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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Salmos 119:41-48

Vau

41 Venga a mí tu misericordia, Jehová;
tu salvación, conforme a tu dicho.
42 Y daré por respuesta a quien me avergüenza
que en tu palabra he confiado.
43 No quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad,
porque en tus juicios espero.
44 Guardaré tu Ley siempre,
para siempre y eternamente.
45 Y andaré en libertad,
porque busqué tus mandamientos.
46 Hablaré de tus testimonios delante de los reyes
y no me avergonzaré.
47 Me regocijaré en tus mandamientos,
los cuales he amado.
48 Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amo
y meditaré en tus estatutos.

Génesis 17

La circuncisión, señal del pacto

17 Abram tenía noventa y nueve años de edad cuando se le apareció Jehová y le dijo:

—Yo soy el Dios Todopoderoso. Anda delante de mí y sé perfecto. Yo haré un pacto contigo y te multiplicaré en gran manera.

Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo:

—Éste es mi pacto contigo: serás padre de muchedumbre de gentes. No te llamarás más Abram, sino que tu nombre será Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes. Te multiplicaré en gran manera, y de ti saldrán naciones y reyes. Estableceré un pacto contigo y con tu descendencia después de ti, de generación en generación: un pacto perpetuo, para ser tu Dios y el de tu descendencia después de ti. Te daré a ti y a tu descendencia después de ti la tierra en que habitas, toda la tierra de Canaán, en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.

Dijo de nuevo Dios a Abraham:

—En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti de generación en generación. 10 Éste es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Todo varón de entre vosotros será circuncidado. 11 Circuncidaréis la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros. 12 A los ocho días de edad será circuncidado todo varón entre vosotros, de generación en generación, tanto el nacido en casa como el comprado por dinero a cualquier extranjero que no sea de tu linaje. 13 Debe ser circuncidado el nacido en tu casa y el comprado por tu dinero, de modo que mi pacto esté en vuestra carne por pacto perpetuo. 14 El incircunciso, aquel a quien no se le haya cortado la carne del prepucio, será eliminado de su pueblo por haber violado mi pacto.

15 Dijo también Dios a Abraham:

—A Sarai, tu mujer, no la llamarás Sarai, sino que su nombre será Sara. 16 Yo la bendeciré, y también te daré un hijo de ella. Sí, la bendeciré y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos nacerán de ella.

17 Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rió y dijo en su corazón: «¿A un hombre de cien años habrá de nacerle un hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, habrá de concebir?» 18 Y dijo Abraham a Dios:

—Ojalá viva Ismael delante de ti.

19 Respondió Dios:

—Ciertamente Sara, tu mujer, te dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Isaac. Confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él. 20 Y en cuanto a Ismael, también te he oído. Lo bendeciré, lo haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera, engendrará doce príncipes y haré de él una gran nación. 21 Pero yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz el año que viene por este tiempo. 22 Acabó Dios de hablar con Abraham, y se alejó de él.

23 Entonces tomó Abraham a su hijo Ismael, a todos los siervos nacidos en su casa y a todos los comprados por su dinero, a todo varón de la casa de Abraham, y circuncidó la carne del prepucio de ellos en aquel mismo día, como Dios le había dicho. 24 Tenía Abraham noventa y nueve años de edad cuando circuncidó la carne de su prepucio. 25 E Ismael, su hijo, tenía trece años cuando fue circuncidada la carne de su prepucio. 26 En el mismo día fueron circuncidados Abraham y su hijo Ismael; 27 todos los varones de su casa, tanto el siervo nacido en casa como el comprado del extranjero por dinero, fueron circuncidados con él.

Hebreos 13:1-16

13 Permanezca el amor fraternal. No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.

Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos; y de los maltratados, como si vosotros estuvierais en su mismo cuerpo.

Honroso sea en todos el matrimonio y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.

Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora, pues él dijo: «No te desampararé ni te dejaré.» Así que podemos decir confiadamente:

«El Señor es mi ayudador; no temeré
lo que me pueda hacer el hombre.»

Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta e imitad su fe.

Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos. No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas. Es mejor afirmar el corazón con la gracia, no con alimentos que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellos.

10 Tenemos un altar, del cual no tienen derecho de comer los que sirven al Tabernáculo, 11 porque los cuerpos de aquellos animales cuya sangre a causa del pecado es introducida en el santuario por el sumo sacerdote, son quemados fuera del campamento. 12 Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta. 13 Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su oprobio, 14 porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir. 15 Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. 16 Y de hacer el bien y de la ayuda mutua no os olvidéis, porque de tales sacrificios se agrada Dios.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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