Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
8 El SEÑOR me enseñó así: Y he aquí un canastillo de fruta de verano.
2 Y dijo: ¿Qué ves, Amós? Y dije: Un canastillo de fruta de verano. Y el SEÑOR me dijo: Ha venido el fin sobre mi pueblo Israel; nunca más le pasaré.
3 Y los cantores del templo aullarán en aquel día, dijo el Señor DIOS; los cuerpos muertos serán aumentados en todo lugar echados en silencio.
4 Oíd esto, los que tragáis a los menesterosos, y taláis a los pobres de la tierra,
5 diciendo: Cuando pasare el mes, venderemos el trigo; y pasado el sábado abriremos los alfolíes del pan, y achicaremos la medida, y engrandeceremos el precio, y falsearemos el peso engañoso;
6 y compraremos los pobres por dinero, y los necesitados por un par de zapatos, y venderemos los desechos del trigo.
7 El SEÑOR juró por la gloria de Jacob: No me olvidaré para siempre de todas sus obras.
8 ¿No se ha de estremecer la tierra sobre esto? ¿Y todo habitador de ella no llorará? Y subirá toda como un río, y será arrojada, y será hundida como el río de Egipto.
9 Y acaecerá en aquel día, dijo el Señor DIOS, que haré que se ponga el sol al mediodía, y la tierra cubriré de tinieblas en el día claro.
10 Y tornaré vuestras fiestas en lloro, y todos vuestros cantares en endechas; y haré poner cilicio sobre todo lomo, y peladura sobre toda cabeza; y la tornaré como en llanto de unigénito, y su postrimería como día amargo.
11 He aquí vienen días, dijo el Señor DIOS, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra del SEÑOR.
12 E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra del SEÑOR, y no la hallarán.
Al Vencedor: Masquil de David, cuando vino Doeg el edomita y dio cuenta a Saúl, diciéndole: David ha venido a casa de Ahimelec.
1 ¿Por qué te glorías de maldad, oh hombre fuerte? La misericordia de Dios es cada día.
2 Agravios maquina tu lengua; como navaja amolada hace engaño.
3 Amaste el mal más que el bien; la mentira más que hablar justicia. (Selah.)
4 Has amado toda suerte de palabras perniciosas, engañosa lengua.
5 Por tanto Dios te derribará para siempre; te cortará y te arrancará de tu morada, y te desarraigará de la tierra de los vivientes. (Selah.)
6 ¶ Y verán los justos, y temerán; y se reirán de él, diciendo:
7 He aquí un varón que no puso a Dios por su fortaleza, sino que confió en la multitud de sus riquezas; se esforzó en su maldad.
8 Mas yo estoy como oliva verde en la Casa de Dios; confié en la misericordia de Dios perpetua y eternalmente.
9 Te alabaré para siempre porque obraste; y esperaré a tu Nombre, porque es bueno, delante de tus misericordiosos.
15 El cual es la imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda criatura.
16 Porque por él fueron creadas todas las cosas que están en los cielos, y que están en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por él y en él.
17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas consisten por él;
18 y él es la cabeza, del cuerpo de la Iglesia, principio y primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga el primado.
19 Por cuanto agradó al Padre que en él habitara toda plenitud,
20 y por él reconciliar todas las cosas a sí mismo, pacificando por la sangre de su madero, así lo que está en la tierra como lo que está en los cielos.
21 A vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos de ánimo en malas obras, ahora empero os ha reconciliado
22 en el cuerpo de su carne por medio de la muerte, para haceros santos, y sin mancha, e irreprensibles delante de él;
23 si empero permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del Evangelio que habéis oído; el cual es predicado a toda criatura que está debajo del cielo; del cual yo Pablo soy hecho ministro.
24 Que ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las tribulaciones del Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia;
25 de la cual soy hecho ministro, por la dispensación de Dios la cual me es dada en vosotros, para que cumpla la palabra de Dios;
26 a saber, el misterio escondido desde los siglos y generaciones y que ahora ha sido manifestado a sus santos,
27 a los cuales quiso Dios hacer notorias las riquezas de la gloria de este misterio en los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,
28 el cual nosotros anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando en toda sabiduría, para hacer a todo hombre perfecto en el Cristo Jesús;
38 ¶ Y aconteció que yendo, entró él en una aldea; y una mujer llamada Marta, le recibió en su casa.
39 Y ésta tenía una hermana que se llamaba María, la cual sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra.
40 Pero Marta se distraía en muchos servicios; y sobreviniendo, dice: Señor, ¿no tienes cuidado que mi hermana me deja servir sola? Dile pues, que me ayude.
41 Pero respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, cuidadosa estás, y con las muchas cosas estás turbada;
42 pero sólo una cosa es necesaria; y María escogió la buena parte, la cual no le será quitada.
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