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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
La Biblia de las Américas (LBLA)
Version
Salmos 2

El reino del Ungido del Señor

¿Por qué se sublevan las naciones[a](A),
y los pueblos traman cosas vanas(B)?
Se levantan los reyes de la tierra(C),
y los gobernantes traman unidos
contra el Señor(D) y contra su Ungido[b](E), diciendo:
¡Rompamos sus cadenas[c](F)
y echemos de nosotros sus cuerdas!

Él que se sienta como Rey en los cielos se ríe(G),
el Señor se burla de ellos(H).
Luego les hablará en su ira(I),
y en su furor los aterrará(J), diciendo:
Pero yo mismo he consagrado[d] a mi Rey(K)
sobre Sión, mi santo monte(L).

Ciertamente anunciaré el decreto del Señor
que me dijo[e]: «Mi Hijo eres tú,
yo te he engendrado hoy(M).
Pídeme, y te daré(N) las naciones[f] como herencia tuya(O),
y como posesión tuya los confines de la tierra(P).
Tú los quebrantarás[g] con vara[h] de hierro(Q);
los desmenuzarás como vaso de alfarero(R)».

10 Ahora pues, oh reyes, mostrad discernimiento(S);
recibid amonestación, oh jueces[i] de la tierra.
11 Adorad[j] al Señor con reverencia[k](T),
y alegraos con temblor(U).
12 Honrad[l] al Hijo(V) para que no se enoje y perezcáis en el camino,
pues puede inflamarse de repente su ira.
¡Cuán bienaventurados son todos los que en Él se refugian(W)!

Jeremías 19

La vasija rota

19 Así dijo el Señor: Ve y compra una vasija de barro del alfarero(A), y toma contigo[a] a algunos de los ancianos del pueblo(B) y de los ancianos de los sacerdotes(C); y sal al valle de Ben-hinom(D), que está a la entrada de la puerta de los tiestos, y proclama allí las palabras(E) que yo te diré. Dirás: «Oíd la palabra del Señor, reyes de Judá y habitantes de Jerusalén(F). Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: “He aquí, traeré tal calamidad sobre este lugar(G), que a todo el que oiga de ella le retiñirán los oídos(H). Porque me han abandonado(I), han hecho extraño este lugar y han ofrecido sacrificios[b](J) en él a otros dioses, que ni ellos, ni sus padres, ni los reyes de Judá habían conocido(K), y han llenado este lugar de sangre de inocentes(L), y han edificado los lugares altos de Baal para quemar a sus hijos en el fuego como holocaustos a Baal, cosa que nunca mandé, ni de la cual hablé, ni me pasó por la mente[c](M); por tanto, he aquí, vienen días —declara el Señor— cuando este lugar no se llamará más Tofet ni valle de Ben-hinom, sino Valle de la Matanza(N). Y haré nulo el consejo(O) de Judá y de Jerusalén en este lugar, y los haré caer a espada delante de sus enemigos(P) y a mano de los que buscan su vida, y entregaré sus cadáveres por comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra(Q). También convertiré esta ciudad en desolación y burla; todo aquel que pase por ella se quedará atónito y silbará a causa de toda su destrucción[d](R). Y les haré comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas, y cada uno comerá la carne de su prójimo durante el sitio y en la aflicción con que les afligirán sus enemigos(S) y los que buscan su vida”».

10 Entonces romperás la vasija(T) a la vista de los hombres que te acompañen, 11 y les dirás: «Así dice el Señor de los ejércitos: “De igual manera romperé yo a este pueblo y a esta ciudad, como quien rompe una vasija de alfarero(U), que no se puede reparar más; y los enterrarán en Tofet por no haber otro[e] lugar donde enterrar(V). 12 Así haré con este lugar y con sus habitantes —declara el Señor— poniendo esta ciudad como Tofet. 13 Y las casas de Jerusalén y las casas de los reyes(W) de Judá serán como el lugar de Tofet(X), inmundas, a causa de todas las casas en cuyos terrados ofrecieron sacrificios[f] a todo el ejército del cielo(Y) y derramaron libaciones a otros dioses(Z)”».

14 Y volvió Jeremías de Tofet, adonde lo había enviado el Señor a profetizar, y poniéndose en pie en el atrio de la casa del Señor(AA), dijo a todo el pueblo: 15 Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: «He aquí, voy a traer sobre esta ciudad y sobre todas sus aldeas la calamidad que he declarado contra ella, porque han endurecido su cerviz para no escuchar mis palabras(AB)».

1 Timoteo 4:6-16

El buen ministro de Cristo

Al señalar estas cosas a los hermanos(A) serás un buen ministro(B) de Cristo Jesús, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina(C) que has seguido(D). Pero nada tengas que ver con las fábulas(E) profanas(F) propias de viejas. Más bien disciplínate a ti mismo[a] para la piedad(G); porque el ejercicio físico(H) aprovecha poco, pero la piedad(I) es provechosa para todo, pues tiene promesa(J) para la vida presente(K) y también para la futura. Palabra fiel es esta(L), y digna de ser aceptada por todos[b]. 10 Porque por esto trabajamos y nos esforzamos, porque hemos puesto nuestra esperanza(M) en el Dios vivo(N), que es el Salvador de todos los hombres(O), especialmente de los creyentes. 11 Esto manda y enseña[c](P). 12 No permitas(Q) que nadie menosprecie tu juventud; antes, sé ejemplo de[d] los creyentes(R) en palabra, conducta, amor, fe y pureza(S). 13 Entretanto que llego[e](T), ocúpate en la lectura[f](U) de las Escrituras, la exhortación y la enseñanza. 14 No descuides el don espiritual que está en ti, que te fue conferido por medio de la profecía(V) con la imposición de manos(W) del presbiterio[g](X). 15 Reflexiona sobre estas cosas; dedícate a ellas, para que tu aprovechamiento sea evidente a todos. 16 Ten cuidado de ti mismo(Y) y de la enseñanza; persevera en estas cosas, porque haciéndolo asegurarás la salvación tanto para ti mismo como para los que te escuchan[h](Z).

La Biblia de las Américas (LBLA)

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