Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
ו Vav
41 Venga a mí tu misericordia, oh SEÑOR; y tu salvación, conforme a tu promesa.
42 Entonces daré respuesta al que me afrenta,
porque en tu palabra he confiado.
43 En ningún momento quites de mi boca la palabra de verdad,
porque en tu juicio tengo puesta
mi esperanza.
44 Tu ley guardaré siempre,
para siempre jamás.
45 Andaré en libertad,
porque he buscado tus mandamientos.
46 Hablaré de tus testimonios delante
de los reyes
y no quedaré avergonzado.
47 Me deleitaré en tus mandamientos, los cuales he amado.
48 Alzaré mis manos a tus mandamientos, los cuales he amado,
y meditaré en tus leyes.
El pacto y la circuncisión
17 Abram tenía noventa y nueve años cuando el SEÑOR se le apareció y le dijo:
—Yo soy el Dios Todopoderoso; camina delante de mí y sé perfecto. 2 Yo estableceré mi pacto entre tú y yo, y te multiplicaré en gran manera.
3 Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él diciendo:
4 —He aquí que mi pacto es contigo: Tú serás padre de muchas naciones. 5 Ya no se llamará más tu nombre Abram[a]; tu nombre será Abraham[b], pues te he constituido en padre de una multitud de naciones. 6 Yo te haré muy fecundo; de ti haré naciones, y reyes saldrán de ti. 7 Yo establezco mi pacto como pacto perpetuo entre tú y yo, y tu descendencia después de ti por sus generaciones, para ser tu Dios y el de tu descendencia después de ti. 8 Yo te daré en posesión perpetua, a ti y a tu descendencia después de ti, la tierra en que resides, toda la tierra de Canaán. Y yo seré su Dios.
9 Dios dijo de nuevo a Abraham:
—Pero tú guardarás mi pacto, tú y tus descendientes después de ti, a través de sus generaciones. 10 Este será mi pacto entre yo y ustedes que guardarán tú y tus descendientes después de ti: Todo varón de entre ustedes será circuncidado. 11 Circuncidarán sus prepucios, y esto será la señal del pacto con ustedes. 12 A los ocho días de nacido será circuncidado todo varón de entre ustedes, a través de sus generaciones; tanto el nacido en casa como el comprado con dinero a cualquier extranjero que no sea de tu descendencia. 13 Deberá ser circuncidado el nacido en tu casa y el comprado con tu dinero. Así estará mi pacto en su carne como pacto perpetuo. 14 El hombre incircunciso, que no haya circuncidado su prepucio, esa persona será borrada de su pueblo, porque ha violado mi pacto.
Promesa del nacimiento de Isaac
15 Dios dijo también a Abraham:
—A Sarai[c] tu mujer no la llamarás más Sarai; Sara[d] será su nombre. 16 Yo la bendeciré y también te daré de ella un hijo. Sí, yo la bendeciré; ella será madre de naciones, y de ella procederán reyes de pueblos.
17 Entonces Abraham se postró sobre su rostro y se rió diciendo en su corazón: “¿A un hombre de cien años le ha de nacer un hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, dará a luz?”. 18 Luego Abraham dijo a Dios:
—¡Ojalá Ismael viva delante de ti!
19 Y Dios respondió:
—Ciertamente Sara tu mujer te dará un hijo, y llamarás su nombre Isaac[e]. Yo confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para su descendencia después de él. 20 Y en cuanto a Ismael, también te he oído: He aquí que lo bendeciré, lo haré fecundo y lo multiplicaré en gran manera. Él engendrará doce príncipes, y yo lo constituiré en una gran nación. 21 Pero yo estableceré mi pacto con Isaac, que Sara te dará a luz por este tiempo, el próximo año.
Abraham aplica la circuncisión
22 Dios acabó de hablar con él y subió de donde estaba con Abraham. 23 Entonces Abraham tomó a Ismael su hijo, a todos los siervos nacidos en su casa y a todos los comprados con su dinero, a todo varón de las personas de la casa de Abraham; y aquel mismo día circuncidó el prepucio de ellos, como Dios le había dicho. 24 Abraham tenía noventa y nueve años cuando circuncidó su prepucio. 25 Su hijo Ismael tenía trece años cuando fue circuncidado su prepucio. 26 En el mismo día fueron circuncidados Abraham e Ismael su hijo. 27 Fueron circuncidados con él todos los varones de su casa, tanto los siervos nacidos en su casa como los comprados con dinero a los extranjeros.
Llamado a las virtudes cristianas
13 Permanezca el amor fraternal. 2 No se olviden de la hospitalidad porque por esta algunos hospedaron ángeles sin saberlo. 3 Acuérdense de los presos como si ustedes estuvieran en cadenas junto con ellos; y de los afligidos, puesto que también ustedes están en el cuerpo. 4 Honroso es[a] para todos el matrimonio, y pura la relación conyugal; porque Dios juzgará a los fornicarios y a los adúlteros.
5 Sean sus costumbres sin amor al dinero, contentos con lo que tienen ahora porque él mismo ha dicho: Nunca te abandonaré ni jamás te desampararé[b]. 6 De manera que podemos decir confiadamente:
El Señor es mi socorro,
y no temeré.
¿Qué me podrá hacer el hombre?[c].
7 Acuérdense de sus dirigentes que les hablaron la palabra de Dios. Considerando el éxito de su manera de vivir, imiten su fe.
8 ¡Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos! 9 No sean desviados por diversas y extrañas doctrinas; porque bueno es que el corazón haya sido afirmado en la gracia; no en comidas que nunca aprovecharon a los que se dedican a ellas. 10 Tenemos un altar del cual los que sirven en el tabernáculo no tienen derecho a comer. 11 Porque los cuerpos de aquellos animales, cuya sangre es introducida por el sumo sacerdote en el lugar santísimo como sacrificio por el pecado, son quemados fuera del campamento. 12 Por lo tanto, también Jesús padeció fuera de la puerta de la ciudad para santificar al pueblo por medio de su propia sangre. 13 Salgamos pues a él, fuera del campamento, llevando su afrenta. 14 Porque aquí no tenemos una ciudad permanente sino que buscamos la que ha de venir. 15 Así que, por medio de él, ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza; es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. 16 No se olviden de hacer el bien y de compartir lo que tienen porque tales sacrificios agradan a Dios.
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