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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
La Biblia de las Américas (LBLA)
Version
Jeremías 32:1-3

Jeremías compra un campo en Anatot

32 Palabra que vino a Jeremías de parte del Señor en el año décimo de Sedequías, rey de Judá, que fue el año dieciocho de Nabucodonosor(A). En aquel tiempo el ejército del rey de Babilonia tenía sitiada a Jerusalén, y el profeta Jeremías estaba encerrado en el patio de la guardia(B), que estaba en la casa del rey de Judá, porque Sedequías, rey de Judá, lo había encerrado(C), diciendo: ¿Por qué profetizas, diciendo: «Así dice el Señor(D): “He aquí, voy a entregar esta ciudad en manos del rey de Babilonia(E), y él la tomará(F);

Jeremías 32:6-15

Y Jeremías dijo: Vino a mí la palabra del Señor, diciendo: «He aquí, Hanameel, hijo de tu tío Salum, viene a ti, diciendo: “Cómprate el campo que tengo en Anatot(A), porque tú tienes el derecho de rescate para comprarlo(B)”». Y vino a mí Hanameel, hijo de mi tío, al patio de la guardia conforme a la palabra del Señor, y me dijo(C): «Te ruego que compres el campo que tengo en Anatot, que está en la tierra de Benjamín, porque tú tienes el derecho de posesión(D) y el rescate es tuyo; cómpralo para ti». Entonces supe que esta era la palabra del Señor(E). Y compré a Hanameel, hijo de mi tío, el campo que estaba en Anatot, y le pesé la plata, diecisiete siclos[a] de plata(F). 10 Firmé la escritura(G) y la[b] sellé(H), llamé testigos(I) y pesé la plata en la balanza. 11 Luego tomé la escritura(J) de compra, la copia sellada con los términos y condiciones, y también la copia abierta; 12 y di la escritura de compra a Baruc, hijo de Nerías(K), hijo de Maasías(L), en presencia de Hanameel, hijo de mi tío, en presencia de los testigos que firmaron la escritura de compra y en presencia de todos los judíos que se encontraban en el patio de la guardia. 13 Y di orden a Baruc en presencia de ellos, diciendo: 14 «Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: “Toma estas escrituras, esta escritura de compra sellada y esta escritura abierta, y ponlas en una vasija de barro para que duren mucho tiempo[c]”. 15 Porque así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: “De nuevo se comprarán casas, campos y viñas en esta tierra(M)”».

Salmos 91:1-6

Seguridad del que confía en el Señor

91 El que habita al abrigo del Altísimo(A)
morará a la sombra del Omnipotente[a](B).
Diré yo al Señor: Refugio mío(C) y fortaleza mía(D),
mi Dios, en quien confío(E).
Porque Él te libra del lazo del cazador(F)
y de la pestilencia mortal(G).
Con sus plumas te cubre(H),
y bajo sus alas hallas refugio(I);
escudo y baluarte(J) es su fidelidad[b](K).

No temerás(L) el terror de la noche(M),
ni la flecha que vuela de día(N),
ni la pestilencia(O) que anda en tinieblas,
ni la destrucción(P) que hace estragos en medio del día.

Salmos 91:14-16

14 Porque en mí ha puesto su amor(A), yo entonces lo libraré;
lo exaltaré(B), porque ha conocido mi nombre(C).
15 Me invocará(D), y le responderé;
yo estaré con él en la angustia;
lo rescataré y lo honraré(E);
16 lo saciaré de larga vida[a](F),
y le haré ver[b] mi salvación(G).

1 Timoteo 6:6-19

Pero la piedad(A), en efecto, es un medio de gran ganancia(B) cuando va acompañada de contentamiento(C). Porque nada hemos traído al mundo(D), así que[a] nada podemos sacar de él. Y si tenemos qué comer(E) y con qué cubrirnos, con eso estaremos contentos. Pero los que quieren enriquecerse(F) caen en tentación y lazo(G) y en muchos deseos necios y dañosos que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición[b]. 10 Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero(H), por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe(I) y se torturaron[c] con muchos dolores.

Exhortación y doxología

11 Pero tú, oh hombre de Dios(J), huye de estas cosas(K), y sigue la justicia, la piedad, la fe(L), el amor(M), la perseverancia y la amabilidad. 12 Pelea la buena batalla(N) de la fe(O); echa mano de la vida eterna(P) a la cual fuiste llamado(Q), y de la que hiciste buena profesión(R) en presencia de muchos testigos(S). 13 Te mando delante de Dios(T), que da vida[d] a todas las cosas, y de Cristo Jesús(U), que dio testimonio de la buena profesión(V) delante de Poncio Pilato(W), 14 que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo(X), 15 la cual manifestará a su debido tiempo(Y) el bienaventurado(Z) y único Soberano(AA), el Rey de reyes[e](AB) y Señor de señores[f](AC); 16 el único que tiene inmortalidad(AD) y habita en luz inaccesible(AE); a quien ningún hombre ha visto ni puede ver(AF). A Él sea la honra y el dominio eterno(AG). Amén.

Instrucciones para los ricos

17 A los ricos en este mundo[g](AH), enséñales que no sean altaneros(AI) ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas(AJ), sino en Dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos(AK). 18 Enséñales que hagan bien, que sean ricos en buenas obras(AL), generosos(AM) y prontos a compartir, 19 acumulando para sí el tesoro de un buen fundamento para el futuro(AN), para que puedan echar mano de lo que en verdad es vida(AO).

Lucas 16:19-31

El rico y Lázaro

19 Había cierto hombre rico que se vestía de púrpura y lino fino, celebrando cada día fiestas con esplendidez. 20 Y un pobre llamado Lázaro yacía a su puerta(A) cubierto de llagas, 21 ansiando saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; además, hasta los perros venían y le lamían las llagas. 22 Y sucedió que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno(B) de Abraham; y murió también el rico y fue sepultado. 23 En el Hades[a](C) alzó[b] sus ojos, estando en tormentos, y vio* a Abraham a lo lejos, y a Lázaro en su seno. 24 Y gritando, dijo: «Padre Abraham(D), ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, pues estoy en agonía en esta llama(E)». 25 Pero Abraham le dijo: «Hijo, recuerda que durante tu vida recibiste tus bienes(F), y Lázaro, igualmente, males; pero ahora él es consolado aquí, y tú estás en agonía. 26 Y además de[c] todo esto, hay un gran abismo puesto entre nosotros y vosotros, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros no puedan, y tampoco nadie pueda[d] cruzar de allá a nosotros». 27 Entonces él dijo: «Te ruego, pues, padre, que lo envíes a la casa de mi padre, 28 pues tengo cinco hermanos, de modo que él los prevenga[e](G), para que ellos no vengan también a este lugar de tormento». 29 Pero Abraham dijo*: «Ellos tienen a Moisés y a los profetas(H); que los oigan». 30 Y él dijo: «No, padre Abraham(I), sino que si alguno va a ellos de entre los muertos, se arrepentirán». 31 Mas Abraham le contestó: «Si no escuchan a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán si alguno se levanta de entre los muertos».

La Biblia de las Américas (LBLA)

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