Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
20 Jehová me retribuye conforme a mi justicia;
Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.
21 Porque yo he guardado los caminos de Jehová,
Y no me aparté impíamente de mi Dios.
22 Pues todos sus juicios estuvieron delante de mí,
Y no me he apartado de sus estatutos.
23 Fui fiel para con él, y me he guardado de mi maldad,
24 Por lo cual me ha recompensado
Jehová conforme a mi justicia;
Conforme a la pureza de mis manos delante de su vista.
25 Con el misericordioso te mostrarás misericordioso,
Y recto para con el hombre íntegro.
26 Puro te mostrarás para con el puro,
Y con el ladino, sagaz.
27 Porque tú salvas a la gente humilde,
Y humillas los ojos altivos.
28 Tú encenderás mi lámpara;
Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas.
29 Contigo desbarataré ejércitos,
Y con mi Dios asaltaré muros.
30 En cuanto a Dios, perfecto es su camino,
Y acrisolada la palabra de Jehová;
Escudo es a todos los que en él esperan.
Rut y Booz en la era
3 Después le dijo su suegra Noemí: Hija mía, ¿no he de buscar hogar para ti donde te vaya bien?
2 ¿No es Booz nuestro pariente, con cuyas criadas tú has estado? He aquí que él avienta esta noche la parva de las cebadas.
3 Lávate, pues, y úngete, y vistiéndote tus vestidos, vete a la era; mas no te des a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber.
4 Y cuando él se acueste, notarás el lugar donde se acueste, e irás y descubrirás sus pies, y te acostarás allí; y él te dirá lo que hayas de hacer.
5 Y ella respondió: Haré todo lo que tú me mandes.
6 Descendió, pues, a la era, e hizo todo lo que su suegra le había mandado.
7 Y cuando Booz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo contento, se retiró a dormir a un lado del montón. Entonces ella vino calladamente, y le descubrió los pies y se acostó.
17 Pero cuando se acercaba el tiempo de la promesa, que Dios había jurado a Abraham, el pueblo creció y se multiplicó en Egipto,
18 hasta que se levantó en Egipto otro rey que no sabía nada de José.
19 Este rey, usando de astucia con nuestro pueblo, maltrató a nuestros padres, a fin de que expusiesen a la muerte a sus niños de pecho, para que no se propagasen.
20 En aquel tiempo nació Moisés, y fue hermoso a los ojos de Dios; y fue criado tres meses en casa de su padre.
21 Pero siendo expuesto a la muerte, la hija de Faraón le recogió y le crió como a hijo suyo.
22 Y fue instruido Moisés en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus palabras y obras.
23 Cuando cumplió la edad de cuarenta años, le vino el deseo de visitar a sus hermanos, los hijos de Israel.
24 Y al ver a uno que era tratado injustamente, lo defendió, e hiriendo al egipcio, vengó al oprimido.
25 Y él pensaba que sus hermanos comprenderían que Dios les estaba dando libertad por mano suya; mas ellos no lo comprendieron así.
26 Y al día siguiente, se presentó a unos de ellos que reñían, y trató de ponerlos en paz, diciendo: Varones, vosotros sois hermanos, ¿a qué fin os maltratáis el uno al otro?
27 Entonces el que maltrataba a su prójimo le dio un empujón, diciendo: ¿Quién te ha constituido gobernante y juez sobre nosotros?
28 ¿Acaso quieres tú matarme, como mataste ayer al egipcio?
29 Al oír esta palabra, Moisés huyó, y vivió como extranjero en tierra de Madián, donde engendró dos hijos.
Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.