mi saco, y ceñísteme de alegría.
12 Por tanto á ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.
21 Mas si fuere pobre, que no alcanzare su mano á tanto, entonces tomará un cordero para ser ofrecido como ofrenda agitada por la culpa, para reconciliarse, y una décima de flor de harina amasada con aceite para presente, y un log de aceite;
22 Y dos tórtolas, ó dos palominos, lo que alcanzare su mano: y el uno será para expiación por el pecado, y el otro para holocausto;
23 Las cuales cosas traerá al octavo día de su purificación al sacerdote, á la puerta del tabernáculo del testimonio delante de Jehová.
24 Y el sacerdote tomará el cordero de la expiación por la culpa, y el log de aceite, y mecerálo el sacerdote como ofrenda agitada delante de Jehová;
25 Luego degollará el cordero de la culpa, y tomará el sacerdote de la sangre de la culpa, y pondrá sobre la ternilla de la oreja derecha del que se purifica, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el pulgar de su pie derecho.
26 Y el sacerdote echará del aceite sobre la palma de su mano izquierda;
27 Y con su dedo derecho rociará el sacerdote del aceite que tiene en su mano izquierda, siete veces delante de Jehová.
28 También pondrá el sacerdote del aceite que tiene en su mano sobre la ternilla de la oreja derecha del que se purifica, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el pulgar de su pie derecho, en el lugar de la sangre de la culpa.
29 Y lo que sobrare del aceite que el sacerdote tiene en su mano, pondrálo sobre la cabeza del que se purifica, para reconciliarlo delante de Jehová.
30 Asimismo ofrecerá la una de las tórtolas, ó de los palominos, lo que alcanzare su mano:
31 El uno de lo que alcanzare su mano, en expiación por el pecado, y el otro en holocausto, además del presente: y hará el sacerdote expiación por el que se ha de purificar, delante de Jehová.
32 Esta es la ley del que hubiere tenido plaga de lepra, cuya mano no alcanzare lo prescrito para purificarse.
6 Y estando Jesús en Bethania, en casa de Simón el leproso,
7 Vino á él una mujer, teniendo un vaso de alabastro de unguento de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado á la mesa.
8 Lo cual viendo sus discípulos, se enojaron, diciendo: ¿Por qué se pierde esto?
9 Porque esto se podía vender por gran precio, y darse á los pobres.
10 Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué dais pena á esta mujer? Pues ha hecho conmigo buena obra.
11 Porque siempre tendréis pobres con vosotros, mas á mí no siempre me tendréis.
12 Porque echando este unguento sobre mi cuerpo, para sepultarme lo ha hecho.
13 De cierto os digo, que donde quiera que este evangelio fuere predicado en todo el mundo, también será dicho para memoria de ella, lo que ésta ha hecho.