Revised Common Lectionary (Semicontinuous)
El reino del Ungido del Señor
2 ¿Por qué se sublevan las naciones[a](A),
y los pueblos traman cosas vanas(B)?
2 Se levantan los reyes de la tierra(C),
y los gobernantes traman unidos
contra el Señor(D) y contra su Ungido[b](E), diciendo:
3 ¡Rompamos sus cadenas[c](F)
y echemos de nosotros sus cuerdas!
4 Él que se sienta como Rey en los cielos se ríe(G),
el Señor se burla de ellos(H).
5 Luego les hablará en su ira(I),
y en su furor los aterrará(J), diciendo:
6 Pero yo mismo he consagrado[d] a mi Rey(K)
sobre Sión, mi santo monte(L).
7 Ciertamente anunciaré el decreto del Señor
que me dijo[e]: «Mi Hijo eres tú,
yo te he engendrado hoy(M).
8 Pídeme, y te daré(N) las naciones[f] como herencia tuya(O),
y como posesión tuya los confines de la tierra(P).
9 Tú los quebrantarás[g] con vara[h] de hierro(Q);
los desmenuzarás como vaso de alfarero(R)».
10 Ahora pues, oh reyes, mostrad discernimiento(S);
recibid amonestación, oh jueces[i] de la tierra.
11 Adorad[j] al Señor con reverencia[k](T),
y alegraos con temblor(U).
12 Honrad[l] al Hijo(V) para que no se enoje y perezcáis en el camino,
pues puede inflamarse de repente su ira.
¡Cuán bienaventurados son todos los que en Él se refugian(W)!
Profecía contra Pasur
20 Cuando el sacerdote Pasur, hijo de Imer(A), que era el oficial principal(B) en la casa del Señor, oyó a Jeremías profetizar estas cosas, 2 hizo[a] azotar(C) al profeta Jeremías y lo puso en el cepo(D) que estaba en la puerta superior de Benjamín(E), la cual conducía a la casa del Señor. 3 Y[b] al día siguiente, cuando Pasur soltó a Jeremías del cepo, Jeremías le dijo: No es Pasur el nombre con que el Señor ahora te llama(F), sino Magor-misabib[c](G). 4 Porque así dice el Señor: «He aquí, te voy a convertir en terror para ti mismo y para todos tus amigos; ellos caerán por la espada de tus enemigos(H), y tus ojos lo verán. Entregaré a todo Judá en manos del rey de Babilonia, y él los llevará como desterrados a Babilonia y los matará(I) a espada(J). 5 También entregaré toda la riqueza de esta ciudad, todos sus productos y cosas de gran valor(K), y[d] todos los tesoros de los reyes de Judá, en manos de sus enemigos, que los saquearán, los tomarán y se los llevarán a Babilonia(L). 6 Y tú, Pasur(M), con todos los moradores de tu casa, irás al cautiverio y entrarás en Babilonia; allí morirás(N) y allí serás enterrado, tú y todos tus amigos a quienes has profetizado falsamente(O)».
Lamento del profeta
7 Me persuadiste[e], oh Señor, y quedé persuadido[f];
fuiste más fuerte que yo y prevaleciste(P).
He sido el hazmerreír cada día(Q);
todos se burlan de mí(R).
8 Porque cada vez que hablo, grito;
proclamo: ¡Violencia, destrucción(S)!
Pues la palabra del Señor ha venido a ser para mí
oprobio y escarnio(T) cada día.
9 Pero si digo: No le recordaré(U)
ni hablaré más en su nombre,
esto se convierte dentro de mí[g] como fuego ardiente
encerrado en mis huesos;
hago esfuerzos por contenerlo(V),
y no puedo(W).
10 Porque he oído las murmuraciones de muchos:
¡Terror por todas partes(X)!
¡Denunciadle, denunciémosle(Y)!
Todos mis amigos de confianza[h](Z),
esperando mi caída, dicen:
Tal vez será persuadido[i], prevaleceremos contra él
y tomaremos de él nuestra venganza(AA).
11 Pero el Señor está conmigo como campeón temible;
por tanto, mis perseguidores tropezarán y no prevalecerán(AB).
Quedarán muy avergonzados, pues no han triunfado(AC),
tendrán afrenta perpetua que nunca será olvidada(AD).
12 Oh Señor de los ejércitos, que pruebas al justo,
que ves las entrañas[j] y el corazón,
vea yo tu venganza sobre[k] ellos(AE),
pues a ti he encomendado mi causa(AF).
13 Cantad al Señor, alabad al Señor(AG),
porque ha librado el alma del pobre
de manos de los malvados(AH).
14 Maldito el día en que nací;
el día en que me dio a luz mi madre no sea bendito(AI).
15 Maldito el hombre que dio la noticia
a mi padre, diciendo:
¡Te ha nacido un hijo varón!,
haciéndolo muy feliz(AJ).
16 Sea ese hombre como las ciudades
que el Señor destruyó(AK) sin piedad[l];
oiga gritos de mañana
y alaridos[m](AL) al mediodía,
17 porque no me mató en[n] el vientre
para que mi madre hubiera sido mi sepultura,
y su vientre embarazado para siempre(AM).
18 ¿Por qué salí del vientre
para ver pena y aflicción(AN),
y que acaben en vergüenza(AO) mis días(AP)?
El joven rico
18 (A)Y cierto hombre prominente[a] le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? 19 Jesús le respondió: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino solo uno, Dios. 20 Tú sabes los mandamientos: «No cometas adulterio, No mates, No hurtes, No des falso testimonio, Honra a tu padre y a tu madre(B)». 21 Y él dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. 22 Cuando Jesús oyó esto, le dijo: Te falta todavía una cosa; vende todo lo que tienes y reparte entre los pobres, y tendrás tesoro en los cielos(C); y ven, sígueme(D). 23 Pero al oír esto, se puso muy triste, pues era sumamente rico. 24 Mirándolo Jesús, dijo: ¡Qué difícil es que entren en el reino de Dios los que tienen riquezas(E)! 25 Porque es más fácil que un camello pase[b] por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el reino de Dios(F). 26 Los que oyeron esto, dijeron: ¿Y quién podrá salvarse? 27 Y Él respondió: Lo imposible para los hombres, es posible para Dios(G). 28 Y Pedro dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo[c] y te hemos seguido(H). 29 Entonces Él les dijo: En verdad os digo: no hay nadie que haya dejado casa, o mujer, o hermanos, o padres o hijos por la causa del reino de Dios(I), 30 que no reciba muchas veces más en este tiempo, y en el siglo venidero(J), la vida eterna.
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