Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Zain
49 Acuérdate de la palabra dada a tu siervo,
En la cual me has enseñado a poner la esperanza.
50 Ella es mi consuelo en mi aflicción,
Porque tu dicho me ha vivificado.
51 Los soberbios se burlaron mucho de mí,
Mas no me he apartado de tu ley.
52 Me acuerdo, oh Jehová, de tus juicios de otro tiempo,
Y me consuelo.
53 El furor se apoderó de mí a causa de los inicuos
Que dejan tu ley.
54 Tus estatutos son cantares para mí
En mi habitación de forastero.
55 Me acuerdo por la noche de tu nombre, oh Jehová,
Y guardo tu ley.
56 Esta es la gran bendición que he tenido:
Que he guardado tus mandamientos.
Exhortaciones a la obediencia
10 Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob que te daría, en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste,
11 y casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivares que no plantaste, y luego que comas y te sacies,
12 cuídate de no olvidarte de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
13 A Jehová tu Dios temerás, y a él solo servirás, y por su nombre jurarás.
14 No andaréis en pos de dioses ajenos, de los dioses de los pueblos que están en vuestros contornos;
15 porque el Dios celoso, Jehová tu Dios, en medio de ti está; para que no se inflame el furor de Jehová tu Dios contra ti, y te destruya de sobre la tierra.
16 No tentaréis a Jehová vuestro Dios, como lo tentasteis en Massá.
17 Guardad cuidadosamente los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y sus testimonios y sus estatutos que te ha mandado.
18 Y haz lo recto y bueno ante los ojos de Jehová, para que te vaya bien, y entres y poseas la buena tierra que Jehová juró a tus padres;
19 para que él arroje a tus enemigos de delante de ti, como Jehová ha dicho.
20 Mañana cuando te pregunte tu hijo, diciendo: ¿Qué significan los testimonios y estatutos y decretos que Jehová nuestro Dios os mandó?,
21 entonces dirás a tu hijo: Nosotros éramos siervos de Faraón en Egipto, y Jehová nos sacó de Egipto con mano poderosa.
22 Jehová hizo señales y milagros grandes y terribles en Egipto, sobre Faraón y sobre toda su casa, delante de nuestros ojos;
23 y nos sacó de allá, para traernos y darnos la tierra que juró a nuestros padres.
24 Y nos mandó Jehová que cumplamos todos estos estatutos, temiendo a Jehová nuestro Dios, para que nos vaya bien todos los días, y para que nos conserve la vida, como hasta hoy.
25 Y tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra todos estos mandamientos delante de Jehová nuestro Dios, como él nos ha mandado.
El complot para matar a Jesús
45 Entonces muchos de los judíos que habían venido para acompañar a María, y vieron lo que hizo Jesús, creyeron en él.
46 Pero algunos de ellos fueron a los fariseos y les dijeron lo que Jesús había hecho.
47 Entonces los principales sacerdotes y los fariseos reunieron el sanedrín, y dijeron: ¿Qué hacemos? Porque este hombre hace muchas señales.
48 Si le dejamos así, todos creerán en él; y vendrán los romanos, y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación.
49 Entonces Caifás, uno de ellos, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada;
50 ni os dais cuenta de que nos conviene que un solo hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca.
51 Esto no lo dijo por sí mismo, sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús iba a morir por la nación;
52 y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos.
53 Así que, desde aquel día acordaron matarle.
54 Por tanto, Jesús ya no andaba abiertamente entre los judíos, sino que se alejó de allí a la región contigua al desierto, a una ciudad llamada Efraín; y se quedó allí con sus discípulos.
55 Y estaba cerca la pascua de los judíos; y muchos subieron de aquella región a Jerusalén antes de la pascua, para purificarse.
56 Y buscaban a Jesús, y estando ellos en el templo, se preguntaban unos a otros: ¿Qué os parece? ¿No vendrá a la fiesta?
57 Y los principales sacerdotes y los fariseos habían dado orden de que si alguno supiese dónde estaba, lo denunciara, para que le prendiesen.
Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.