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Revised Common Lectionary (Semicontinuous)

Daily Bible readings that follow the church liturgical year, with sequential stories told across multiple weeks.
Duration: 1245 days
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Version
Salmos 107:1-9

Libro 5 (Salmos 107—150)

Dios es bueno con su pueblo

SALMO 107 (106)

107 ¡Alabemos a nuestro Dios!
¡Démosle gracias, porque él es bueno!
¡Dios nunca deja de amarnos!
¡Digámoslo nosotros,
pues él nos liberó
del poder de los egipcios!
Digámoslo nosotros,
que somos su pueblo,
pueblo que él reunió
de países del norte y del sur,
del este y del oeste.

Nuestros abuelos andaban sin rumbo
y por lugares desiertos;
no encontraban el camino
que los llevara a un lugar habitado.
Tenían hambre y sed,
y habían perdido la esperanza
de quedar con vida.
Llenos de angustia, oraron a Dios,
y él los libró de su aflicción.
Los puso en el camino correcto
que los llevaría a un lugar habitado.

¡Demos gracias a Dios por su amor,
por todo lo que ha hecho
en favor nuestro!
¡Dios calma la sed del sediento,
y el hambre del hambriento!

Salmos 107:43

43 Tomen esto en cuenta los sabios,
y pónganse a meditar
en lo mucho que Dios nos ama.

Oseas 10

10 »Ustedes, israelitas,
llegaron a ser muy ricos;
¡parecían viñas cargadas de uvas!
Pero mientras más ricos eran,
más templos construían para sus dioses;
mientras más fértil era su tierra,
más bellos eran los monumentos
que construían para sus ídolos.

»Por eso Dios los va a castigar;
destruirá sus templos y monumentos,
y les hará pagar por su pecado,
pues quieren al mismo tiempo
amar a Dios y a los dioses falsos.

»Ahora ustedes dirán:
“Por no respetar a Dios,
nos hemos quedado sin rey.
Pero aunque lo tuviéramos,
ya no podría ayudarnos”.

»Ustedes hablan por hablar;
hacen tratos y no los cumplen.
¡Ustedes han sembrado maldad
donde debería haber justicia!

5-6 »Los habitantes de Samaria,
la ciudad capital de Israel,
se sienten orgullosos del toro
que adoran en Bet-avén.
Pero vendrá el ejército asirio
y se llevará ese ídolo a su país
como un regalo para su rey.

»Por eso los israelitas
lloran y tiemblan de miedo,
junto con sus sacerdotes;
ahora todos se avergüenzan
de haber adorado a ese ídolo.
Su rey, que vive en Samaria,
será arrastrado por el río
como un pedazo de madera.

»Los templos que están en los cerros
serán destruidos por completo,
porque allí pecaban
adorando a dioses falsos.
En sus ruinas crecerán
la maleza y las espinas.

»Entonces ustedes los israelitas
desearán que una montaña
les caiga encima y los mate».

Dios reprende a Israel

Dios le dijo a su pueblo:

«Israelitas,
¡ustedes son unos malvados!
Comenzaron a pecar en Guibeá,
y no han dejado de hacerlo;
por eso serán destruidos
en el mismo lugar donde pecaron.
10-11 Haré que las naciones
se unan contra ustedes;
así los castigaré, y quedaré satisfecho.
Ustedes me obedecían con alegría,
pero es tanto lo que han pecado
que ahora tendré que castigarlos.
Ni los de Judá ni los de Israel
escaparán del castigo».

Habla el profeta

12 Oseas le dijo al pueblo:

«¡Prepárense para buscar a Dios!
Ustedes son como un campo nuevo;
siembren la semilla de justicia,
y tendrán una cosecha de amor.
Entonces Dios vendrá y los salvará;
será como la lluvia
cuando cae sobre la tierra seca.

13 »Pero ustedes han sembrado maldad;
por eso ahora cosechan violencia
y comen el fruto de sus mentiras.
Pusieron su confianza
en el poder de su ejército.
14 Ahora estalla la guerra,
las fuertes murallas son destruidas,
y mueren las madres y los hijos,
como cuando el rey Salmán
destruyó la ciudad de Bet-arbel.
15 Esto mismo les ha pasado
a los habitantes de Betel,
porque es grande su maldad.
¡Tan pronto como amanezca,
el rey de Israel perderá la vida!»

Marcos 10:17-22

El hombre rico

17 Mientras Jesús iba de camino, un hombre llegó corriendo, se arrodilló delante de él y le preguntó:

—Maestro bueno, dime, ¿qué debo hacer para tener vida eterna?

18 Jesús le contestó:

—¿Por qué dices que soy bueno? Sólo Dios es bueno. 19 Tú conoces bien los mandamientos: No mates, no seas infiel en tu matrimonio, no robes, no mientas para hacerle daño a otra persona, no hagas trampas, obedece y cuida a tu padre y a tu madre.

20 El hombre le dijo:

—Maestro, todos esos mandamientos los he obedecido desde que era niño.

21 Jesús lo miró con amor y le dijo:

—Sólo te falta hacer una cosa. Ve y vende todo lo que tienes, y reparte ese dinero entre los pobres. Así, Dios te dará un gran premio en el cielo. Después de eso, ven y conviértete en uno de mis seguidores.

22 Al oír esto, el hombre se puso muy triste y se fue desanimado, porque era muy rico.