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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Lucas 1:46-55

El cántico de María

46 Y María dijo:

—Engrandece mi alma al Señor;

47 y mi espíritu se alegra

en Dios, mi Salvador,

48 porque ha mirado

la bajeza de su sierva.

He aquí, pues, desde ahora

me tendrán por bienaventurada todas las generaciones,

49 porque el Poderoso ha hecho grandes cosas conmigo.

Su nombre es santo,

50 y su misericordia es

de generación en generación, para con los que le temen.

51 Hizo proezas con su brazo;

esparció a los soberbios

en el pensamiento de sus corazones.

52 Quitó a los poderosos de sus tronos

y levantó a los humildes.

53 A los hambrientos sació de bienes

y a los ricos los despidió vacíos.

54 Ayudó a Israel, su siervo,

para acordarse de la misericordia,

55 tal como habló a nuestros padres;

a Abraham y a su descendencia para siempre.

1 Samuel 1:19-28

Nacimiento y dedicación de Samuel

19 Se levantaron de madrugada y adoraron delante del SEÑOR. Y volviéndose, llegaron a su casa en Ramá. Elcana conoció a Ana su mujer, y el SEÑOR se acordó de ella. 20 Y sucedió que a su debido tiempo, Ana concibió y dio a luz un hijo. Y le puso por nombre Samuel[a], diciendo: “Porque se lo pedí al SEÑOR”.

21 Después aquel hombre, Elcana, subió con toda su familia, para ofrecer al SEÑOR el sacrificio anual y cumplir su voto. 22 Pero Ana no fue, sino que dijo a su marido:

—Tan pronto como el niño sea destetado, lo llevaré para que sea presentado ante el SEÑOR y se quede allí para siempre.

23 Y Elcana su marido le respondió:

—Haz lo que te parezca bien; quédate hasta que lo destetes. ¡Solo que el SEÑOR cumpla la palabra que sale de tu boca![b].

Así que la mujer se quedó y amamantó a su hijo hasta que lo destetó. 24 Y después de haberlo destetado, lo llevó consigo y lo trajo a la casa del SEÑOR en Silo, junto con un toro de tres años[c], veinte kilos de harina y una vasija de vino. El niño era pequeño.

25 Después de degollar el toro llevaron el niño a Elí. 26 Y ella dijo:

—¡Oh señor mío! Vive tu alma, oh señor mío, que yo soy aquella mujer que estuvo de pie aquí, junto a ti, orando al SEÑOR. 27 Por este niño oraba, y el SEÑOR me ha concedido lo que le pedí. 28 Por eso yo también lo dedico al SEÑOR; y estará dedicado al SEÑOR todos los días de su vida.

Y adoraron[d] allí al SEÑOR.

Hebreos 8

En resumen, lo que venimos diciendo es esto: Tenemos tal sumo sacerdote que se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, ministro del lugar santísimo y del verdadero tabernáculo que levantó el Señor y no el hombre.

Porque todo sumo sacerdote es puesto para ofrecer ofrendas y sacrificios; de ahí que era necesario que él también tuviera algo que ofrecer. Si estuviese sobre la tierra ni siquiera sería sacerdote, porque ya hay sacerdotes que presentan ofrendas según la ley. Ellos sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le había advertido a Moisés cuando estaba por construir el tabernáculo, diciendo: Mira, harás todas las cosas conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte[a]. Pero ahora Jesús ha alcanzado un ministerio sacerdotal tanto más excelente por cuanto él es mediador de un pacto superior, que ha sido establecido sobre promesas superiores.

Porque si el primer pacto hubiera sido sin defecto no se habría procurado lugar para un segundo. Porque, reprendiéndoles, dice:

“He aquí vienen días”, dice el Señor, “en que concluiré con la casa de Israel

y con la casa de Judá un nuevo pacto;

no como el pacto que hice con sus padres en el día en que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto.

Porque ellos no permanecieron en mi pacto, y yo dejé de preocuparme por ellos”, dice el Señor.

10 “Porque este es el pacto que haré con la casa de Israel

después de aquellos días”, dice el Señor.

“Pondré mis leyes en la mente de ellos y en su corazón las inscribiré.

Y yo seré para ellos Dios,

y para mí ellos serán pueblo.

11 Nadie enseñará a su prójimo,

ni nadie a su hermano, diciendo: ‘Conoce al Señor’;

porque todos me conocerán,

desde el menor de ellos hasta el mayor.

12 Porque seré misericordioso en cuanto

a sus injusticias

y jamás me acordaré de sus pecados”[b].

13 Al decir “nuevo”, ha declarado caduco al primero; y lo que se ha hecho viejo y anticuado está a punto de desaparecer.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano