Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Canto de liberación
Cántico de ascenso gradual[a]; de David.
124 Si el Señor no hubiera estado a nuestro favor[b](A),
—diga ahora Israel(B)—
2 si el Señor no hubiera estado a nuestro favor[c]
cuando los hombres se levantaron contra nosotros,
3 vivos nos hubieran tragado entonces(C)
cuando su ira se encendió contra nosotros(D);
4 entonces las aguas nos hubieran anegado(E),
un torrente hubiera pasado sobre nuestra alma,
5 hubieran pasado entonces sobre nuestra alma las aguas impetuosas(F).
Bajan las aguas
8 Y se acordó Dios(A) de Noé y de todas las bestias y de todo el ganado que estaban con él en el arca; y Dios hizo pasar un viento sobre la tierra y decrecieron las aguas(B). 2 Y se cerraron las fuentes del abismo y las compuertas[a] del cielo(C), y se detuvo la lluvia(D) del cielo. 3 Las aguas bajaron[b] gradualmente de sobre la tierra, y al cabo de ciento cincuenta días(E), las aguas habían decrecido. 4 Y en el mes séptimo, el día diecisiete del mes, el arca descansó sobre los montes(F) de Ararat. 5 Las aguas fueron decreciendo paulatinamente hasta el mes décimo; y el día primero del mes décimo, se vieron las cimas de los montes.
6 Y aconteció que al cabo de cuarenta días, Noé abrió la ventana del arca(G) que él había hecho, 7 y envió un cuervo, que estuvo yendo y viniendo[c] hasta que se secaron las aguas sobre[d] la tierra. 8 Después envió[e] una paloma para ver si las aguas habían disminuido sobre la superficie[f] de la tierra, 9 pero la paloma no encontró lugar donde posarse[g], de modo que volvió a él, al arca, porque las aguas estaban sobre la superficie[h] de toda la tierra. Entonces extendió su mano, la tomó y la metió consigo en el arca. 10 Esperó aún otros siete días, y volvió a enviar la paloma desde el arca. 11 Y hacia el[i] atardecer la paloma regresó[j] a él, y he aquí, en su pico[k] traía una hoja de olivo recién arrancada. Entonces Noé comprendió que las aguas habían disminuido sobre la tierra. 12 Esperó aún otros siete días, y envió la paloma(H), pero ya no volvió más a él.
Noé sale del arca
13 Y aconteció que en el año seiscientos uno de Noé(I), en el mes primero, el día primero del mes, se secaron las aguas sobre la tierra. Entonces Noé quitó la cubierta del arca y miró, y he aquí, estaba seca la superficie[l] de la tierra. 14 Y en el mes segundo, el día veintisiete del mes, estaba seca la tierra. 15 Entonces habló Dios a Noé, diciendo: 16 Sal del arca tú, y contigo tu mujer, tus hijos y las mujeres de tus hijos. 17 Saca contigo todo ser viviente de toda carne que está contigo: aves, ganados y todo reptil que se arrastra sobre la tierra, para que se reproduzcan en abundancia[m] sobre la tierra, y sean fecundos y se multipliquen sobre la tierra(J). 18 Salió, pues, Noé, y con él sus hijos y su mujer y las mujeres de sus hijos. 19 Y todas las bestias, todos los reptiles, todas las aves y todo lo que se mueve sobre la tierra, salieron del arca según sus familias.
Muertos al pecado
6 ¿Qué diremos, entonces(A)? ¿Continuaremos en pecado para que la gracia abunde(B)? 2 ¡De ningún modo(C)! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él(D)? 3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados(E) en Cristo Jesús(F), hemos sido bautizados en su muerte? 4 Por tanto, hemos sido sepultados con Él por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de entre los muertos(G) por la gloria del Padre(H), así también nosotros andemos en novedad de vida(I). 5 Porque si hemos sido unidos[a] a Él en la semejanza[b] de su muerte(J), ciertamente lo seremos también en la semejanza de su resurrección, 6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre(K) fue crucificado con Él(L), para que nuestro cuerpo de pecado(M) fuera destruido[c], a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; 7 porque el que ha muerto, ha sido libertado[d] del pecado(N). 8 Y si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con Él(O), 9 sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de entre los muertos(P), no volverá a morir; ya la muerte no tiene dominio sobre Él(Q). 10 Porque en cuanto Él murió, murió al pecado de una vez para siempre; pero en cuanto vive, vive para Dios. 11 Así también vosotros, consideraos muertos para el pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús[e](R).
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