Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
Oración de un afligido
Plegaria de uno que sufre, cuando desmaya y expone su queja[a] ante el Señor.
102 Oh Señor, escucha mi oración(A),
y llegue a ti mi clamor(B).
2 No escondas de mí tu rostro(C) en el día de mi angustia;
inclina hacia mí tu oído(D);
el día en que te invoco, respóndeme pronto(E).
3 Porque mis días han sido consumidos[b] en humo(F),
y como brasero han sido quemados mis huesos(G).
4 Mi corazón ha sido herido como la hierba(H) y se ha secado(I),
y[c] hasta me olvido de comer mi pan(J).
5 A causa de la intensidad[d] de mi gemido
mis huesos se pegan a la piel[e](K).
6 Me parezco al[f] pelícano del desierto(L);
como el búho de las soledades he llegado a ser.
7 No puedo dormir[g](M);
soy[h] cual pájaro solitario sobre un tejado.
8 Mis enemigos me han afrentado todo el día(N);
los que me escarnecen[i](O) han usado mi nombre como maldición[j](P).
9 Porque cenizas he comido por pan,
y con lágrimas he mezclado mi bebida(Q),
10 a causa de tu indignación y de tu enojo(R);
pues tú me has levantado(S) y me has rechazado.
11 Mis días son como sombra que se alarga(T);
y yo me seco como la hierba(U).
12 Mas tú, Señor, permaneces[k] para siempre(V),
y tu nombre[l] por todas las generaciones(W).
13 Tú te levantarás(X) y tendrás compasión de Sión(Y),
porque es tiempo de apiadarse de ella(Z),
pues ha llegado la hora(AA).
14 Ciertamente tus siervos se deleitan en sus piedras,
y se apiadan de su polvo.
15 Y las naciones[m] temerán el nombre del Señor(AB),
y todos los reyes de la tierra(AC), tu gloria.
16 Porque el Señor ha edificado a Sión(AD),
y se ha manifestado en su gloria(AE).
17 Ha considerado la oración de los menesterosos[n](AF),
y no ha despreciado su plegaria.
8 Porque así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: «No os engañen vuestros profetas(A) que están en medio de vosotros, ni vuestros adivinos(B), ni escuchéis los[a] sueños que sueñan[b](C). 9 Porque os profetizan falsamente en mi nombre; no los he enviado» —declara el Señor(D). 10 Pues así dice el Señor: «Cuando se le hayan cumplido a Babilonia setenta años, yo os visitaré y cumpliré mi buena palabra de haceros volver a este lugar(E). 11 Porque yo sé los planes que tengo[c] para vosotros(F)» —declara el Señor(G)— «planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza(H). 12 Me invocaréis(I), y vendréis a rogarme, y yo os escucharé(J). 13 Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo corazón(K). 14 Me dejaré hallar de vosotros» —declara el Señor— «y restauraré vuestro bienestar[d] y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os expulsé(L)» —declara el Señor— «y os traeré de nuevo al lugar de donde os envié al destierro(M)».
15 Por cuanto habéis dicho: «El Señor nos ha levantado profetas en Babilonia(N)» 16 (pues así dice el Señor(O) acerca del rey que se sienta sobre el trono de David, y acerca de todo el pueblo que habita en esta ciudad, vuestros hermanos que no fueron con vosotros al destierro), 17 así dice el Señor de los ejércitos: «He aquí, yo envío contra ellos la espada, el hambre y la pestilencia(P), y los pondré como higos reventados que de podridos no se pueden comer(Q). 18 Los perseguiré con la espada, con el hambre y con la pestilencia, y los haré motivo de espanto para todos los reinos de la tierra(R), para que sean maldición, horror(S), burla(T) y oprobio entre todas las naciones adonde los he arrojado, 19 porque no han escuchado mis palabras(U)» —declara el Señor— «que les envié repetidas veces[e] por medio de mis siervos los profetas; pero no escuchasteis(V)» —declara el Señor. 20 Oíd, pues, la palabra del Señor, vosotros todos los desterrados, a quienes he enviado de Jerusalén a Babilonia(W).
21 Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, acerca de Acab, hijo de Colaías, y acerca de Sedequías, hijo de Maasías, que os profetizan mentira en mi nombre(X): «He aquí, los entregaré en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y él los matará delante de vuestros ojos. 22 Y de ellos será tomada esta maldición(Y) por todos los desterrados de Judá que están en Babilonia, diciendo: “Que el Señor te haga como a Sedequías y como a Acab, a quienes el rey de Babilonia asó al fuego(Z)”. 23 Porque obraron neciamente en Israel(AA), cometieron adulterio con las mujeres de sus prójimos(AB) y hablaron en mi nombre palabras falsas que no les mandé(AC). Yo soy el que sabe y soy testigo —declara el Señor(AD)».
Pablo exhorta a Agripa
24 Mientras Pablo decía esto en su defensa, Festo dijo* a gran voz: ¡Pablo, estás loco! ¡Tu mucho saber[a](A) te está haciendo perder la cabeza[b]! 25 Mas Pablo dijo*: No estoy loco, excelentísimo(B) Festo, sino que hablo palabras de verdad y de cordura. 26 Porque el rey entiende estas cosas(C), y también le hablo con confianza, porque estoy persuadido de que él no ignora nada de esto; pues esto no se ha hecho en secreto[c]. 27 Rey Agripa, ¿crees en los profetas? Yo sé que crees. 28 Y Agripa respondió a Pablo: En poco tiempo[d] me persuadirás[e] a que me haga cristiano(D). 29 Y Pablo dijo: Quisiera[f] Dios que, ya fuera en poco tiempo o en mucho[g], no solo tú, sino también todos los que hoy me oyen, llegaran a ser tal como yo soy, a excepción de estas cadenas(E).
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