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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Version
Salmos 81:1

Dios es bueno con su pueblo

SALMO 81 (80)

Himno de Asaf. Instrucciones para el director del coro: Este himno deberá cantarse con la melodía que se canta al exprimir las uvas.

81 ¡Lancen gritos de alabanza para Dios!
¡Él es nuestra fortaleza!
¡Canten llenos de alegría
al Dios de Israel!

Salmos 81:10-16

10 Yo soy tu Dios;
yo te saqué de Egipto.
Dime qué quieres comer,
y te lo daré de sobra.

11 »Pero mi pueblo Israel
no quiso prestarme atención.
12 Por eso los dejé que hicieran
lo que les diera la gana.

13 »¡Cómo me gustaría
que mi pueblo me escuchara!
¡Cómo quisiera que Israel
hiciera lo que yo quiero!
14 ¡En muy poco tiempo
derrotaría yo a sus enemigos
y los aplastaría con mi poder!
15 Los que ahora me odian
se rendirían ante mí,
y yo los castigaría para siempre.
16 En cambio, a mi pueblo
le daría el mejor trigo
y de los panales
que están en la roca
sacaría miel
y lo dejaría satisfecho».

Jeremías 2:1-3

Israel se rebela contra su Dios

Dios me dijo:

2-3 «Jeremías, ve y diles de mi parte a todos los habitantes de Jerusalén:

“Yo recuerdo, pueblo de Israel,
que en tus primeros años
me amabas sólo a mí.
Parecías una novia enamorada
y me seguiste por el desierto,
por tierras donde nada crece.
Tú eras sólo mía;
¡fuiste mi primer amor!
Si alguien te hacía algún daño,
sufría las consecuencias.
Te juro que así fue”.

Jeremías 2:14-22

13-18 ”Ustedes, pueblo mío,
cometieron dos pecados:
me abandonaron a mí,
que soy para ustedes una fuente
de agua que les da vida,
y se hicieron sus propios estanques,
que no retienen el agua.
Yo era su guía,
pero ustedes me rechazaron.

”Israelitas,
¿qué ganan ahora con confiar
en el poder de Egipto
y en el poder de Asiria?
Ustedes son libres;
¡no nacieron siendo esclavos!
¿Por qué ahora los tratan así?

”¡Los soldados de Menfis y Tafnes
han acabado con sus gobernantes!
¡Lanzan rugidos, como leones,
y destruyen el país!
¡Han quemado las ciudades,
y ya nadie vive en ellas!

19 ”Sus propias rebeliones y maldades
demuestran que ustedes son culpables.
Pónganse a pensar, y reconozcan
lo malo y triste que es abandonarme
y no obedecerme.
Les juro que esto es así.

20 ”Hace ya mucho tiempo
que ustedes me abandonaron;
rompieron los lazos que nos unían,
y se negaron a adorarme.
Me traicionaron,
pues en lo alto de las colinas
y bajo todo árbol frondoso,
se entregaron a otros dioses.
21-22 Tan grande es la mancha de su pecado
que ni el mejor jabón del mundo
podrá quitarles esa mancha.

”Yo los he cuidado
como se cuida al mejor viñedo.
Sus antepasados me obedecieron,
pero ustedes son tan rebeldes,
que son como un viñedo
que sólo produce uvas podridas.
Les aseguro que esto es así.

Mateo 20:20-28

La petición de una madre

20-21 La madre de Santiago y Juan, que eran dos de los discípulos, fue con ellos a hablar con Jesús. Cuando llegaron, ella se arrodilló delante de Jesús para pedirle un favor. Jesús le preguntó:

—¿Qué es lo que quieres?

Ella le dijo:

—Por favor, ordena que, cuando estés sentado en el trono de tu reino, mis hijos se sienten siempre junto a ti, uno a tu derecha y otro a tu izquierda.[a]

22 Jesús respondió:

—Ustedes no saben lo que piden. ¿Están dispuestos a sufrir todo lo malo que va a pasarme?

Ellos le dijeron:

—Sí, lo estamos.

23 Jesús les dijo:

—Les aseguro que ustedes sufrirán mucho, igual que yo. Pero sólo mi Padre decide quiénes serán los más importantes en mi reino. Eso no lo decido yo.

24 Cuando los otros diez discípulos se dieron cuenta de todo esto, se enojaron con Santiago y Juan. 25 Entonces Jesús los llamó a todos y les dijo:

«Ustedes saben que los que gobiernan a los pueblos se portan como sus amos, y que los grandes señores imponen su autoridad sobre esa gente. 26 Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, si alguno de ustedes quiere ser importante, tendrá que servir a los demás. 27 Si alguno quiere ser el primero, deberá ser el esclavo de todos. 28 Yo, el Hijo del hombre, lo hago así. No vine a este mundo para que me sirvan, sino para servir a los demás. Vine para dar mi vida por la salvación de muchos.»