Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Oración contra enemigos conjurados
Cántico. Salmo de Asaf.
83 Oh Dios, no permanezcas en silencio(A);
no calles(B), oh Dios, ni te quedes quieto.
2 Porque, he aquí, tus enemigos rugen(C),
y los que te aborrecen se han enaltecido[a](D).
3 Hacen planes astutos(E) contra tu pueblo,
y juntos conspiran[b] contra tus protegidos[c](F).
4 Han dicho: Venid, y destruyámoslos(G) como[d] nación,
para que ya no haya memoria del nombre de Israel(H).
13 Oh Dios mío, ponlos como polvo en remolino(A);
como paja ante el viento(B).
14 Como fuego que consume el bosque(C),
y como llama que incendia las montañas(D),
15 así persíguelos con tu tempestad(E),
y aterrorízalos con tu torbellino.
16 Cubre[a] sus rostros de ignominia(F),
para que busquen tu nombre, oh Señor.
17 Sean avergonzados y turbados para siempre(G);
sean humillados y perezcan,
18 para que sepan que solo tú(H), que te llamas el Señor,
eres el Altísimo(I) sobre toda la tierra.
Primera plaga: el agua convertida en sangre
14 Entonces el Señor dijo a Moisés: El corazón de Faraón es terco[a]; se niega a dejar ir al pueblo. 15 Preséntate[b] a Faraón por la mañana cuando vaya[c] al agua, y ponte a orillas del Nilo(A) para encontrarte con él; y toma en tu mano la vara que se convirtió en serpiente(B). 16 Y dile: «El Señor, el Dios de los hebreos, me ha enviado a ti(C), diciendo: “Deja ir a mi pueblo para que me sirva en el desierto(D). Mas he aquí, hasta ahora no has escuchado”. 17 Así dice el Señor: “En esto conocerás que yo soy el Señor(E): he aquí, yo golpearé con la vara que está en mi mano las[d] aguas que están en el Nilo, y se convertirán en sangre(F). 18 Y los peces que hay en el Nilo morirán, y el río se corromperá[e] y los egipcios tendrán asco de[f] beber el agua del Nilo(G)”». 19 Y el Señor dijo a Moisés: Di a Aarón: «Toma tu vara y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto(H), sobre sus ríos, sobre sus arroyos[g], sobre sus estanques y sobre todos sus depósitos de agua, para que se conviertan en sangre; y habrá sangre por toda la tierra de Egipto, tanto en las vasijas de madera como en las de piedra».
20 Así lo hicieron Moisés y Aarón, tal como el Señor les había ordenado(I). Y alzó Aarón la[h] vara y golpeó las aguas que había en el Nilo ante los ojos de Faraón y[i] de sus siervos, y todas las aguas que había en el Nilo se convirtieron en sangre(J). 21 Y los peces que había en el Nilo murieron y el río se corrompió[j], de manera que los egipcios no podían beber agua del Nilo. Y había sangre por toda la tierra de Egipto. 22 Pero los magos[k] de Egipto hicieron lo mismo[l] con sus encantamientos[m](K); y el corazón de Faraón se endureció[n] y no los escuchó, tal como el Señor había dicho. 23 Entonces se volvió Faraón y entró en su casa, sin hacer caso tampoco de esto[o]. 24 Y todos los egipcios cavaron en los alrededores del Nilo en busca de agua para beber, porque no podían beber de las aguas del Nilo. 25 Y pasaron[p] siete días después que el Señor hirió al Nilo.
Jesús y Beelzebú
22 (A)Entonces le trajeron un endemoniado ciego y mudo(B), y lo sanó, de manera que el mudo hablaba y veía. 23 Y todas las multitudes estaban asombradas, y decían: ¿Acaso no es este el Hijo de David(C)? 24 Pero cuando los fariseos lo oyeron, dijeron: Este no expulsa los demonios sino por Beelzebú, el príncipe de los demonios(D). 25 (E)Y conociendo Jesús sus pensamientos, les dijo(F): Todo reino dividido contra sí mismo es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no se mantendrá en pie. 26 Y si Satanás expulsa a Satanás(G), está[a] dividido contra sí mismo; ¿cómo puede entonces mantenerse en pie su reino? 27 Y si yo expulso los demonios por Beelzebú(H), ¿por quién los expulsan vuestros hijos(I)? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. 28 Pero si yo expulso los demonios por el Espíritu de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado a vosotros. 29 ¿O cómo puede alguien entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si primero no lo ata[b]? Y entonces saqueará su casa. 30 El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama(J). 31 (K)Por eso os digo: todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada. 32 Y a cualquiera que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le perdonará; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este siglo[c](L) ni en el venidero.
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